TRECE DE JULIO DE 2008
Hoy se cumplen quince años del nacimiento de mi nieta María de Lugás.
En el siglo XIII se comenzó la construcción de una iglesia en una explanada que corona un cerro desde donde se contempla Villaviciosa y el mar Cantábrico. A lo largo de los siglos XVII y XVIII se realizaron el resto de construcciones del Santuario consagrado a Nuestra Señora de Lugás.
Centenares han sido los hechos extraordinarios en el Santuario de Lugás. Entre ellos, uno tremendamente notable. El doce de octubre de dos mil siete, un excepcional párroco atendía las diversas dependencias. Era don Agustín Hevia Vallina, especial santo varón, Director del Archivo Diocesano de Oviedo, profesor, investigador, enormemente culto, platicador excelente y, ante todo, de una humanidad profunda y rara. Ése día, fiesta de la Virgen del Pilar, don Agustín conoció casualmente a un matrimonio que hacía años buscaban ser padres. Le relataron cómo había estado próxima a perecer la joven aspirante a madre en sus intentos por lograrlo. Ellos eran mis hijos asentados en Asturias pocos años antes.
Don Agustín, conmovido, les reconfortó diciéndoles que oraría especialmente a la Santina de Lugás para que se cumpliera su deseo paternal. Su despedida fue profundamente enigmática: “Vamos a ver si se logra que tengáis una hija antes de un año. Si así fuera yo desearía que se llamara María de Lugás en atención a la intercesión de la Virgen de éste Santuario”. Casi exactamente nueve meses más tarde, mis hijos tuvieron una hija: mi nieta María de Lugás.
Fue su concepción un inexplicable prodigio. En la comarca se la llegó a conocer como “la niña del milagro”. María fue un portento desde que fue concebida. Bellísima de alma, de mente y de aspecto físico. Con su limpia y celestial mirada nos ilumina y cautiva a todos. Discreta, humilde, cautivadora, ejerce un liderazgo natural con las personas y con los animales. Allá donde centra su interés sorprende por su aparente facilidad de realizarlo con un nivel de maestría inusual: primer premio en su primer curso de la ESO, segunda en los dos siguientes cursos, campeona en el II Raid ecuestre de Ribadesella, hábil tenista y pianista, excepcional corredora, …, por encima de todo, persona angelical.
Es imposible no adorar a María de Lugás si se tiene la suerte inmensa de conocerla. Yo, desde luego, me declaro cautivo de su persona.
Hasta hoy transita por el ecuador de su adolescencia con toda naturalidad. Ya comienza a ser una preciosa y entrañable joven. Como nada indica que vaya a cambiar su firme camino, seguirá siendo una persona excepcional.
¡Muchas felicidades Maria de Lugás en tu decimoquinto aniversario!
13 de julio de 2023
CM
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