martes, 2 de enero de 2024

EL PELELE





Al cierre del 2023 unos cientos de personas se concentraron frente a la sede en Madrid del PSOE para protestar contra el gobierno de Sánchez. Lo vienen haciendo durante meses. Pero en esta ocasión habían fabricado un muñeco (pelele) como representación del presidente del gobierno Sánchez. Colgado mediante una cuerda de una farola la emprendieron con el pelele a palos. No tengo duda: creo, sin reservas, que se trata de una acción inaceptable y condenable. 

 

En multitud de localidades españolas subsiste una antigua tradición de fabricar en Semana Santa un pelele que representa al Judas, el traidor. Según donde, se le apedrea, se le da de palos o se le prende fuego. Soy claro defensor de las tradiciones y, por tanto, no condenaré aquí aquellas que atacan físicamente un muñeco que, además, representa la traición. Aunque sí digo que, sobrados de manifestaciones públicas violentas y muy faltos de condenas rotundas civilizadas, vería con sumo deleite que tales manifestaciones contra la maldad de la traición se concretaran en formas más educadas y eficaces (por ejemplo, el voto político). 

 


Ya se avanzó en su momento en estas costumbres puesto que inicialmente se maltrataba a un ser vivo (animal e incluso humano) y se sustituyó por un muñeco. En el caso reciente de los agravios a un pelele que representaba a Sánchez, no existe antigua tradición que valga.

 

Creo que esa manifestación violenta no sea tanto personal como contra su forma de proceder. Y que suponga una condena a la mentira, a la traición, a la estafa política y a las alianzas contra España. Motivos sobrados hay para tal condena. 

 

Pero no acepto la forma de hacerlo, por incivilizada y por ineficaz. Claro que semejante condena me merecen las ofensas al Jefe del Estado (el Rey) por quemar su retrato ya que, en todo caso, la disidencia debe usar cauces respetuosos y educados propios de una sociedad desarrollada y progresista de verdad, (no de vacuo eslogan). Nada que ver con aquella inaceptable pantomima de juventudes socialistas parodiando a un Rajoy guillotinado.


Pelele = “persona que se deja manipular por otras”. Esa acepción sí le cuadra a Pedrito. Preguntadle a Puigdemont si Sánchez es un pelele.

 


Yo puedo estar convencido de que alguien es un perfecto hijo de puta, pero me abstendré de manifestarlo públicamente porque quiero formar parte de una sociedad civilizada. Es muy preferible que diga que me gusta la fruta, aunque a nadie le importe un pito.

 

2-1-24

 

CM

 

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