viernes, 16 de diciembre de 2011

LIBERTAD DE HORARIOS COMERCIALES


“ABRA SU TIENDA CUANDO USTED CONSIDERE”




Con el pomposo título de “Ley de Dinamización del Comercio Minorista” el gobierno de la Comunidad de Madrid pretende liberar totalmente los horarios comerciales. El proyecto de ley aprobado comienza manifestando que “Cada comerciante determinará con plena libertad, y sin limitación legal alguna, los horarios, festivos y domingos que abrirá su negocio en la región”.

Parece que una parte de los profesionales afectados pudiera estar en contra de la medida.

En principio es incomprensible que alguien pueda estar en contra de poder actuar con libertad en la gestión de su propio negocio. Parece absurdo que pueda haber quien prefiera que le limiten su capacidad de decisión sobre cuándo o cómo realizar su actividad mercantil.

Cavilando sobre tal rareza se me ocurre que una medida liberalizadora de horarios comerciales debería ir acompañada necesariamente de una modificación del marco laboral. Una flexibilidad total en los horarios comerciales requiere sin duda de contratos laborales también flexibles. En otro caso es muy posible que a una parte del pequeño comercio le resulte inalcanzable optar por un horario totalmente abierto y que ello le deje fuera de juego.

Pero dicho lo anterior, reflexiono también sobre otras posibles razones del comerciante para recibir de malas la noticia. ¿Son todos los minoristas de Madrid comerciantes? Admitiendo que comerciante es quien negocia comprando y vendiendo, creo que algunos de los que tienen establecimiento comercial abierto son simplemente “tenderos” (porque tienen tienda) pero no comerciantes. Hacer buen negocio exige espíritu de “zarracatín” o “regatón”, o sea comprar barato y vender caro.

Me atrevería a decir que todos los consumidores hemos sufrido alguna vez la triste experiencia de dar con un tendero que no quiere hacer negocio. Personalmente acumulo diversas experiencias.

En alguna ocasión pasé al comercio con una idea poco definida y con la intención de que el comerciante especializado me ayudase a concretarla. Recuerdo con escozor un caso en una tienda de telefonía. ¡Pero si la persona que me atendió sabía menos que yo y yo no se nada de ese tema! Quizás tuviera artes de empaquetador, cobrador o “ganapán” transportador (como no pude comprar, tampoco despejé éste extremo) pero desde luego nada que ver con un comerciante, mercader o tratante. Debía ser habitual que el posible cliente saliera de vacío sin llegar a serlo porque no adiviné la menor sorpresa o disgusto en aquél tendero.

Otras veces me sorprendió la actitud arisca y maleducada con la que me recibieron en el supuesto comercio. Como tengo la total certeza de que no pequé en otra cosa que en pasar al establecimiento y saludar correctamente,  tengo que concluir que a sus regentes les molestaba atender a un posible cliente y realizar una venta (¿o quizás ser tratados con urbanidad?). No olvidaré aquella juguetería en la que entre el hola y el adiós a los dos que se escudaban tras el mostrador pasaron segundos. Desde luego no vi a ninguna otra persona que distrajera en aquel momento a tales gañanes.

En otra oportunidad me ocurrió que la amabilísima persona que me atendió en una tienda de muebles centró su empeño en quitarme la idea de comprar algo de su almacén que me había llamado la atención. Sus juiciosas consideraciones me hicieron desistir de adquirir el objeto de mi interés. Me quedé esperando la oferta alternativa del simpático. Nunca se produjo. Hasta recuerdo cierta situación embarazosa por esperar que el otro hiciera o dijera lo que ni se le había pasado por la cabeza decir o hacer.

Lo más llamativo es la frecuencia con la que me he encontrado en los comercios con gentes deseosas de evitar o entorpecer que realizase una compra. Imperdonable es cuando la actitud anticomercial procede de un dependiente, hortera o motril. Porque si está percibiendo una remuneración por atender al público y propiciar el negocio es claro que estafa a su empleador. Pero es imperdonable pecado capital si se trata del dueño de la tienda o del baratillo. ¡Y vaya si los hay!

Por desgracia existe una parte del comercio minorista en manos de charangueros totalmente incapaces de ejercer la actividad comercial. Percibo demasiadas veces un tufillo de “aquí estoy para quien se empeñe en comprarme algo pero faltaría más que yo tuviese que molestarme en animarle a hacerlo o facilitárselo”.

Mucho me temo que en el gremio de nuestros tratantes, trujamanes, merceros y tenderos abundan los que confunden ser empaquetador, despachador o cobrador con ser comerciante. Y puede que esa falta de espíritu mercantil explique en parte que se tome a mal el que una nueva ley amplíe la libertad.

jueves, 15 de diciembre de 2011

ESPAÑA Y LA FLORIDA: UN GRAN DISLATE Y UNA GRAN GESTA


UN BUEN EJEMPLO DE DESPILFARRO:
Actualmente España mantiene en Miami (La Florida, USA) “embajadas comerciales” de 7 regiones españolas (comunidades autónomas): Cataluña, Andalucía, Madrid, C. Valenciana, Galicia, Castilla-León y Castilla La Mancha.
Aparte hay abiertas 6 oficinas de representación estatal: Consulado General, Oficina Comercial, Educación, Turismo, Cultural de Cooperación Iberoamericana y Cámara de Comercio.
La población de Miami no alcanza 500 mil habitantes aunque su área metropolitana se acerca a 5,5 millones.

Sobra decir que, reportando las trece representaciones a administraciones diversas, no existe ninguna coordinación institucional.
Es evidente que hoy, ni por el poco peso que desgraciadamente tiene España ni por las circunstancias financieras españolas, se justifica semejante despliegue funcionarial.
Pero no siempre ha sido así. De hecho, España fue clave en ese territorio.



DESCUBRIMIENTO Y COLONIZACION DE LA FLORIDA:
 
Ponce de León

En abril de 1513 Ponce de León toma posesión del territorio en nombre de la monarquía española bautizándolo como La Florida. Se configura inicialmente como un inmenso territorio que comprendía todo lo descubierto al norte de Cuba y al este de Nueva España.
Los exploradores y descubridores españoles (Mimelo, Hernández de Córdoba, Alaminos, Grijalba, Camargo, Alvarez de Pineda ...) pactan y combaten con los indígenas (calusas, timucuanos y muscoquis). La civilización avanza de la mano de la evangelización enfrentando las prácticas idólatras que incluían el sacrificio de niños.
El 5 de diciembre de 1520 el Papa León X crea la diócesis de Santiago de La Florida.
En 1567 Menéndez de Avilés derrota a una colonia de hugonotes asentados en la costa atlántica desde 1562. Consolida la colonización española construyendo fuertes, negociando con los indígenas y facilitando el envío de los jesuitas, sustituidos en 1572 por franciscanos. En 1634 había 44 establecimientos misioneros y se había conseguido la conversión de más de 30 mil indígenas.
La ocupación francesa de la colonia de Luisiana (dejó separada La Florida del virreinato de Nueva España) y la fundación en 1706 de la colonia inglesa de Georgia reducen drásticamente la extensión inicial de La Florida.
Tras la Guerra de los Siete Años y con la firma de la Paz de París en 1763 España pierde La Florida que pasa a dominio inglés. En compensación Francia nos cede La Luisiana.
José de Gálvez

En junio de 1779 España decide ayudar a las trece colonias inglesas rebeldes, germen de los Estados Unidos. Bernardo de Gálvez es nombrado gobernador de La Luisiana por su tío José de Gálvez (Visitador Real de Nueva España y Consejero de Carlos III). Bernardo de Gálvez (nacido como su tío en el serrano pueblecito malagueño de Macharaviaya) invade La Florida, ataca y toma diversas fortificaciones y plazas (entre ellas Pensacola) inglesas facilitando la victoria de los sublevados en la batalla de Yorktown (1781) y por tanto la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica. En 1783 España recupera La Florida en condiciones muy precarias pues Estados Unidos exige el territorio situado al norte del paralelo 31º.

En reconocimiento a la decisiva aportación a la independencia norteamericana de Bernardo de Gálvez, existe una estatua suya en Washington y goza de un prestigio entre los norteamericanos muy alejado del práctico desconocimiento que de él se tiene en España.
Godoy firma en 1795 el Tratado de San Lorenzo de El Escorial por el que se cede a Estados Unidos los territorios hasta el paralelo 31º. También se cedió La Luisiana a Francia.
Aunque desde 1812 había desaparecido de hecho la soberanía española sobre La Florida, por el Tratado Transcontinental de 1819 (Adams-Onís) España entrega formalmente a Estados Unidos las colonias que quedan al sur de Norteamérica por 5 millones de dólares (nunca pagados).

¡300 años de soberanía española en La Florida! 
Hoy apenas quedan en La Florida huellas de España: San Agustín, (el asentamiento europeo más antiguo ocupado en Estados Unidos), donde entre sus cinco banderas ondean la española actual y la antigua española con la cruz de Borgoña¡y 13 representaciones administrativas! Vaya, vaya ...

jueves, 17 de noviembre de 2011

LOS SANTOS INOCENTES

Hoy, (noviembre de 2011), la economía española no crece. Es muy probable que esté disminuyendo, en recesión. Nada extraño con más del 20% de la población activa en paro. Y con un entorno económico (países a quienes principalmente compramos y vendemos) en severa crisis económica. O sea, producimos menos y, lo que producimos, es más difícil que lo vendamos ni fuera (por las dificultades de nuestros clientes tradicionales) ni dentro (por la disminución de los consumidores y del consumo).

Al tiempo, tenemos que atender unos gastos imponentes, consecuencia de un desarrollado estado de bienestar social (salud y educación públicas, subsidios al desempleo, a la vivienda, al transporte, …, al cine, a escéntricos estudios, ...), de un formidable derroche en los gastos públicos (dietas, coches, viajes, festejos, …) y de una espeluznante corrupción pública (cargo de gastos privados, disposición fraudulenta de fondos públicos, …). Lamento los puntos suspensivos pero no me caben la inmensidad de casos que me vienen a la mente.

No hay dinero para atender el pago de los gastos. Se acude al préstamo. Los prestamistas dudan crecientemente de que España pueda atender sus obligaciones de pago. Quienes prestan cobran el riesgo de impago; ¡y de qué manera! Ya se han cerrado préstamos a más del 7%. La posición financiera es de tal debilidad que parece que sólo preocupa conseguir el anticipo, al coste que sea.
Como el crecimiento es cero (o negativo) y se toma dinero a más de un 7% de interés, cada día pesa más en las cuentas españolas el gasto financiero, el pago de los intereses de la deuda. Y cada día la letal madeja se hace mayor.




Me asaltaban esos pensamientos mientras observaba ayer embelesado cómo jugaba mi nietecita (algo más de tres años) en el parque infantil con otros de, más o menos, su talla. Y, al tiempo, me llegaba la noticia del séptimo cumplemeses de Xavi, primer hijo de una joven amiga. Y recordaba la proximidad del viaje de retorno de otros jóvenes amigos con su hijito recientísimamente adoptado en un país de hambre y desesperación. ¡Tantos inocentes! Ellos también sufrirán las consecuencias terribles de la situación económica que abreviadamente describo arriba. Las padecerán, ¡pero ellos no pueden hacer nada por evitarlo! Nosotros les obligaremos a asumir la mortífera herencia.

¿De verdad no seremos capaces de hacer lo necesario para evitar el padecimiento de nuestros SANTOS INOCENTES? Nuestra naturaleza nos exige hacerlo; ¡hagámoslo!

martes, 27 de septiembre de 2011

CATALUÑA, LOS TOROS BRAVOS Y LAS PROHIBICIONES


Los mal llamados "carrebous"

Los catalanes aprobaron (octubre de 2010) proteger las fiestas populares de los “carrebous”. El entretenimiento consiste en soltar a un toro bravo por una zona urbana previamente acotada mediante vallas protectoras (usualmente la calle principal de la población o la más larga) para que los participantes en la fiesta tengan ocasión de descargar adrenalina incitando la embestida del animal. Existe una modalidad (toro embolado) en que al animal se le sujetan a los cuernos unos artilugios prendidos con fuego.
Lo primero que tengo que decir es que el nombre de la fiesta llama a incomprensión por la inexactitud del tipo de animal utilizado para este entretenimiento. Un “bou” es un buey entre cuyas condiciones están la mansedumbre y docilidad. Es decir, características muy inapropiadas para producir ágiles y peligrosas embestidas que propicien la diversión popular poniendo a prueba la valentía de los participantes. Como hacer embestir a un buey sin herirle ni fustigarle es misión prácticamente imposible, la fiesta se celebra con un toro bravo (brau) que sí posee las cualidades de fiereza e impetuosidad idóneas para el fin que se busca. Deberíamos hablar por tanto de “carrebraus” y no de carrebous. Importa la rectificación a la comprensibilidad de la fiesta a quienes no estamos familiarizados con ella y quizás a que con el nombre inapropiado pero más amable se pretenda disimular la participación necesaria del toro bravo con intención de evitar conexiones con otro tipo de fiestas. Por tanto se trata de un festejo taurino.

Que la fiesta se celebre en un espacio público, en una zona céntrica de las poblaciones, asegura desde luego que ningún vecino permanezca ajeno a ella (le entusiasme o le repugne; quieras o no). Para quien la aversión resulte irresistible no existe otra que huir o enclaustrarse.

El motivo aducido para proteger la fiesta es el arraigo popular y la tradición.  Es un argumento absolutamente sólido y muy saludable. Preservar las costumbres y tradiciones de los pueblos es una obligación de primer orden, por respeto y reconocimiento a nuestros mayores y por fijar y mantener nuestras señas de identidad como colectivo.

Los catalanes han aprobado la protección de ésta fiesta a través de sus representantes legales del parlamento catalán. Digamos por tanto inmediatamente dos cosas. Por el efecto frontera, la fiesta queda desprotegida en las regiones no catalanas donde -hasta hoy-, carecen de competencias los parlamentarios catalanes. Como son buenas las razones de arraigo y tradición sería preciso agilizar su protección en otras zonas afectadas (p. e. la región valenciana). Pero habrá que debatir y, en su caso, aprobar la protección explícita, no sólo a ésta sino a todas las tradiciones y costumbres de nuestras aldeas, pueblos, villas y ciudades (!!!!!). Preveo una inmensa sobrecarga de trabajo para los diversos representantes parlamentarios. Menos mal que ya tenemos adelantado (y pagado de qué manera) el trabajo de disfrutar de más de quince parlamentos regionales. Pero, desde luego, insignificantes me parecen para el ingente trabajo que se les viene encima. Tendremos que promover más institutos públicos de representación (local, vecinal, …) donde poder tratar y debatir estos asuntos. Y quizás lleguemos a la conclusión final de que todos tenemos que ser representantes; aunque cada uno sólo se represente a sí mismo. No echaría en saco roto la reflexión porque, entre otras, puede aportar la solución rotunda del paro (considerar como no parados a quienes, a falta de trabajo, realizan cursos de formación, no deja de ser una chapucilla irrelevante frente a la opción de nombrarnos a todos representantes populares, con digna remuneración y derecho de jubilación).

Cartel de la última corrida de toros en Barcelona
En segundo lugar, éstos son los mismos parlamentarios catalanes que recientemente han aprobado la prohibición de las corridas de toros. Ahí no valieron ni el arraigo popular ni la tradición como razones justificativas. Valió el criterio de la protección de los animales frente a cualquier crueldad perpetrada contra ellos. Y se estimó sin duda alguna que una corrida de toros es un salvaje y cruel espectáculo incompatible con una sociedad civilizada. Visto lo visto, digamos que una sociedad civilizada (catalana) no puede permitir que se dañe físicamente a un animal pero no le turba que se le lastime emocionalmente por razones de arraigo popular y tradición. Si el discurrir de los parlamentarios catalanes acaba en esta distinción entre los maltratos a animales, se han quedado cojos pues no veo cómo poder justificar el maltrato emocional. Si no es así, habría que explorar posibles motivaciones espurias y no manifestadas. 


El torero catalán Serafín Marín en la última de Barcelona.
En tal caso, ¡cuidado con otorgar representación a los falsarios! Bien es cierto que, al celebrarse las corridas de toros en recintos expresamente construidos para ello, la opción para quienes les repugne se simplifica radicalmente: basta conque no acudan, sin necesidad de huir ni de enclaustrarse. Y, sobre todo, ¡SIN NECESIDAD DE PROHIBIR!

domingo, 4 de septiembre de 2011

EL VERANO SE VA DILUYENDO

En el paseo marítimo, en la playa y en la pequeña villa de Ribadesella han comenzado a aparecer grandes claros: se esfumó la muchedumbre y vuelvo a tener la impresión de poder pasearlos sin entrar en obligado conflicto de espacios. Conflicto incómodo especialmente porque una parte no desdeñable del gentío da constantes muestras de burricie y falta de respeto propio y ajeno del que animan a participar activamente a sus rapaces, bastantes de ellos extraordinarios en el grito, los juegos agresivos y vocingleros (como los de algunos primates enjaulados) y escrupulosos en el maltrato a sus hermanos, padres y abuelos. Lo que de ellos podemos esperar los que no somos del círculo familiar es fácil de pronosticar y, para mí, imposible de soportar.
Aquí se repitió una concentración formidable de gentes en agosto. Espectáculo dantesco el que entreví por las rendijas de mis muy prudentes aproximaciones. Y muy sorprendente: ¿desapareció la crisis económica durante esos días? Y muy preocupante. A cierto nivel de incivismo y de festejo de la brutalidad no hay recuperación que aguante. Acucia salir de la inmensa crisis económica. Pero creo que con ciertos patrones de conducta no es posible aspirar a una sociedad desarrollada (tampoco, desde luego, salir de la crisis económica).
Es cierto que no se precisan muchos brutos en un colectivo para que el conjunto parezca brutal. Pero seguro que una de las razones para que esto sea así se debe a que la gran mayoría carece de conciencia colectiva y duda (o se avergüenza) de su propia cultura social. ¿O carece de ella? 
No puedo creer que los españoles hayamos perdido en pocos años nuestra cultura de convivencia: la que daba prioridad a embarazadas y ancianos o la que llevaba a barrer y fregar cada mañana el trozo de acera correspondiente a la humilde y pulcra fachada de la casa en el pueblo. El común de esas y otras cientos de pautas de conducta es el respeto por uno mismo y por el otro, la preocupación de asociar la imagen propia con la delicadeza, y el deseo de ofrecer a los demás aspecto de orden y limpieza.
Un concepto de la libertad necesariamente ligado a la vida en sociedad y, por ello, sujeto a unas normas de comportamiento dirigidas a hacer más fácil y placentera a todos la vida en comunidad. Y, más allá, el reconocimiento a los que nos precedieron y a quienes llevan en el volumen de su vientre la evidencia de la conservación de nuestra especie.  
Aunque consiguiésemos reconducir la situación actual a la idea de que sean algunos de los mejores los que se ocupen de la cosa pública (una descerebrada que vive de la política llegó a decir que lo público no es de nadie; luego me lo puedo apropiar con todas las de la ley o destrozarlo impunemente) y consiguiéramos tener a gentes altamente capaces, responsables y de acendrado sentido ético en el gobierno de lo público, sería enormemente insensato que los demás nos desligásemos de nuestra responsabilidad en tal ámbito. 
La "temporada alta" del verano vacacional se diluye. Yo lo agradezco pero me duele y me inquieta verme tan lejos de ciertas formas colectivas de disfrutar del ocio. Claro que todo cuanto sugiero de compromiso social exige esfuerzo y sacrificio personal: ¡afortunadamente! Porque no creo en la obtención gratuita de objetivos valiosos. Y exige conciencia de formar parte de un grupo que se encuentra satisfecho de serlo.
Yo creo que haber nacido en España, ser español, es un privilegio. Me abruma pensar en la capacidad inmensa que tuvieron nuestros anteriores para trabajar con ahínco en la formación de un espacio de altísima calidad. Cuando veo las huellas de su hacer en tantas obras excelsas (acueductos, calzadas, edificios, libros, pinturas, música, ...) me siento muy pequeño y profundamente orgulloso de ser parte de un pueblo que se ha esforzado enormemente por conseguir para sus descendientes un mundo mejor. También sus pasados errores han de ser de útil enseñanza para nosotros. Porque si así no fuera, además de injusto y doloroso resultaría estúpido. ¡Hay tanta España y tanto y tan excepcional que ofrecer  al turista que no tendría perdón  no hacerlo!

lunes, 22 de agosto de 2011

LIBIA: ¿Y DESPUES DE GADAFI?



EL MOMENTO ACTUAL

La represión del régimen de Gadafi contra el levantamiento iniciado el pasado mes de febrero ha siso enormemente sangrienta. En estos momentos, los sublevados proceden a la ocupación de Trípoli, último y principal bastión del régimen.
La intervención de la OTAN apoyando la rebelión ha sido determinante.
Los recién derrocados Ben Ali (Túnez) y Mubarak (Egipto) eran dictadores sin pretensiones de universalidad. Gadafi, en cambio, se presentaba como adalid del panarabismo y líder revolucionario del Tercer Mundo.
Libia comparte con los países norteafricanos una población mayoritariamente juvenil. Pero carece de una sólida identidad nacional, no existe una sociedad civil estructurada, está condicionada por un gran tribalismo, y no se reconocen líderes opositores con carisma, lo que hace una salida aún más difícil a esta crisis.


ALGUNOS DATOS BASICOS DE LA LIBIA ACTUAL

Nombre completo: Jamahiriya Árabe Libia Popular Socialista
Capital: Trípoli
Gobierno: República Popular Socialista
Fiesta nacional: 1 de Septiembre. Día de la Revolución (1969)
Población: 6,2 millones de habitantes.
Idioma oficial: árabe
Religión mayoritaria: musulmanes suníes
Superficie: 1.759.540 km²
Libia es un país del norte de África que forma el Magreb junto con Túnez, Argelia y Marruecos. Limita con el mar Mediterráneo al norte, al oeste con Túnez y Argelia, al suroeste con Níger, al sur con Chad, al sureste con Sudán y al este con Egipto.
Posee la esperanza de vida más alta de África continental (74 años). También cuenta con el PIB (nominal) per cápita más alto del continente africano, y el segundo puesto atendiendo al PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo (PPA). Además, Libia ocupa el primer puesto en índice de desarrollo humano de África.
La economía de Libia se basa en el petróleo, que constituye la práctica totalidad de sus exportaciones (95%). Libia pertenece a la OPEP desde su fundación. Su economía es la sexta de África, después de las de Sudáfrica, Nigeria, Egipto, Argelia y Marruecos.
La población de Libia pasó de tener cerca de un millón de habitantes -en su mayoría nómadas- al final de la Segunda Guerra Mundial, a integrar más de 5 millones en la actualidad.
A pesar de haberse multiplicado por cinco en este periodo, la densidad de población del país es una de las más bajas del mundo, debido a la gran extensión de su territorio.
La población nativa es principalmente de origen berebere y árabe, la cual representa el 97% de la población. El 3% restante, está constituido por griegos, malteses, italianos, tunecinos, egipcios, pakistaníes, turcos e indios. Dentro de las minorías libias destacan los tuareg que han conservado sus costumbres.


ALGO DE SU HISTORIA

Las primeras menciones de Libia en la historia se refieren a los guerreros libios contratados como mercenarios por el Antiguo Egipto, en el primer milenio antes de la nuestra era. Y libios fueron una parte principal del ejército de Amilcar Barca en su enfrentamiento con el imperio romano.
Los fenicios establecieron ciudades en la parte occidental de la franja costera de lo que hoy es Libia, en tanto que los griegos hacían lo propio en la parte oriental. Históricamente se ha mantenido una separación cultural y económica neta entre las dos zonas.
La franja costera formó parte del Imperio romano: durante más de 400 años, Tripolitania (occidente) y Cirenaica (oriente) fueron prósperas provincias romanas.
Durante un breve período formó parte del reino vándalo de Genserico.
Con la partición del imperio romano en 395, Cirenaica fue asignada al imperio oriental, mientras que Tripolitania quedó dentro del occidental. Esta división se vio reflejada también en el terreno religioso. Tripolitania quedó bajo la jurisdicción del papa de Roma, mientras que Cirenaica quedó bajo el patriarca de Alejandría.
Los árabes entraron en Libia en 642 en su camino hacia el oeste. Amr ibn al As, un general árabe del califa Omar I conquistó Cirenaica. Los reinos bereberes del interior fueron conquistados en 662 tras gran resistencia. En los siglos siguientes, la práctica totalidad de los habitantes de la zona se convirtió al islam. El idioma y la cultura árabes borraron la cultura romana cristiana y casi la lengua bereber (reducida a unas pocas zonas).
A finales del siglo IX, la tribu bereber de los kutama se convirtió al chiísmo y acabó con el reino aglabí (sunníes) en 909. En 1049, el emir zirí abandonó el chiísmo y rompió con los fatimíes.
En 1510, Fernando el Católico conquistó Trípoli; se mantuvo bajo la ocupación española hasta 1535, año en que Carlos V la transfirió con la isla de Malta a la Orden de San Juan de Jerusalén, que la retuvo hasta 1551. Los cristianos fueron expulsados en 1553 por corsarios turcos de Argelia que actuaban en nombre del Imperio otomano. Estambul mantendría una soberanía nominal sobre la zona hasta que en los años 1830 el Imperio otomano tomó directamente el control sobre lo que se denominó el bajalato de Trípoli.
En 1912  Italia conquistó el territorio libio.
Finalizada la segunda guerra mundial, la ONU decide dar la independencia al país dejándolo en manos del rey Idris. De esta forma Libia se convierte en la primera colonia africana en lograr su independencia.
El 1 de septiembre de 1969 el ala izquierdista del ejército da un golpe de estado y derroca la monarquía. Se instaura un Consejo Militar Revolucionario, presidido por un joven y desconocido oficial, el coronel Muammar al-Gaddafi, que implantó un régimen de gobierno autoritario (socialista), defensor del panarabismo y del islam.


LIBIA Y ESPAÑA HOY
España importó de Libia en doce meses (hasta noviembre de 2010) 6,7 millones de toneladas de petróleo, lo que equivale al 12,7 por ciento de todo el petróleo importado por nuestro país en ese período: Libia es el tercer proveedor petrolífero de España.
De este país magrebí procede también el 1,7 por ciento del gas natural importado por España.
El régimen de Muamar al Gadafi se benefició de un acuerdo comercial de material de Defensa con España por valor de 6,9 millones de euros en el primer semestre de 2010. Existe una viva polémica sobre la supuesta venta ilegal de armas a Libia.


EL FUTURO DE LIBIA 
No hay identificado un claro líder opositor. El país es un mosaico de tribus históricamente enfrentadas. Los intereses occidentales sobre el petróleo son enormes. Pero su alto desarrollo relativo tanto humano como económico y una población joven ofrecen una esperanza. ¿Qué será Libia después de Gadafi? ¿Será capaz occidente de ayudar en la paz con la misma energía que ha ayudado en la guerra? ¿Cómo se posicionará España?

viernes, 12 de agosto de 2011

Agosto 1ª-"CARITAS IN VERITATE" (Benedicto XVI-2009)

SINOPSIS DE LA ENCÍCLICA "CARITAS IN VERITATE" (Benedicto XVI - 7 de julio de 2009) 
 

Coincidiendo con una hecatombe de las sociedades y economías desarrolladas occidentales se celebra en Madrid  la JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD (18 al 21 de agosto de 2011) convocada por el papa Benedicto XVI. 
En momentos en que es más evidente la necesidad de reflexionar y hacer luz sobre nuestros valores me han parecido especialmente oportunas las aportaciones de Benedicto XVI en la encíclica "Cáritas in Veritate" de la que extraigo el pequeño resúmen siguiente:
 

La caridad en la verdad es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad.

La caridad es amor recibido y ofrecido.
La caridad va más allá de la justicia, porque amar es dar, ofrecer de lo «mío» al otro; pero nunca carece de justicia, la cual lleva a dar al otro lo que es «suyo». No puedo «dar» al otro de lo mío sin haberle dado en primer lugar lo que en justicia le corresponde.
Amar a alguien es querer su bien y trabajar eficazmente por él. Junto al bien individual, hay un bien relacionado con el vivir social de las personas: el bien común.
Es el bien de ese «todos nosotros», formado por individuos, familias y grupos intermedios que se unen en comunidad social.


MERCADO GLOBAL
El mercado, al hacerse global, ha estimulado, sobre todo en países ricos, la búsqueda de áreas en las que emplazar la producción a bajo coste. Consecuentemente, el mercado ha estimulado nuevas formas de competencia entre los estados con el fin de atraer centros productivos de empresas extranjeras, adoptando diversas medidas, como una fiscalidad favorable y la falta de reglamentación del mundo del trabajo. Estos procesos han llevado a la reducción de la red de seguridad social a cambio de la búsqueda de mayores ventajas competitivas en el mercado global, con grave peligro para los derechos de los trabajadores, para los derechos fundamentales del hombre y para la solidaridad en las tradicionales formas del Estado social.

CONDICIONES DE TRABAJO

La movilidad laboral, asociada a la desregulación generalizada, ha sido un fenómeno importante, no exento de aspectos positivos. Sin embargo, cuando la incertidumbre sobre las condiciones de trabajo a causa de la movilidad y la desregulación se hace endémica, surgen formas de inestabilidad psicológica, de dificultad para crear caminos propios coherentes en la vida, incluido el del matrimonio. Como consecuencia, se producen situaciones de deterioro humano y de desperdicio social. El estar sin trabajo durante mucho tiempo, o la dependencia prolongada de la asistencia pública o privada, mina la libertad y la creatividad de la persona y sus relaciones familiares y sociales, con graves daños en el plano psicológico y espiritual. Quisiera recordar a todos, en especial a los gobernantes que el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad.

RELACION ENTRE CULTURAS

Hoy, las posibilidades de interacción entre las culturas han aumentado notablemente, dando lugar a nuevas perspectivas de diálogo intercultural, un diálogo que, para ser eficaz, ha de tener como punto de partida una toma de conciencia de la identidad específica de los diversos interlocutores. Pero no se ha de olvidar que la progresiva mercantilización de los intercambios culturales alimenta hoy un doble riesgo. Se nota, en primer lugar, un eclecticismo cultural: se piensa en las culturas como superpuestas unas a otras, sustancialmente equivalentes e intercambiables. Eso induce a caer en un relativismo que en nada ayuda al verdadero diálogo intercultural. Existe, en segundo lugar, el peligro opuesto de rebajar la cultura y homologar los comportamientos y estilos de vida. El eclecticismo y el bajo nivel cultural coinciden en separar la cultura de la naturaleza humana.

EL RESPETO A LA VIDA

La apertura a la vida está en el centro del verdadero desarrollo. Cuando una sociedad se encamina hacia la negación y la supresión de la vida, acaba por no encontrar la motivación y la energía necesaria para esforzarse en el servicio del verdadero bien del hombre. Si se pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social.

LA CIENCIA

La caridad no excluye el saber, más bien lo exige, lo promueve y lo anima desde dentro. Esto significa que la valoración moral y la investigación científica deben crecer juntas, y que la caridad ha de animarlas en un conjunto interdisciplinar armónico, hecho de unidad y distinción.

EL TRABAJO

La dignidad de la persona y las exigencias de la justicia requieren, sobre todo hoy, que las opciones económicas no hagan aumentar las desigualdades y que se siga buscando como prioridad el objetivo del acceso al trabajo por parte de todos, o lo mantengan.
La ciencia económica nos dice también que una situación de inseguridad estructural da origen a actitudes antiproductivas y al derroche de recursos humanos, en cuanto que el trabajador tiende a adaptarse pasivamente a los mecanismos automáticos, en vez de dar espacio a la creatividad.

EL MERCADO

Si hay confianza recíproca y generalizada, el mercado es la institución económica que permite el encuentro entre las personas, como agentes económicos que utilizan el contrato como norma de sus relaciones y que intercambian bienes y servicios de consumo para satisfacer sus necesidades y deseos. El mercado está sujeto a los principios de la llamada justicia conmutativa, que regula precisamente la relación entre dar y recibir entre iguales. Pero la doctrina social de la Iglesia no ha dejado nunca de subrayar la importancia de la justicia distributiva y de la justicia social para la economía de mercado.

La actividad económica no puede resolver todos los problemas sociales aplicando sin más la lógica mercantil. Debe estar ordenada a la consecución del bien común, que es responsabilidad sobre todo de la comunidad política. Por tanto, se debe tener presente que separar la gestión económica, a la que correspondería únicamente producir riqueza, de la acción política, que tendría el papel de conseguir la justicia mediante la redistribución, es causa de graves desequilibrios.


LA ECONOMIA
La doctrina social de la Iglesia ha sostenido siempre que la justicia afecta a todas las fases de la actividad económica. La obtención de recursos, la financiación, la producción, el consumo y todas las fases del proceso económico tienen ineludiblemente implicaciones morales. Así, toda decisión económica tiene consecuencias de carácter moral.
En la época de la globalización, la economía refleja modelos competitivos vinculados a culturas muy diversas entre sí.  Indudablemente, la vida económica tiene necesidad del contrato para regular las relaciones de intercambio entre valores equivalentes. Pero necesita igualmente leyes justas y formas de redistribución guiadas por la política, además de obras caracterizadas por el espíritu del don

LA EMPRESA

La gestión de la empresa no puede tener en cuenta únicamente el interés de sus propietarios, sino también el de todos los otros sujetos que contribuyen a la vida de la empresa: trabajadores, clientes, proveedores de los diversos elementos de producción, la comunidad de referencia.

DESLOCALIZACION

Tampoco hay motivos para negar que la deslocalización, que lleva consigo inversiones y formación, puede hacer bien a la población del país que la recibe. Sin embargo, no es lícito deslocalizar únicamente para aprovechar particulares condiciones favorables, o peor aún, para explotar sin aportar a la sociedad local una verdadera contribución para el nacimiento de un sólido sistema productivo y social.

DERECHOS Y DEBERES

Hoy se da una profunda contradicción. Se aprecia con frecuencia una relación entre la reivindicación del derecho a lo superfluo, e incluso a la transgresión y al vicio, en las sociedades opulentas, y la carencia de comida, agua potable, instrucción básica o cuidados sanitarios elementales en ciertas regiones del mundo subdesarrollado y también en la periferia de las grandes ciudades. 
Dicha relación consiste en que los derechos individuales, desvinculados de un conjunto de deberes que les dé un sentido profundo, se desquician y dan lugar a una espiral de exigencias prácticamente ilimitada y carente de criterios. La exacerbación de los derechos conduce al olvido de los deberes. Los deberes delimitan los derechos porque remiten a un marco antropológico y ético en cuya verdad se insertan también los derechos y así dejan de ser arbitrarios.

LA VIDA, LA FAMILIA Y EL CRECIMIENTO DEMOGRAFICO

La concepción de los derechos y de los deberes respecto al desarrollo, debe tener también en cuenta los problemas relacionados con el crecimiento demográfico. Es un aspecto muy importante del verdadero desarrollo, porque afecta a los valores irrenunciables de la vida y de la familia.
La doctrina social de la Iglesia ofrece una aportación específica, que se funda en la creación del hombre «a imagen de Dios» (Gn 1,27), algo que comporta la inviolable dignidad de la persona humana, así como el valor trascendente de las normas morales naturales. Una ética económica que prescinda de estos dos pilares correría el peligro de perder inevitablemente su propio significado y prestarse así a ser instrumentalizada.

EL MEDIO AMBIENTE

El tema del desarrollo está también muy unido hoy a los deberes que nacen de la relación del hombre con el ambiente natural. Éste es un don de Dios para todos, y su uso representa para nosotros una responsabilidad para con los pobres, las generaciones futuras y toda la humanidad.
Hoy, las cuestiones relacionadas con el cuidado y salvaguardia del ambiente han de tener debidamente en cuenta los problemas energéticos. En efecto, el acaparamiento por parte de algunos estados, grupos de poder y empresas de recursos energéticos no renovables, es un grave obstáculo para el desarrollo de los países pobres.
Esta responsabilidad es global, porque no concierne sólo a la energía, sino a toda la creación, para no dejarla a las nuevas generaciones empobrecida en sus recursos. Es lícito que el hombre gobierne responsablemente la naturaleza para custodiarla, hacerla productiva y cultivarla también con métodos nuevos y tecnologías avanzadas, de modo que pueda acoger y alimentar dignamente a la población que la habita.

LA SOLEDAD

Una de las pobrezas más hondas que el hombre puede experimentar es la soledad.
La criatura humana, en cuanto de naturaleza espiritual, se realiza en las relaciones interpersonales. El hombre se valoriza no aislándose sino poniéndose en relación con los otros y con Dios.

AYUDA AL DESARROLLO

En la búsqueda de soluciones para la crisis económica actual, la ayuda al desarrollo de los países pobres debe considerarse un verdadero instrumento de creación de riqueza para todos.
Una solidaridad más amplia a nivel internacional se manifiesta ante todo en seguir promoviendo, también en condiciones de crisis económica, un mayor acceso a la educación. Con el término «educación» no nos referimos sólo a la instrucción o a la formación para el trabajo, que son dos causas importantes para el desarrollo, sino a la formación completa de la persona.

DESEMPLEO, SALARIO Y SEGURIDAD LABORAL

Al considerar los problemas del desarrollo, se ha de resaltar relación entre pobreza y desocupación. Los pobres son en muchos casos el resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano, bien porque se limitan sus posibilidades (desocupación, subocupación), bien porque se devalúan «los derechos que fluyen del mismo, especialmente el derecho al justo salario, a la seguridad de la persona del trabajador y de su familia»

LAS FINANZAS

Además, se requiere que las finanzas mismas, que han de renovar necesariamente sus estructuras y modos de funcionamiento tras su mala utilización, que ha dañado la economía real, vuelvan a ser un instrumento encaminado a producir mejor riqueza y desarrollo. Toda la economía y todas las finanzas, y no sólo algunos de sus sectores, en cuanto instrumentos, deben ser utilizados de manera ética para crear las condiciones adecuadas para el desarrollo del hombre y de los pueblos.
Todo el sistema financiero ha de tener como meta el sostenimiento de un verdadero desarrollo. Sobre todo, es preciso que el intento de hacer el bien no se contraponga al de la capacidad efectiva de producir bienes. Los agentes financieros han de redescubrir el fundamento ético de su actividad para no abusar de aquellos instrumentos sofisticados con los que se podría traicionar a los ahorradores.

CON DIOS

Sin Dios el hombre no sabe donde ir ni tampoco logra entender quién es. Ante los grandes problemas del desarrollo de los pueblos, que nos impulsan casi al desasosiego y al abatimiento, viene en nuestro auxilio la palabra de Jesucristo, que nos hace saber: «Sin mí no podéis hacer nada» (Jn 15,5). Y nos anima: «Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final del mundo» (Mt 28,20).