ASUNTOS DE FALDAS

 

A nuestros líderes sociales, políticos, comunicadores y asociaciones civiles “progresistas”, se les llena la boca con los logros obtenidos para la “liberación” de la mujer.

 

Inmensa es la desgracia de que la “liberación” corra en paralelo con los homicidios de mujeres a manos de sus parejas (51 en 2020, 49 en 2021, 59 en 2022, 62 en 2023, más de 14 en lo que va de este año 2024). Aunque, al tiempo, se ha establecido de forma inexplicable una mejor presunción de inocencia y sinceridad legal a un sexo (el femenino) que al otro (no somos iguales ante la ley).

  

Legislativamente la llamada ley del “Sí es sí” del gobierno de Sánchez ha supuesto inicialmente una brutal regresión al excarcelar o reducir penas a los condenados por anteriores llamados “delitos de género” (gracias por su estupenda aportación, señora Montero, del “catárquico” Podemos). 

 

Finalmente, de ser ciertas las encuestas más serias que indican un recrudecimiento del “machismo” entre los de menor edad, llegaríamos a la conclusión de que las aportaciones más oficiales a la liberación de las mujeres son lo que en mi pueblo conocemos por “tontás” y “bufonás” pero que sí han permitido que muchísimos “mindundis” obtengan pingües rentas impensables en otras actividades.

 

Es decir, una gran burla a los ciudadanos acompañada de muy voluminosos desembolsos (“cornudos y apaleados”).

 

Afortunadamente nuestra sociedad aún no es totalmente esclava y la inmensa mayor parte de mujeres y hombres han avanzado una enormidad en el camino de la igualdad de derechos y obligaciones independientemente del sexo. Y deberemos seguir avanzando a pesar de tanto “buhonero chupóptero”.

 

En un alarde del más rancio machismo, el señor presidente del gobierno utilizó ayer la privilegiada tribuna del Senado para recriminar y atacar a una mujer ausente, por usar su libertad de decidir con quien comparte casa y cama. La mujer atacada fue la política Diaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, para bien de los madrileños. Su pecado, haber elegido la compañía de un hombre que se encontraba litigando con Hacienda antes de tener la fortuna de compartir vida con esa mujer. 

 

El acosador, fué nada menos que el “presidente de un gobierno progresista” (atadme esa mosca por el rabo). La agredida manifiesta naturalmente que los antiguos asuntos que pueda tener su pareja son absolutamente ajenos a la Comunidad que ella gobierna. ¿Cómo podemos permitir que un poderoso hostigue a una mujer donde ésta no se puede defender, incriminada por algo que le es extraño? Ese tipo, abusador, representa al más puro machismo decimonónico y actúa con la cobardía de quien se esconde tras el privilegio que los ciudadanos le hemos otorgado. Un perfecto sinvergüenza, un infame, un bellaco.

 

¡Le preguntaron en sede parlamentaria por el “caso Koldo”, con toda la apariencia de ser una extensa trama delictiva de su partido y respondió atacando a una mujer sin posibilidad de replicarle!

 

El tipo, engatusándonos con tanta y tan villana felonía, pretende también distraernos de que hoy nuestro Parlamento (ya no es nuestro) aprueba un proyecto de ley (“Amnistía”) por la retambufa de la ciudadanía, que elimina con carácter retroactivo muy graves delitos cometidos por políticos catalanes condenados por nuestros jueces, sólamente aplicable para quienes los cometieron (y que no ocultan su intención de repetir). Esa oprobiosa ley establece oficialmente en España el sistema de “castas”, en las antípodas de nuestra Constitución, que establece la igualdad entre todos los españoles.

 

 

14-3-2024

 

CM