FELICIDAD Y HORMONAS
ENDORFINAS-OXITOCINA-SEROTONINA-DOPAMINA
¿Hay algún objetivo humano de mayor interés que la FELICIDAD? Seguramente no.
Me agrada una definición sintética que la define como un estado de satisfacción plena, que más que una meta es un camino a recorrer. Creo que sincretiza bien las más variadas corrientes de pensamiento que nos pueden ayudar con su sabiduría:
-Antigua Grecia:
Aristóteles: “eudaimonía”, estado del alma que se realiza a través de la virtud.
Estoicismo: vida basada en la razón y la virtud, ajena a las comodidades materiales.
Hedonismo: según Epicuro, consiste en experimentar placer físico e intelectual, huyendo del sufrimiento.
-Racionalismo: mera adaptación a la realidad, aceptando los sucesos y, por tanto, dejando de sentir miedo y odio.
-Nuevo Pensamiento (s. XIX): actitud mental que radica en aceptar nuestra condición, nuestra historia de vida y nuestro pasado.
-Nietzsche: no estamos concebidos para gozar sino para sufrir.
Sí creo que es clave el concepto de actitud. Como también considero esenciales las circunstancias de cada individuo y de cada momento del individuo.
Afortunadamente los motivos y grados de satisfacción son individuales. Cada quien respondemos de muy distinta manera a los estímulos para ser felices. Pero sí creo que es un camino sin fin.
La verdadera Felicidad no se recibe, se dona.
Comprar, acumular, consumir, no es suficiente. Necesitamos alzar los ojos.
¿Qué es realmente la felicidad? ¿Cuál es el verdadero sabor de la vida? ¿Qué es lo que nos libera de los pantanos del sinsentido, del aburrimiento y de la mediocridad?
Todo tiene sentido entre las realidades del mundo sólo en la medida que sirve para unirnos a Dios y a los hermanos en la caridad, haciendo crecer en nosotros sentimientos de profunda compasión, de benevolencia, de humildad, de dulzura, de paciencia, de perdón y de paz.
La amistad con Cristo es la clave de la felicidad cristiana. Dejarse llevar por la alegría del Evangelio.
Las personas felices aman a las personas y utilizan las cosas, no aman las cosas y utilizan a las personas.
La felicidad no viene de la acumulación material, sino del servicio a los demás y de una conexión con lo divino (Arthur Brooks).
Es una actitud y búsqueda continua.
Es una combinación de satisfacción personal y relaciones positivas con los demás.
“Moira”, estática, se inclina hacia el aspecto negativo: limita y prohíbe. “Nomos” es dinámico y positivo, aunque implica la fijación de un dominio o territorio (la costumbre). (Savater)
“Conatus” es la fuerza natural que impulsa al ser a mantenerse vivo y activo. Se trata de sobrevivir y de desarrollar al máximo las capacidades propias y experimentar el mundo. Los afectos (emociones) son manifestaciones de la potencia del “conatus”: los que la aumentan son alegres y los que la disminuyen son tristes. El “conatus” explica la dinámica de la naturaleza, el comportamiento humano y “la búsqueda de la felicidad”. (Spinoza)
El “reconocimiento” consiste en tratar a los otros seres racionales como fines en sí mismos para poder considerarme yo mismo también fin, no instrumento, no cosa. (Kant)
La Iglesia Católica considera la Felicidad como el objetivo final de la vida que se alcanza a través de la virtud y la búsqueda de Dios. La Felicidad plena y duradera se alcanza después de la muerte, en la unión con Dios en el cielo. Pero en esta vida es posible encontrar alegría y contento a través de la fe, la práctica de la virtud, el servicio a los demás y la búsqueda de la voluntad de Dios.
En el Islam, la Felicidad es un estado de satisfacción espiritual y de contento interior que se logra mediante la conexión con Dios y las buenas acciones. Se encuentra en la búsqueda de la verdad, la adoración sincera y la bondad hacia los demás. También la contempla como un estado que se extiende más allá de esta vida. Distingue entre la felicidad temporal y superficial del mundo material y la Felicidad duradera y profunda de la conexión con Dios que se basa en la fe, la virtud y la búsqueda de la satisfacción interior. Dios ama a quien da con alegría.
En el Judaísmo, la Felicidad es una obligación, recogida en La Torá, además de un estado de ánimo, pues se trata de una herramienta para conectarse con Dios y con los demás. Debe ser cultivada y buscada activamente a través de la gratitud, del servicio a los demás y la conexión con Dios . La alegría compartida favorece los lazos comunitarios y familiares. Depende de la actitud interna de las personas además de las circunstancias externas.
Ahora, algunas pinceladas de los elementos químicos que intervienen en la elaboración de nuestra Felicidad:
-Endorfinas (“hormonas de la Felicidad”): son neurotrasmisores que actúan como analgésicos naturales y promueven sensaciones de bienestar y placer, reducen el estrés y mejoran el estado de ánimo. Reír, divertirse, ser generosos, dar y recibir muestras de cariño, el chocolate negro, las fresas, plátanos y piña, nueces, legumbres y lácteos estimulan la producción de endorfinas.
-Oxitocina (“hormona del amor o del abrazo”): actúa sobre el comportamiento social y emocional, induce al parto, estimula la lactancia y regula los comportamientos sociales y emocionales como el vínculo social y la conducta sexual. Es relevante en la formación de vínculos afectivos, la reducción del estrés y la sensación de bienestar. El perejil, el eneldo, la hierbabuena y el chocolate estimulan su producción en el organismo.
-Serotonina (“hormona de la Felicidad”): es un neurotransmisor crucial en el estado de ánimo, en el sueño, apetito, relajación y satisfacción. Interviene en la digestión, coagulación y función vascular. Son alimentos estimulantes el pavo, pollo, pescado azul, huevos, lácteos, frutos secos y legumbres. La luz solar ayuda a regular la serotonina y la melatonina.
-Dopamina: (“causante de las sensaciones placenteras”). Es un neurotransmisor con funciones principales en la coordinación de ciertos movimientos musculares, la regulación de la memoria y de los procesos cognitivos del aprendizaje, motivación y curiosidad y efectos directos en la sensación de placer a corto plazo, la recompensa y el estado de ánimo. Alimentos que la contienen son las carnes magras, huevos, lácteos, legumbres, salmón, yogur, semillas, aguacates, plátanos y chocolate.
CM
5-8-2025
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