sábado, 10 de febrero de 2024

 UNA DANZA ENTORNO A MI TUMBA





Félix de Azúa me ha estimulado a escribir estas reflexiones en una estupenda entrevista que le realizó Maria Zabay (y que mi querida hermana Beatriz me ha enviado). Decía Nietzsche que “quien no baila está fuera de la realidad, y cada día sin bailar es un día perdido”. Entonces, ¿por qué no dejarse llevar por la música de la vida? Ya Platón y Aristóteles consideraban la danza como elemento de la naturaleza humana.

 

Azúa plantea que la naturaleza humana se separa y distingue de la del resto de las especies animales porque tenemos conciencia. Conciencia de que vamos a morir. Es la única certeza de nuestra vida desde el mismo momento de nacer.

 




Yo tomé conciencia de nuestra finitud cuando, entrelazadas nuestras manos, terminó la vida de mi padre. Así, durante treinta y nueve años no fui emocionalmente consciente de mi inexorable futura muerte. Fue un cambio esencial para mí. No sólo por la dolorosísima pérdida de mi padre, sino también por el descubrimiento de la verdadera naturaleza de mi propia vida. Desde luego que, superado el tiempo de duelo, continué viviendo como si todo siguiera igual. Pero no, había tomado conciencia de mi propia naturaleza.

 




Creo que vivir es exactamente vivir. Nada parecido a prepararse para morir. Muy al contrario, ¡hay que bailar, como también hacía Sócrates! El espíritu vital empuja a los proyectos, a los esfuerzos y sacrificios, al gozo, a la jovialidad y a las ilusiones. Conforme acumulas años que te apartan paulatinamente del tren social, las luces de las ilusiones se amortiguan, se van desvaneciendo. Vas cambiando el papel de actor por el de espectador. Creo que es muy importante que en el aprendizaje del nuevo papel no se extravíe la curiosidad. Esforzarse por mantener interés por cuanto más mejor, asumiendo que irá creciendo lo incomprensible.

 



Existen herramientas enormemente útiles para mantener el interés por la vida tonificado. Una tremendamente eficaz es la lectura. Los libros nos proporcionan innumerables ventanas abiertas a mundos que nos eran desconocidos. Desde luego no sólo me refiero a geografía y paisajes. Por sus ventanas aparecen también pasiones, sentimientos, personalidades, conflictos, éxitos, fracasos, desengaños ignotos. Hasta podemos participar en parte del sentir de los personajes de los libros. No de los que imaginó el autor, sino de los que nosotros mismos creamos de su mano. ¡Qué obra tan creativa la del lector! Cada libro encierra tantos personajes como lectores tiene. ¡No dejemos de leer, nos oxigenará todas las ascuas de la vida!

 


Otro utensilio formidable para acompañarnos en todas las etapas de la vida, que incluso resulta más eficaz en las más avanzadas, es la música. Sucede algo parecido al milagro de la lectura: cada oyente escuchamos y percibimos nuestras propias emociones de una misma composición. De alguna forma participamos de la autoría del compositor que también se multiplica a través de todos quienes lo escuchan. Nos aviva el fuego de nuestras propias vivencias. Nos llega a aportar vivencias nuevas ¡Qué diversas las emociones que una misma obra proporciona! ¡Sus compases incluso alcanzan a traernos a quienes ya no están entre nosotros! ¡No dejemos de escuchar música!

 



Y hablar, escuchar. De todos podemos nutrir nuestras vidas. Poniendo oídos a cuanto los nuestros (familia, amigos, vecinos) hablan y a cuanto lo hacen aquellos que merecen nuestra consideración y respeto. Escucharemos lo que nos gusta y también lo que nos disgusta. Porque la palabra es un don divino que disfrutamos los humanos. ¡Defendamos y respetemos las palabras de todo quien tenga buena voluntad! ¡Luchemos por evitar la ignominia de que oculten sus bocas al hablar los miembros del “parlamento” (¿qué vergüenzas ocultan los que tienen nuestra encomienda de parlamentar?)!

 

La vida es maravillosa, es cruel, es generosa, nos da y nos quita, nos enseña, nos confunde, nos premia con amaneceres grandiosos y nos castiga con anocheceres asesinos.

 




Hasta, si es posible, digamos como el filósofo: ¡bailar entorno a mi tumba!

 

 

10-2-2024

 

CM

domingo, 4 de febrero de 2024

 DE MÉDICOS, FARMACÉUTICOS Y ENFERMOS

 




Los tropiezos de salud dan oportunidad de entablar conversación con quienes no es fácil o, al menos habitual, que charlemos. 

El último catarro (alguna secuela aún queda) y una necesidad hospitalaria fueron inesperados vehículos de interesantes charlas.



En un centro médico tuve la suerte de que me atendiese una profesional rigurosa pero amable, profesional pero humana. Le pareció que me dolía de una garganta en mal estado y me aconsejó y recetó en consecuencia advirtiéndome que los síntomas finales serían pelmas. 

No sé decir ahora cuál fue el motivo que disparó un corto (estaba en consulta) pero muy sustancioso parloteo. En su opinión la situación general es desastrosa y opinaba que nada podía hacerse para remediarlo. Escuchaba en su consulta el desánimo de las más diversas personas (claro que estaríamos condicionados por nuestras dolencias). Su opinion es que el mal viene de hace años, en un progresivo y constante deterioro de la vida individual y, principalmente social. Su parecer hacia los líderes y dirigentes sociales no podía ser más oscuro y descalificador. 

Me pareció llamativa su desmotivación por tratarse de una persona evidentemente formada (no sólo como médico) y con un nivel de información privilegiado por el balcón que le ofrece su consulta. Su mayor desánimo se centraba en los más jóvenes a quienes estimaba envejecidos al tiempo que escandalosamente inmaduros. Me dijo que, por eso, nuestro futuro no aparecía menos negro que el presente. 

Me sorprendí a mí mismo tratando de llevar ánimo y esperanza a su sentir. No podemos perder a personas en plenitud de vida personal y profesional, inteligentes y con evidente capacidad de elaborar criterios meditados. Es un “lujo” que esta sociedad no se puede permitir, le dije. Y también que todos tenemos capacidad de hacer algo en defensa de lo justo, la verdad, el respeto, la responsabilidad, el trabajo bien hecho, … y tantas joyas que recibimos de nuestros padres y maestros y que fuimos posteriormente atesorando al andar la vida. 

Al trasladarle que no hay esfuerzo pequeño ni, mucho menos, despreciable, apareció en su semblante una reflexión con algún destello. Me lo agradeció. Aunque coincidimos plenamente en la degradación general de la sociedad de occidente y de la española en particular. Me alivió enormemente el catarro. Sus medicinas también.



Pasé por la farmacia a proveerme de lo prescrito por la doctora médica. Aún era muy temprano y encontré a la farmacéutica titular en su local vacío. 

Aquí sí recuerdo bien cómo se disparó la ballesta: la enorme cantidad de medicamentos a falta de suministro por los laboratorios. Está profunda y airadamente indignada por una situación de desabastecimiento que no ha conocido en más de treinta y cinco años de profesión. Como lo había padecido en carne propia, indagué por los motivos: nuestro gobierno (que aprueba los precios de los medicamentos) tiene topados los precios (supone que para sujetar la inflacción). Así se ha conseguido que quedemos “a la cola” de suministros, tras países que pagan más por los mismos productos. Me aseguraba que, además de los lógicos (USA, Alemania, Japón, …), están por delante en la “cola” países como Portugal y Marruecos (¡). Es una concreción tremenda de nuestra deriva venezolana. 

Le referí algo de mi corta cháchara con la médico. Vino a coincidir plenamente y a asegurarme que, desde su atalaya, contempla idéntico panorama. Como somos antiguos conocidos sólo le aporté alguna nueva reflexión sobre el envenenamiento de las tiranías y aún no la tenia registrada. Tuve la suerte de que disponía de los medicamentos de mi receta. 

Regresé a casa con mi catarro, aunque algo reconfortado por considerar que posiblemente coincida con otros muchos en dolerme de las heridas de mi querido país.





La tercera pequeña experiencia se originó por una circunstancia más dolorosa, preocupante y angustiosa en el marco de un hospital al que nos tuvo que trasladar una ambulancia de madrugada. 


Permanecer más de veinte horas en la zona de urgencias es una vivencia que suma al dolor físico y anímico una incomodidad extraordinaria. De manera que cuando, a la vista de pruebas realizadas, un doctor te informa que hay que permanecer ingresado es una liberación porque de los males diversos elimina una zona de la incertidumbre. Aunque frustra inmediatamente la ilusión de salir porque siempre hay que esperar a que quede libre una habitación “en planta”. No hay diagnóstico sino motivo de preocupación para seguir investigando. 

La estancia en urgencias exige un nivel físico apreciable para vivir en un espacio mínimo acotado por cortinas (los sonidos y olores son comunitarios y compartidos) y el acompañante sólo dispone de una silla antipática que apenas permite estirar un poco las piernas. Cuando un joven fornido y encantador celador aparece para conducir al enfermo a la habitación soñada se te saltan las lágrimas de emoción. Así de curioso, ya que significa en realidad que quedas más hospitalizado. La pericia de un conductor que es capaz de hacer pasar una gran cama por huecos imposibles es casi un espectáculo. 

La cumbre es perfecta, amplia, cuidada, alegre y exclusiva (sólo tus ruidos y tus olores). Pero de inmediato proceden a inmovilizar al enfermo con los tubos más diversos. Mientras, el acompañante prueba diversas opciones de asientos. Sólo uno fue diseñado por una persona cabal. De manera que, a las pocas horas, se esfuma buena parte de la magia del anhelo. 

Emprendí paseo por el larguísimo pasillo del hospital. Centro de enfermería distante de la habitación, muy importante para el descanso nocturno. Y grupo de enfermeros que responden educadamente al saludo. La jefa, arisca, muy en su papel de jefa, no pone buen gesto a una muy leve chanza. Peor para ella porque creo que crear un clima distendido y amable a todos beneficia. Pero como siempre recuerdo el dicho taurino de que “cada toro tiene su lidia y yo prefiero los difíciles” (El Viti), dejé pendiente romper el hielo. Lo de El Viti suele funcionar con los humanos. Esta vez funcionó (lo que, además fue útil para que, a los días, se gestionase con verdadero interés la ambulancia que nos devolvería a casa). 

En el paseo pasillero saludé con algún afecto a la limpiadora. Su respuesta, alegre y agradecida, posiblemente significaba que los más ni saludan. Me dijo algo así como “cómo se nota que es usted un señor de verdad, muy amable, como su vecino de habitación”. 

Al poco apareció el mencionado. Nos saludamos, nos presentamos y nos pusimos a conversar quedamente. Serio, afable, ilustrado, huésped del hospital durante diez días, prudente, inicialmente algo reservado. Apostaría que es militar o juez. Finalmente, su ataque durísimo pero respetuoso al gobierno y a su jefe resultó demoledor. Dura crítica al comportamiento de la iglesia católica dirigente (“la Iglesia, hace años que descarriló por caminos absurdos, ha perdido gran parte de su autoridad”). Tremendamente pesimista, cree que ya no hay solución. Que queda muy poco tiempo para la catástrofe definitiva y que ya no se puede hacer nada. Que el poder lo manejan malas personas, mal preparados, apátridas y ladrones. Su hijo se plantea seriamente huir de España; le retiene su mujer y dos hijos, pero cada vez con menor fuerza. A él se le rompe el alma, pero comprende totalmente a su hijo. 

Me animé a decirle que la derrota no es una opción, hasta el final. Cayó, meditó y terminó: “posiblemente tenga usted razón”. Me hice la ilusión de que parecía haber rejuvenecido. Quedamos en repetir jugada. Afortunadamente no hubo ocasión porque volvimos pronto a casa.


No tengo la menor duda de que médico, farmacéutica y hospitalizado forman parte de los ganadores de las elecciones democráticas (ése es mi optimismo). La perversión se lo impide, nos lo impide, no son capaces, no somos capaces, de cohabitar con delincuentes, asesinos, traidores y comunistas. Otros pueden hacerlo sin problemas hasta con el abusador de sus sobrinos, y gobiernan (o algo poco parecido).

 

4-2-2024

 

CM

 

 SE ACABÓ EL CUENTO

 

 


Como dice Pérez Reverte éste es un mundo duro, difícil, incluso cruel. Y se empeñaron en inocularnos que era “pastoril” con lo que nos hemos ido ablandando, jugando a Heidi y Pedro. ¡Y es un cuento!

Los sanitarios, buenos, regulares y malos (como en todas partes, pero con peores consecuencias). Y muy sobrepasados (como en todas partes, pero con peores consecuencias).   

Constato cada día que “la broma” en nuestro primer mundo se acabó. Veremos cómo (o si) lo podemos manejar.

 Aquí no contrata nadie (ademas de los obstáculos, del riesgo y de la zozobra, oficialmente está muy mal visto ser contratante). Pero las necesidades crecen (preguntemos a los canarios por sus constantes y crecientes visitantes africanos (luego repartidos por el resto de España sin ton ni son y sin indicación del sendero para salir dignamente adelante). Vienen con necesidades muy primarias. Y a todos les contaron el cuento de Heidi y Pedro (y se lo creyeron).





Y aquí la verdad es que somos ya una comunidad vieja (en poco muy anciana) a la que se prolonga la “estancia” (más propiamente que la “vida”) con un altísimo coste. Y la factura enorme que generamos viejos improductivos, foráneos improductivos, y golfos improductivos (muy significativo entre éstos el gremio político-organizaciones “sociales”) sólo pueden pagarla los jóvenes productivos con dificultades crecientes de producir (paro descomunal) y no educados para afrontar tiempos inhóspitos (no son como sus bisabuelos). 



¿Quién paga la factura del cuento? En absoluto los “cuentistas profesionales”, tampoco los viejos, ni los inmigrantes engañados y analfabetos: todos estos colectivos sólo producimos gasto, gasto enorme y creciente. Cada día es más reducido el grupo de quienes producen y soportan sobre sus espaldas el gasto disparatado de la fiesta colosal, verdaderos héroes vampirizados por el Estado opresor hasta la extenuación y al tiempo despreciados por mandatarios o primates. Aquellos son los únicos que no viven del cuento y día a día tienen menor reemplazo: ¡es mucho más yupi vivir del cuento, mucho más “inteligente”! ¡Y “mejor visto”!





Estoy seguro de que queda muy poco para el impago definitivo de la factura, ¡se acabó la broma!, ¡se terminó la fiesta! Después, el abismo.

 

 

 

4-2-2024

 

CM

miércoles, 24 de enero de 2024

 CATA-BOND y VASCO-BOND

 


 

Muy posiblemente sepáis que el imaginario agente secreto británico James Bond tenía una licencia especialísima, “licencia para matar”. Tal licencia le hacía diferente, superior al resto de los humanos. Naturalmente utilizaba a su libre albedrío tan singular privilegio. Porque era Bond quien determinaba el bien y el mal bajo el paraguas del servicio de inteligencia de Gran Bretaña.

 




El código 007 con el que Ian Fleming, creador de James Bond, identifica al personaje (agente 007) tiene variadas teorías sobre su origen. Pero dos son las más destacadas:

         Jhon Churchill (antepasado de Winston Churchill) utilizaba el código 00 para los espías británicos que trabajaban en la Guerra de Sucesión Española (1701-1714). Recordemos aquí que la posición inglesa fue de enfrentamiento contra los Borbones.

         Con el código 007 se identifica a John Dee, espía inglés al servicio de Isabel I y a las órdenes de la inteligencia británica contra los españoles para torpedear los planes de Felipe II.

 

Digamos que el código del personaje Bond se encuentra hondamente vinculado a una añeja enemistad y enfrentamiento contra España.

 



Llegando al siglo XXI, en España, su “graciosa majestad don Pedro Sánchez Perez-Castejón” (de los Sánchez y Pérez-Castejón de toda la vida, rancio abolengo antiespañol), va a otorgar “licencia para delinquir” a los traidores catalanes alzados contra España y a los herederos vascos de la banda terrorista más cruel y sangrienta de España.

 

Los traidores catalanes alzados contra España se reparten en las bandas de:

 Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) encabezada por Oriol Junqueras y Marta Rovira. Izquierdistas, republicanístas, independentistas y nacionalistas. Y golpistas.



JuntsxCat, llamada anteriormente Convergencia Democrática de Catalunya, liderada hoy por Carles Puigdemont. Sus origenes primigenios se encuentran entre los negreros de los siglos XVIII y XIX, que consiguieron amasar voluminosas fortunas con tan noble oficio. En el siglo XX el impulso y agiornamiento se lo facilita el dúo Pujol-Ferrusola, formidable familia mafiosa. Supremacistas y racistas. Y golpistas. Negociaron el apoyo de una gran potencia extranjera que incluía su aportacion de diez mil soldados.

Otras secciones y escuadrones violentos: CUP, Tsunami Democrátic, CDR… muy especializados en guerrilla urbana y violencia callejera.

 


Los vascos favorecidos por la merced propiciada por don Pedro son los pertenecientes a la banda:

         Bildu-Herri Batasuna-ETA. Engloba a lo más selecto, noble y civilizado de la violencia terrorista vasca. Mataron en la dictadura, mataron en la democracia, mataron. Hoy les dicen “gente de paz” (Rodriguez Zapatero) mientras festejan y vitorean a sanguinarios asesinos. Agitaban el árbol y otros (plagados de meapilas laicos y eclesiasticos) recogían las nueces.

 

Unas y otras bandas reúnen a los ojos del caudillo Pedro Sánchez las mejores características y condiciones para obtener el sufijo Bond y la “licencia para delinquir’ propia de los 007. El común mérito mayor que les adorna es su propósito de destruir España. Por eso, sin duda, gozan de la simpatía y respeto de quien, usurpando las siglas PSOE, traicionando a la patria que representa y de la que mama, tiene el propósito de borrar España de este mundo y de la historia. Nada menos.

 

A la “licencia para delinquir” la llaman Sánchez y sus secuaces “LEY DE AMNISTÍA”. Magnífico nuevo argumento como guion para un siguiente episodio de James Bond. Humillante y destructivo para España. Los españoles no seremos iguales ante la ley. ¡Adiós Constitución, adiós Estado de Derecho, adiós Democracia!

 

 

24-1-24

 

CM

 

martes, 9 de enero de 2024

 LA MICROSAGA FAMILIAR

 

 




Desde León, desde Toledo, desde Ávila, desde Lugo. Todos a Madrid. Todos buscando la prosperidad en la gran capital. Todos se conocieron en Madrid. Emparejaron, León con Toledo, Ávila con Lugo. Matrimoniaron e hicieron nido. Procrearon mucho, sobrevivieron sólo una parte, dos y cuatro. Trabajaron y trabajaron. Vendiendo frutas y verduras, asistiendo en casas ajenas, haciendo cuentas para otros. Trabajaron y trabajaron. Sacaron adelante a sus crías: bajo un techo, alimentándoles, vistiéndoles y formándoles. Consiguieron prosperar muy por encima de sus pueblos y aldeas. Nuestros cuatro abuelos. ¡Nuestros formidables abuelos! 

 

Los vástagos primogénitos se formaron, trabajaron y trabajaron. Una extraña carambola de una horrenda guerra les condujo a la intendencia del ejército. Allí se conocieron, se enamoraron y planificaron su futuro juntos. Herederos de la educación, honradez, laboriosidad, respeto, diligencia, responsabilidad, seriedad, formalidad, fidelidad, …, todas las condiciones para que una persona animosa pudiera prosperar decente y dignamente. No heredaron dineros. No lo precisaron. Se casaron y montaron (por los pelos alcanzaron los cuartos) casa en que recogieron a los ancianos progenitores. Procrearon mucho, (¡ocho!), sobrevivimos muchos, (¡seis!). Trabajaron y trabajaron y disfrutaron mucho de la vida. A los hijos nos regalaron más de lo mismo que habían recibido y, además, heredamos sus ahorros. ¡Vaya que prosperaron! ¡Qué distancia sideral de aquellas aldeas y pueblos de los abuelos!

 

No hemos tenido otro remedio que ser educados, honrados, laboriosos, respetuosos, diligentes, responsables, serios, formales, fieles, …, todas las condiciones para que una persona sea digna y orgullosa de sí y de su tribu. Nos vienen en la sangre. Aunque en el mundo de ahora no se valoren como las mejores armas para prosperar, ¡hemos prosperado!

Desalienta ver las dificultades enormes que tienen nuestros descendientes para prosperar.

 

A pesar del inconveniente colosal que les supone la intervención de los “progres” (degeneración humana instalada con éxito) mantengo la esperanza de que nuestros herederos consigan seguir prosperando. Aunque, ¡qué penoso lo tienen!

 




Embobado, veo disfrutar a los hijos de los nuestros, mantienen el legado familiar. Pero me asalta un inquietante pensamiento con el sollozo fácil que nos asoma a los viejos: para seguir prosperando, ¿tendrán que emigrar de su tierra como los abuelos? Pido que no les abandone nunca el Ángel de la Guarda.

 

 

9 de enero de 2024

CM

jueves, 4 de enero de 2024

 EL VOTANTE POLÍTICO

 

 


Pienso que, en política, existen tres tipos básicos de votantes:

1-   Los que viven del partido. Los profesionales.

2-   Los que odian o les repugna el partido contrario.

3-   Los que tienen un criterio afín a un partido.

 

No me detendré en los del grupo 1 ni en los del grupo 2. Porque, por razones distintas, digamos que votan a piñón fijo. Ajenos unos y otros a las propuestas y compromisos electorales de los líderes correspondientes, tienen su voto prefijado. A los primeros les va el sueldo y la carrera profesional, ni más ni menos, y son principalmente políticos y periodistas. Entre los del grupo 2 hay mayor variedad, aunque abundan los que son miembros de una familia o clan que tiene tomada una determinada posición históricamente. Simplificando, digo que ambos grupos tienen su voto cautivo ya que nada o poco importa lo que puedan defender u ofrecer los líderes en campaña. Muy excepcionalmente su voto puede pasar a la abstención o, más extraño aún, al partido contrario.

 



De forma que me ocuparé del “votante con criterio”. Sin duda es el deseable. Aunque me temo que escasee (45 años de “débilvacilante” democracia aún no logran ocultar 36 de “duriblanda” dictadura). La democracia se “mama” en las familias y se aprende en las escuelas.

 

Los grandes cambios producidos en las familias españolas (mejorando y empeorando) aún no están totalmente definidos y asentados en nuestra sociedad e incluso persisten ideas estrafalarias de mentes alocadas proponiendo nuevos modelos de familia (alguno directamente aberrante). Y los reiterados desatinos en las regulaciones educativas (trufados muchos de doctrina politica) han sido y son obstáculos formidables en vez de encauzadores de la formación de criterios libres; persistimos en obtener pésimas calificaciones en el acreditado informe internacional Pisa sobre la educación (y empeorando).

 

Si tenemos severos problemas en los dos pilares básicos para la formación individual y social es utópico pensar en un progreso verdadero en la capacidad de elaborar criterios libres. Sin ellos, el mecanismo de la que conocemos como democracia resulta enviciado y encaminado al colapso: crecerían los votantes profesionales políticos y los votantes “en contra de”. Esa democracia, de mantenerse, sería sólo la cáscara de la nuez.

 

Mi propuesta: luchar por la fortaleza de la familia como núcleo de transmisión de los ideales democráticos y acometer una regulación educativa, ajena a los partidos políticos, profesional y generadora de mentes libres preparadas para ejercer su libertad en un contexto social solidario y civilizado. 

 



Familia encabezada por una madre y un padre con compromisos personales de estabilidad y con el propósito de que su objetivo principal sea tener hijos, educarles en el respeto, la sinceridad, el perdón, la solidaridad, el trabajo, el amor a los demás, a los seres vivos, a la naturaleza, …etc.

 


Una escuela soportada en profesionales vocacionales sólidamente preparados, en la que se transmitan los conocimientos conocidos y se abran las mentes a descubrir nuevos conocimientos, en un ambiente social de compañerismo y sana competencia, en el que se estimule y premie el esfuerzo (intelectual y físico), el respeto. la colaboración con los demás, se estimule la lectura, la música, la pintura y demás artes plásticas, …etc.

 

Si algún día conseguimos que los votantes con criterio formen la mayoría y encabecen la gobernación en procura del bien de todos, ¡habremos triunfado! Queda tanto camino por recorrer … ¡comencémos ya!


PS:

¡Ah, no es verosímil que un líder “cambie de opinión” constante y contradictoriamente; pero es aún más absurdo que sus seguidores “cambien su opinión” constante y contradictoriamente  al compas del líder! ¡El súmmum del sometimiento y la ausencia de criterio!  

 

 

 

4 de enero de 2024

 

CM

 

 

 

 

 

 

martes, 2 de enero de 2024

EL PELELE





Al cierre del 2023 unos cientos de personas se concentraron frente a la sede en Madrid del PSOE para protestar contra el gobierno de Sánchez. Lo vienen haciendo durante meses. Pero en esta ocasión habían fabricado un muñeco (pelele) como representación del presidente del gobierno Sánchez. Colgado mediante una cuerda de una farola la emprendieron con el pelele a palos. No tengo duda: creo, sin reservas, que se trata de una acción inaceptable y condenable. 

 

En multitud de localidades españolas subsiste una antigua tradición de fabricar en Semana Santa un pelele que representa al Judas, el traidor. Según donde, se le apedrea, se le da de palos o se le prende fuego. Soy claro defensor de las tradiciones y, por tanto, no condenaré aquí aquellas que atacan físicamente un muñeco que, además, representa la traición. Aunque sí digo que, sobrados de manifestaciones públicas violentas y muy faltos de condenas rotundas civilizadas, vería con sumo deleite que tales manifestaciones contra la maldad de la traición se concretaran en formas más educadas y eficaces (por ejemplo, el voto político). 

 


Ya se avanzó en su momento en estas costumbres puesto que inicialmente se maltrataba a un ser vivo (animal e incluso humano) y se sustituyó por un muñeco. En el caso reciente de los agravios a un pelele que representaba a Sánchez, no existe antigua tradición que valga.

 

Creo que esa manifestación violenta no sea tanto personal como contra su forma de proceder. Y que suponga una condena a la mentira, a la traición, a la estafa política y a las alianzas contra España. Motivos sobrados hay para tal condena. 

 

Pero no acepto la forma de hacerlo, por incivilizada y por ineficaz. Claro que semejante condena me merecen las ofensas al Jefe del Estado (el Rey) por quemar su retrato ya que, en todo caso, la disidencia debe usar cauces respetuosos y educados propios de una sociedad desarrollada y progresista de verdad, (no de vacuo eslogan). Nada que ver con aquella inaceptable pantomima de juventudes socialistas parodiando a un Rajoy guillotinado.


Pelele = “persona que se deja manipular por otras”. Esa acepción sí le cuadra a Pedrito. Preguntadle a Puigdemont si Sánchez es un pelele.

 


Yo puedo estar convencido de que alguien es un perfecto hijo de puta, pero me abstendré de manifestarlo públicamente porque quiero formar parte de una sociedad civilizada. Es muy preferible que diga que me gusta la fruta, aunque a nadie le importe un pito.

 

2-1-24

 

CM