VICTORIA PÍRRICA
El Partido Popular ha ganado en las elecciones de ayer, 23-7-23.
Pero es como una victoria Pírrica: “con otra victoria como ésta estoy perdido” (Pirro). La victoria puede ser incluso desfavorable para el vencedor.
El PP ganó con 136 escaños (47 más que los que consiguió en 2019 y 14 más que el segundo). Se habían creado unas expectativas muy superiores: por encima de los 150 escaños, incluso mayoría absoluta (176).
El PSOE obtiene 122 escaños (gana dos escaños sobre las anteriores). Por encima de sus expectativas.
VOX alcanza 33 escaños, con una notable pérdida respecto a las anteriores elecciones.
SUMAR: 31, lo que es una dote apreciable en su matrimonio con el PSOE aunque suponga una pérdida comparativa respecto a las anteriores de los partidos que representa.
ERC: 7, con pérdida notable pero con un peso que puede ser definitivo en la formación de un nuevo gobierno.
JxCAT: igual caso anterior.
BILDU: 6 escaños. Notable avance que permite que supere al Partido Nacionalista Vasco. ¡Vaya merdé!
NACIONALISTAS VASCOS: 5 escaños. Le supone una pérdida y, sobre todo, ha sido sobrepasado en vascongadas por BILDU.
BNG: 1 escaño
¡Vaya tropa!
Para cualquier acuerdo de coaliciones, salvo el PP, el resto de partidos excluyen cualquier tipo de colaboración con VOX. Por tanto, el Partido Popular, vencedor insuficiente de las elecciones tendría posibilidad de llegar a acuerdos con VOX, pero se cerraría la puerta a cualquier otro apoyo.
Mi tesis:
-Sánchez no es demócrata
-Sánchez no es constitucionalista
-Sánchez carece de sentimiento español.
-Sánchez es populista y marida bien con el comunismo
-Sánchez puede pactar sin límites con los independentistas y filoetarras
-El pueblo español no ha sido capaz de frenar a Sánchez
-El partido socialista está en manos de Sánchez porque les acaba de garantizar el empleo a “sus bases”, incluso aumentará sus empleos políticos . Luego es imposible que el partido socialista descabalgue a Sánchez
-España no puede subsistir civilizadamente sin un fuerte partido socialista, demócrata y constitucionalista que, desde luego, no es el de Sánchez.
Seguiremos empeorando. ¿Más? Sí, mucho más.
Muy mal resultado para los españoles (que no vivimos de la política). Y pésimo resultado para España y sus valores.
Naturalmente espléndido resultado para los que odian a España porque Sanchez les facilitará lo que exijan, incluida su secesión y, por tanto, la desaparición de España.
Y desde una óptica europea no serán pocos los que verán con satisfacción la fragmentación de un gran país en tres o cuatro países medianos y pequeños.
El presidente del PP anunció en su corto discurso que intentará iniciar negociaciones con todos los partidos (menos Bildu) para formar una coalición de gobierno. Creo prácticamente imposible que lo consiga: con el PSOE de Sánchez porque ya ha manifestado su deseo de formar ellos gobierno. Y con el resto porque el PP no puede transaccionar con la unidad de España y así no tiene nada útil que ofrecer a quienes odian España y sólo desean independizarse.
Sánchez, perdedor de las elecciones, sí tiene más fácil intentar un gobierno juntando churras con merinas (él ni sabe ni quiere saber de razas, ni sabe de ovejas) y ofrecer sobre la mesa el descuartizamiento de España sin pestañear. No hace ascos a nada siempre que se asegure su poder.
¡Ah, todas las demoscópicas, a la escuela!
¡Y todos los españoles a educación infantil! (en Alemania)
24-7-23
CM