jueves, 10 de agosto de 2023

 MNEMÓSINE-LA MEMORIA

 

“La memoria es el don más apreciado de la vida” (Ramón y Cajal).

“La vida no es la que uno vivió sino la que uno recuerda y cómo la recuerda” (García Márquez).

 




Comienzo recordando que en la mitología griega la diosa Mnemósine era una titánide, hija de Urano y Gea (nada menos). Ella representa la Memoria en un amplísimo campo: “sabe todo lo que ha sido, lo que es y lo que será”. A través de los enormes ojos de la memoria podemos evocar el pasado y nos permite a los humanos conocernos a nosotros mismos, organizar el tiempo en pasado, presente y futuro y coleccionar los eventos del pasado. Es decir, un inmenso poder para la vida humana.

 

Además, en la Antigua Grecia, carente de libros, de prensa, de radio, de televisión, de internet, de teléfonos celulares (¡es fantástico que con tales carencias fueran capaces de construir una formidable civilización, fuente de otras posteriores y cimiento de la occidental! Hoy, con todos los dichos medios y una formidable tecnología asistimos a una gravísima degradación de nuestra cultura). Digo que, además, en la Antigua Grecia, tan aparentemente falta de recursos, la transmisión oral era absolutamente clave. La Memoria, Mnemósine, era vital para aquellos griegos.

 


La formidable Mnemósine inventó el lenguaje y las palabras y dio nombre a las cosas. ¡Permitió la comunicación entre humanos expresándonos y entendiéndonos! (¡hoy en España hay gente que pone trabas a que nos entendamos en español, uno de los principales idiomas de éste mundo!). Repito que inventó el lenguaje sin las tecnologías de que ahora disfrutamos y a las que muy frecuentemente nos encontramos sometidos. La dimensión por tanto de la diosa de la que hoy me ocupo era formidable y su poder magnífico.

 


En honor a Mnemósine, frente al oráculo de Lebadía, existía una fuente. Los humanos podían decidir:

         Quedarse con su memoria y beber de la fuente de Mnemósine,

         Dejar en el olvido su pasado y beber de la fuente Leteo.

En la época estaba extendida la creencia de la reencarnación y muchos optaban por “borrar” sus recuerdos al emprender su nueva vida.

 

Encuentro una relación curiosa de tales posturas enfrentadas en la mitología griega con los que hoy se afanan por borrar la memoria colectiva y “crear” una historia acomodada a sus intereses y muy distinta a los reales hechos acaecidos. 

A tal punto que los últimos dos dirigentes pseudosocialistas, Rodriguez Zapatero y Pedro Sánchez, nos han llevado a los españoles a beber de la fuente Leteo y, una vez borrados nuestros recuerdos, a inocularnos una falsa memoria de un cruel pasado: explotó una condenable guerra civil que sangró a España durante tres años, en la que finalmente resultaron vencedores los denominados “Nacionales” y vencidos los llamados “Republicanos”. Penosísimo hecho que quedó cerrado con el triunfo de los primeros y la derrota de los otros. Hasta que los nefastos líderes pseudosocialistas se empeñaron en reabrir la pendencia (tremenda desgracia también para todos los españoles). Con las delirantemente denominadas leyes de “memoria histórica” y “memoria democrática” han hecho lo posible por volver a oponer a los españoles en dos bandos encarnizadamente enfrentados. Para librarse del embuste no basta la tecnología (tantas veces y tan fácilmente manipulada), hay que recurrir a la antigua sabiduría mítica de Mnemósine.

 

El caso es que, aburridos los dioses de los formidables fiestorros de que disfrutaban en el Olimpo, pidieron a Zeus (el Jefe) que hiciese algo por amenizar los jolgorios.


 Para entonces Zéus ya le tenía echado el ojo a una diosa singular, enormemente inteligente, muy bella y muy poderosa: Mnemósine. Urdió un plan para conseguir fornicar con ella: se disfrazó de pastorcillo y se presentó con toda su divina sabiduría y labia a la diosa. Mantuvieron gratificantes relaciones sexuales durante nueve días. Resultado de ello, tras el periodo de gestación, Mnemósine parió en nueve días consecutivos a nueve espléndidas mozas: las Musas.

 



Llegado el tiempo las nueve Musas amenizaron (¡y de qué manera!) las fiestas del Olimpo. Recitaban historias y poemas, relataban los más interesantes episodios históricos, cantaban, bailaban, elaboraban discursos imponentes, desentrañaban los misterios astronómicos y astrológicos. Una verdadera locura para gentes (los dioses) más habituados a valorar las excelencias del intelecto aunque para nada reacios a los placeres eróticos y cachondones que tantos bienes aportan también al alma y al cuerpo.

 


La musa entrañable que me inspiraba ha marchado a chapotear en las aguas marinas para aliviar el fuego bochornoso con que su divino padre ha tenido a bien regalarnos estos días. Al quedar mis decires sin aliento ni amparo, debo suspender aquí mi trova fascinada ante la fabulosa Mnemósine.



PS: de un tiempo acá se están produciendo modificaciones llamativas en el funcionamiento de mi memoria. Es muy fastidioso extraviarla cuando de los sucesos más recientes se trata: “¿cuando dejé aquí mi teléfono?”, “¿Donde puse las llaves del coche?”, “¿cuando me has pedido eso; seguro?”. Por contra, sin pretenderlo, afloran en mi cabeza recuerdos antiguos (de mi niñez, de mi primera juventud) que tenia sepultados en el olvido. Como esto segundo no resuelve las pérdidas más recientes he de decir que resulta enojoso y muy poco práctico. En fin, es lo que hay.

 

 

10-8-23

 

 

CM     

martes, 8 de agosto de 2023

 EL VELLOCINO DE ORO

 

Versión libérrima de la narración mitológica griega

 

 


 

Se cuenta que en un lugar llamado Hispania-Yolco el desánimo, la tristeza y la mala convivencia habían penetrado en el corazón de sus habitantes. Hacía tiempo que les habían arrebatado el Vellocino de Oro y con él, la Justicia y la Dignidad. Gobernaba Pelias-Sánchez, personaje feroz, maldito, que no había dudado en deshacerse de cuantos suponían un obstáculo a su poder, fueran lejanos o muy, muy próximos. Pelias-Sánchez desconocía la sinceridad, la lealtad, el compromiso. Pero era un habilísimo maniobrero que había alcanzado la gobernación de su pueblo torticeramente. Siendo un semidiós no se le reconocía ninguna de las virtudes atribuidas a aquellos aunque él estaba convencido de ser un dios principal. Para hacerse y mantenerse en el poder se deshizo de algunos, exilió a otros, pactó con los peores y anuló a los mejores. Desconfiado, como toda alma negra, consultó al oráculo a quién debía temer y obtuvo la respuesta de que se cuidase de quien llegara descalzo de un pie.

 

Cierto día se presentó en la plaza pública Feijóo-Jasón, se encaró con Pelias-Sánchez y le reclamó que le entregara el gobierno que en justicia le correspondía. Naturalmente el gobernante se negó y puesto que Feijóo-Jasón se presentaba con credenciales bastantes que respaldaban su reclamación y, además, era notorio que le faltaba una sandalia, Pelias-Sánchez le puso como condición para entregarle el Gobierno que recuperase el Vellocino de Oro.

 


Feijóo-Jasón aceptó y seleccionó a los mejores (ésta es la parte que menos me creo), encargó la construcción de una fuerte nave: Argo. Aunque tengo mis dudas sobre la selección que hizo para acompañarle, es cierto que en el grupo estaba la inteligente y gran guerrera Alvarez de Toledo-Hércules. Tomando el grupo su nombre del magnífico barco, dieron en llamarse Los Argonautas que prontamente iniciaron un viaje repleto de dificultades y aventuras en busca del Vellocino de Oro.

 




El destino era Cólquida, en el mar Negro. Desembarcaron primero en la isla de Lemnos en la que (dicen) solo habitaban mujeres dirigidas por la iluminada Montero-Hipsipila. Tan bravas y belicosas se mostraron que abreviaron en reponer agua potable y reemprendieron ruta con rapidez. 

 




En Tracia encontraron a Fineo que fue castigado por Zeus a la ceguera y que era atacado por las pérfidas Arpías, despiadados seres voladores que le robaban la comida. Inicialmente eran dos seres crueles, Erc-Aelo y Juntsxc-Ocípete (ambas con marcado acento catalán lo que era increíble en aquellos tiempos y tierras). Los Argonautas atacaron a las Arpías y consiguieron espantarlas para siempre(¿). Fineo, agradecido, les indicó la mejor ruta para llegar a su destino.

 



Tras muchos tropiezos y sinsabores Feijóo-Jasón y los Argonautas lograron llegar a La Cólquida y solicitó al rey Eetes que le entregara el Vellocino de Oro. Éste accedió a condición de que previamente domesticara a dos inmensos y terribles toros con pezuñas de bronce que despedían fuego por las fauces y que les unciera y labrase con ellos el campo consagrado a Ares y sembrara dientes de dragón y luchara contra los guerreros que nacían de los dientes. 

 






Feijóo-Jasón no imaginaba forma de enfrentarse a tal prueba. Pero, por fortuna, conoció en La Cónquida a la hija del rey, Ayuso-Medea, mujer de gran belleza que poseía enormes poderes mágicos, gran hechicera, mujer autónoma, con gran capacidad de decisión y apasionada. Impactada por Feijóo-Jasón le propuso ayudarle si él se comprometía a llevarla con él  en el viaje de regreso e incorporarla a su gobierno. Él no lo dudó un momento y le rogó que le auxiliara. Así fue como ella preparó una pócima que le hacía invulnerable al calor que despedía el fuego de los “Khalkotauroi” lo que le permitió sembrar el campo de Ares con los dientes de dragón.



Enseguida comenzaron a salir de la tierra numerosos y agresivos guerreros que se autodenominaban Gudaris. Nuevamente fue Ayuso-Medea quien le indicó la manera de combatirlos. Le dijo que cogiera una piedra y la lanzara en el centro de los guerreros. El efecto fue fulminante, los guerreros se organizaron inmediatamente en dos bandos que se lanzaron enloquecidamente a conseguir la piedra. Se destrozaron entre ellos. 


Pero el rey Eetes se resistió a cumplir su promesa. Entonces Ayuso-Medea acudió por la noche donde se encontraba el Vellocino de Oro custodiado por la terrible serpiente. Pero no se arredró, preparó un veneno especial que acabó con la serpiente, descolgó el Vellocino de Oro que colgaba de una rama y corrió con él hasta el barco Argo. Embarcaron rápidamente todos emprendiendo el viaje de regreso.

 


En el camino de vuelta tuvieron que enfrentarse con los Gigantes de Seis Brazos, con los Acantilados Móviles y con el gigantesco Hombre de Bronce que recorría la costa vigilando incansable. Siempre fueron definitivas las aportaciones de Ayuso-Medea: con su sortilegio volvió  loco a Talos, el Hombre de Bronce.

 


De regreso finalmente a Hispania-Yolco, Feijóo-Jasón presentó al usurpador Pelias-Sánchez el Vellocino de Oro comprometido. Pero lo rechazó, incumpliendo su acuerdo de entregarle el gobierno (parece evidente que no le interesaba ni la Justicia ni la Dignidad). 

 


Ayuso-Medea no se rinde: habla con las hijas de Pelias-Sánchez y las convence de que si matan a su padre y troceado lo meten dentro de un gran caldero de líquido mágico hirviendo, saldría rejuvenecido. Las hijas caen en la trampa y matan a su padre.

 

Aquí dejo la narración semimitológica porque los aconteceres siguientes derivan en nuevos relatos de gran enjundia pero el objetivo que me vino a la mente creo que queda cumplido con éste final. ¡Zeus lo permita!

 

⭐️⭐️⭐️

 

 


Varios siglos más tarde de tales aventuras y desventuras, en 1429, el duque de Borgoña y conde de Flandes fundó la Insigne Orden del Toisón de Oro, una de las más principales, prestigiosas y antiguas órdenes de caballería de Europa. Con la elección simbólica del Vellocino de Oro el duque hacía referencia a la leyenda de Jasón y los Argonautas. Su lema “Ante ferit quam flamma micet” (hiere antes de que se vea la llama) continúa sorprendentemente vigente (u olvidada). La Orden se dividió en dos ramas: de la española es hoy Gran Maestre el Rey de España Felipe VI y de la austríaca el Archiduque Carlos de Habsburgo-Lorena.

 

 

8-8-23

 

CM

 

 

 

 

 

 

jueves, 3 de agosto de 2023

 MARÍA DUCE RELIGIONI ET PATRIAE

 

 





Durante once años de mi vida escolar pasé a diario bajo la leyenda en latín “María Dirige la Religión y el País” grabada en el frontis de la gran doble escalinata exterior de piedra que daba acceso a la planta principal del Colegio de El Pilar. Desde ella arrancaba otra amplia escalinata interior de piedra que conducía a la segunda planta. Sobre esa segunda escalinata, se leía la leyenda “La Verdad Os Hará Libres”.

 





El primer lema era la natural encomienda a la Virgen María (el colegio estaba regido por una congregación Mariana) como conductora, a quien se consagra el futuro de la Religión y de nuestro País. Emblema muy anterior a nuestra guerra civil y, por tanto, ajeno a cualquier planteamiento político.

 





La segunda máxima corresponde a las palabras dirigidas por  Jesucristo a los judíos según el evangelio de San Juan. Se refiere a la esclavitud a que somete el pecado y cómo siguiendo la Verdad de Jesucristo y combatiendo el pecado se alcanza la libertad.

 





Entre los años 1953 y 1964 (pleno franquismo) me formé en un colegio religioso. Con la perspectiva de los años puedo asegurar que era un centro escolar fundamentalmente liberal: jamás oí hablar allí de Franco (mucho menos de Primo de Rivera) más allá de una somera información de hechos. Jamás aprendí más himnos que el del colegio y alguno a la Virgen María. 


En los meses de Mayo las clases se adornaban (y competíamos) con pequeños altares dedicados a la Virgen, muy adornados de flores. Al entrar en cada clase rezábamos (en pie, junto al pupitre) un “Avemaría”. Los jueves, a nuestra libre voluntad, había confesiones y comuniones o, alternativamente, lectura en clase. 


En las Semanas Santas acudíamos a la capilla principal para celebrar el Viacrucis. Jamás sufrimos ningún tipo de castigo corporal. Ni tuve noticias de ningún tipo de abuso por el profesorado, en parte religiosos y en parte seglares. 







Se celebraba por todo lo alto el Domund: a cada alumno una hucha de barro (un negrito, un chino, un indio, …) y se establecía una excitante competición entre todas las clases por la recaudación para las Misiones que se representaba en un enorme panel (que tapaba la escalera principal) mediante termómetros o muñequitos ciclistas que facilitaban ver el progreso del campeonato (la clase ganadora iba un día de excursión a la Herrería en El Escorial). 


Y el otro gran acontecimiento religioso lo suponían las Navidades. No existían los abetos. Se multiplicaban los “nacimientos” entre los diversos cursos y uno más artístico, con figuras grandes, representaba a todo el colegio. 






El día grande era el doce de octubre, festividad de Nuestra Señora del Pilar. El acto principal era una misa en el Patio Central donde lograban congregar a todo el colegio.

 

En Preu, me apunté a los llamados “grupos de vida en gracia” cuyo objeto más llamativo era acompañar a un profesor los fines de semana a un  poblado de chabolas, para enseñar a leer a quienes lo deseasen.  (Más tarde repetí la experiencia en el campamento del ejército en La Granja (El Robledo) con idéntico agradecimiento de los reclutas analfabetos).

 


Claro que teníamos clases de Religión (Historia Sagrada y Evangelios) que con la Gimnasia y el Francés ocupaban un menor nivel entre las asignaturas (las “marías”).

 

 





Había (muy estimulada por los profesores) una afición enorme a los deportes que mejor permitían las instalaciones: jóquey sobre patines, balonmano, baloncesto y frontón. El fútbol decayó cuando los Marianistas vendieron el gran solar de Castelló frente al colegio y el piso de tierra quedó reducido a un espacio muy menor.

 








¿Qué me enseñaron entonces aparte de Lengua, Matemáticas, Literatura, Física, Química, Naturales, Geografía, Historia, Latín, Griego,..?: a ser persona, a aprender a pensar, a ser buena persona, a ser solidario, a no mentir, al valor de la amistad, de la confianza, de la dignidad, de la lealtad, a saludar “correctamente”, a respetar a los demás y a sus pareceres, a los mimbres de la democracia (todo se decidía por mayoría simple), a respetar a los mayores, a defender al débil,  a prometer con total compromiso, a que los objetivos se alcanzan con esfuerzo, a la supremacía de los bienes espirituales sobre los materiales. 






Los profesores no eran “colegas” aunque alguno jugase al fútbol con nosotros (en sotana), eran personas enormemente respetables y respetadas. 


Cierto que había algo de obsesión en que no nos relacionásemos con las chicas (el de enfrente era un gran colegio femenino y el mío era un centro exclusivamente masculino). (A pesar de ello, en el último curso ya se impusieron los “guateques” con su sexualidad blanca y cristalina).

 

Se daba gran importancia a las asignaturas de “conducta” y “aplicación”. Ambas han sido ejes básicos en mi vida.

 





Forzosamente El Colegio de El Pilar dejó una huella muy profunda en mi vida, por lo que me encuentro profundamente satisfecho y agradecido. Los postulados básicos no diferían de los principios recibidos de mis padres. 


Estoy, a mi vejez, enormemente orgulloso de ello y profundamente convencido de que no eran valores de circunstancias o modas. Son valores a mi parecer plenamente vigentes y necesarios pero muy extraviados o incluso perdidos por gran parte de la sociedad actual.

 

Mis nietos están recibiendo en sus casas enseñanzas fundamentalmente similares. Pero no tanto en sus centros escolares en que se ha degradado llamativamente el respeto al profesor, se ha perdido frecuentemente el apoyo de los padres al profesorado, se ha relajado a extremos irracionales la valoración del esfuerzo como la herramienta adecuada para satisfacer los deseos. 

 

No me enseñaron materialismo, odio, relativismo, rencor, soberbia, falsedad, falta de escrúpulos, que por contra son hoy tan bien acogidos. (Y tengo la certeza absoluta de que los agustinos del Centro Universitario María Cristina de El Escorial tampoco han transmitido nada parecido en sus enseñanzas). 


Sea donde fuere, los españoles hemos tenido muy mala suerte con muchos de nuestros líderes sociales, ¿o la que merecemos?

 





Aquí invoco: “¡María, dirige nuestros espíritus y nuestra patria!”, porque estamos muy perdidos (a mi parecer). Pero “a Dios rogando y con el mazo dando”.

 

 

 

3-8-23

 

 

CM

 

domingo, 30 de julio de 2023

 DE PARTOS

 

 


 

Amaneció orvallando. Y así ha continuado durante todo el día. Como también aquí padecemos una severa y larga sequía este orvallo mantiene al menos la suficiente humedad en las plantas y en los campos para conservar esos verdes que tanto me serenan. Es una levísima cortinilla de microgotas de agua a veces despreciada por el caminante no avisado pero que acaba por empapar ropas y carnes. Se diferencia de su pariente, la lluvia, porque es silenciosa, difuminada, apenas apreciable tras los cristales. Se delata por las huellas de agua que va depositando en todas las superficies.

 




Hace tres días que el bullicioso o leve canto, según los momentos, de las más diversas aves se ha acompañado a ratos por unos lamentos profundos, dolorosos, inquietantes que el eco se ocupaba de esparcir por el valle.

 

La casa que disfrutamos se encuentra en la ladera de ese valle estrecho y largo que se dirige hacia el mar. La ladera de enfrente está coronada por algunas sólidas casas entre extensos prados. Tras ellas asoman unas montañas impresionantes que forman parte de la avanzadilla de los milagrosos Picos de Europa. Algo alejada, en esa primera línea de horizonte se vislumbra, entre el bosque, una construcción que alberga ganado. Lo suficientemente lejana para no compartir aromas pero lo bastante próxima para escuchar los profundos lamentos. 

 


Mi mujer me aclaró: “una vaca está de parto”. 

 

¡Acabáramos, el motivo de los quejidos era menos cruel y fiero que lo que yo temía!. 

 

“Pero -le dije- tengo la impresión de que no se trata solamente de una voz”. 

 

“No es extraño -me contestó- posiblemente inseminen varios animales al mismo tiempo y, por tanto, es fácil que sean coincidentes los partos”. 


Desvelado el enigma se alivió mi inquietud al tiempo que se perdía el embrujo de lo misterioso. En cualquier caso, los mugidos de una vaca que se queja son tan largos y profundos que se escuchan con el corazón. No es fácil abstraerse de ello. Ahora pienso que en su desazón proclama su apretura y seguramente solicita auxilio.

 

Tras una sesión más apremiante, una de las voces enmudeció. Con los prismáticos intenté ver al recién nacido. No lo conseguí. Pero efectivamente otra compañera continuó con sus lamentos profundos. ¡Suerte amiga!

 


Como es tan frecuente por aquí, repentinamente se disipó la densa nube en la que hemos permanecido. Como por ensalmo apareció un sol ya de última tarde. Observo embelesado el verde valle tornado ahora en dorado por los rayos postreros. 



El nuevo ha llegado a una tierra deliciosa. Regalada por la naturaleza y olvidada por los humanos. Pero hoy no me deslizaré en politiqueos. ¡Es tan hermosa y bendita ésta tierra! Con las luces últimas me pierdo en el valle y venero a las montañas. ¡Gracias!





 

 

 

30-7-23

 

 

CM

 

viernes, 28 de julio de 2023


 

 

CENTRO RELAX


 


 

Acabo de apuntarme en un Centro de Relax (que me dicen muy acreditado) en que he conseguido plaza por los pelos. Se ha disparado la demanda en los días últimos. Sus especialistas me han encauzado hacia el BiosLimming, en la sección para la distensión de esfínteres rectales.



Apenas comencé a informar al atento “relajador” cuál era mi problema, se me adelantó e hizo una muy precisa descripción de mi inquietud y necesidad: 

 




-“usted no es otra cosa que un ciudadano más (los tenemos a miles en nuestros centros) duramente maltratados por las incertidumbres transmitidas por los más diversos medios de comunicación sobre la futura convivencia ciudadana (que ya le adelanto que la tendencia es a desaparecer). Hemos sufrido unas semanas intensas en que nuestros políticos se han puesto las botas. Las consecuencias: incertidumbre angustiosa, excitación por los cambios más que probables, regodeo ante la aparente derrota del contrario y, finalmente, impacto brutal ante la volatización de todas las espectativas. Así, decaimiento brusco del estado de ánimo, indignación, incredulidad, rigidez corporal y alteración del sueño”.

 

-“¡Dios mío, pero sí usted no me conoce y ha acertado de lleno con mi cuadro clínico!. Le aseguro que me encuentro fatal: no entiendo el resultado del proceso vivido, me he llegado a obsesionar con ello, doy la vara a mi familia y amigos,…, un desastre”.

 

-“créame que se trata el suyo de un caso de manual y que tiene solución. Ha venido al lugar más adecuado para tratarse. Pero permita que, antes de nada, le informe de que a usted (y a tantos otros) les espera un brutal empeoramiento (hasta niveles no imaginables) de las agresiones que ha venido sufriendo en su vida privada y social. Aquí no actuamos contra eso. Actuamos contra las consecuencias en su salud”.

 

-“¡ay, por Dios!, ¿no existirá manera de aminorar el acorralamiento que me oprime?”

 

-“le aseguro que no está en nuestra mano; incluso puede que no haya forma de cambiarlo. Pero exactamente ahí es donde podemos actuar tratándole con nuestras técnicas para aminorar su sufrimiento, hasta incluso hacerlo desaparecer o (hay algunos casos), revertirlo en algo placentero”.

 

-“¿cómo puede ser eso?”

 




-“mire señor, a usted le van a dar por saco (por el culo) intensamente, sin miramientos ni remilgos, ¡sin piedad! Porque a ellos les produce placer y porque aún gozan más con el sufrimiento de usted. Es vital que usted interiorice esto porque nuestro tratamiento va a actuar en tal escenario.”

 

-“¿pero usted cree que actuarán aún más bárbaramente? ¿es posible?”

 




-“lo es. Incluso muchísimo más de lo que se pueda imaginar. Tiene que centrarse en dominarse a sí mismo. Nosotros le enseñamos cómo: inicialmente le ayudaremos a relajar totalmente su cuerpo. Y trabajaremos muy especialmente con la zona ano-rectal hasta alcanzar su distensión máxima. Finalmente procederemos a la penetración terapéutica”.

 

-“mire usted, en mi caso no va a funcionar. He tenido desde pequeño enormes dificultades con los simples medicamentos supositorios. A eso se añaden mis desarrolladas hemorroides. Mi naturaleza, mi educación, mi formación, mi cultura …¡Imposible!”

 




-“créame que hemos conseguido tratar los casos más difíciles y, por lo que me parece, el suyo no es un caso insalvable. Además es fundamental que sepa que éste tratamiento sólo es eficaz para el caso de la política y los políticos. En otro ámbito, carece del menor efecto. Los ataques que va a sufrir ya le aseguro que se incrementarán hasta donde no imaginamos. ¡Sólo es posible aprender a convivir con ello, recibirlos con naturalidad y (si fuese posible) llegar a disfrutarlos”.

 

Buenas instalaciones. Profesional convincente. He pagado el tratamiento para una semana que me dicen debe ser suficiente para apaciguar el sufrimiento y relativizar las embestidas. Su lema “si no puedes evitarlo, relájate y, si es posible, disfruta”.

 

Mañana comienzo. Ya comentaré si hay algo reseñable. Pero lo que es verdad es que así no puedo vivir. Ya me he convencido de que no dejarán de darme por saco: o los aniquilo o me relajo con el Bioslimming.

 

 

28-7-2023


CM