DIVORCIO SOCIAL
POLÍTICA Y FACCIONALISMO
POLÍTICOS Y POLITICASTROS
La crueldad exterminadora de la “gota fría” y la correspondiente respuesta de unos y otros ha evidenciado el colosal divorcio entre la ciudadanía y el faccionalismo en que se convirtió la política en España. Conforme se esfumaban los idearios políticos, emergieron las banderías y sectarismos que han emponzoñado la política noble y limpia hasta hacerla desaparecer. Políticos eclipsados por politicastros, gentes rastreras que actúan con fines y medios turbios.
La acción machacona y constante de los medios de propaganda de las diversas facciones de líderes y mandatarios han anestesiado a gran parte de nuestra ciudadanía, aquella que ya no distingue entre el cambio de opinión y la mentira.
Pero las muertes descomunales y horrendas, la infinidad de desaparecidos, la aniquilación de viviendas y negocios, la falta de agua, de alimentos, de medicamentos, de luz, la desaparición de caminos y calles bajo barrizales gigantescos, junto con la desesperación por el desamparo y el desprecio oficial, han eliminado de golpe la sedación de la ciudadanía sometida.
Mientras los ciudadanos morían o desaparecían, mientras las poblaciones quedaban arrasadas, los politicastros, insensibles, engrasaban su maquinaria de sometimiento. Los gobernantes asaltaban los medios de comunicación de todos (RTVE) mientras los gobernados perdían la vida o asistían impotentes a la agonía de los suyos y a la destrucción de lo suyo. La angustia de la muerte y la destrucción de los gobernados lanzando alaridos suplicando ayuda frente a gobernantes inhumanos afanados en sí mismos, insensibles hacia los gobernados. Desprecio clamoroso cuando la propia ciudadanía acude presurosa, sin más medios que la fuerza de la naturaleza humana, en auxilio de los dañados. Interminables filas kilométricas de seres humanos a pie, cargados con los más imprescindibles auxilios, superan obstáculos dantescos, alivian la desesperación y el abandono de sus semejantes despedazados.
No ha lugar a componendas: DIVORCIO SOCIAL. Esos no pueden ser gobernantes, no son humanos, no tienen sustancia para liderar a humanos, carecen de la esencia precisa para ejercer como políticos.
Acabo de ver cómo sólamente los reyes de España aguantaron sobre el terreno devastado, con valentía, con real empatía, las lógicas embestidas de la ira del pueblo herido. Sólo ellos, porque no hay gobierno.
Confío en que las embestidas de la ira no lleguen a desbordar las fronteras del sentido común. Pero también espero que desaparezca ese faccionalismo político porque los ciudadanos españoles no debemos consentirlo por nuestra propia dignidad.
CM
3-11-2024