INAUGURACIÓN JUEGOS OLÍMPICOS
¡Qué bella Paris, qué bello el Sena, come c’est beau Notre Dame et les pontes de París (con indulgencia de don Jenaro)! Un marco formidable, difícilmente igualable, para situar el gran espectáculo de la inauguración de los Juegos Olímpicos de 2024.
Pero un espectáculo bochornoso aupado sobre un derroche de euros.
-Vergonzoso por su absoluta falta de respeto a cuantos nos encuadramos en las creencias cristianas. Espectáculo ofensivo sin otra razón que,
-La ausencia descarada de ingenio, sustituído por la provocación gratuita. Es muy común hoy día que la falta de talento se trate de disfrazar con injurias, ordinarieces y culto al bodrio.
-Y tremenda puesta en escena de dos enormes poderes: las organizaciones homosexuales (y sus añadidos) y las organizaciones feministas supremacistas. El poder económico y organizativo de ambos grupos es inmenso, da de comer (y de despilfarrar) a miles de personas que viven a sus sombras.
Me reconfortaría que la jerarquía eclesiástica católica hiciese oír su voz (la echo en falta con frecuencia) frente a los ultrajes y ofensas sufridos.
¿De verdad que injuriantes, movimientos homosexuales y feministas radicales manejan también la organización de los Juegos Olímpicos?
Para colmo, hoy las Olimpiadas no abren un periodo de paz, de alto el fuego, en las horrendas contiendas humanas.
Nuestra esperanza es que los atletas vuelen muy por encima de tanta ignominia y atropello.
PS: Excelencia, Amistad y Respeto son principios del Olimpismo
26-7-2024
CM