lunes, 26 de febrero de 2024

 EL CAPO Y ALGUNO DE SUS NUMEROSOS BANDOLEROS

(Durante febrero de 2024)




EL CAPO

En primer plano el adalid anticorrupción socialista, bajo el lema “el socialismo que gana”. No sé, no sé …

 



KOLDO, EJEMPLAR SOCIALISTA


Koldo procesado por presunto delito en percepción de comisiones ilegales en la pandemia Covid. Para Sánchez se trata de una persona ejemplar.

Koldo fue el hombre de máxima confianza del exministro Ábalos. Y colega del número tres del PSOE Santos Cerdán.




EXSUPERMINISTRO ABALOS

Ábalos manifiesta estar muy orgulloso de su gestión por sus adquisiciones para la pandemia.

Ábalos es el que, siendo ministro de confianza de Sánchez, recibió con nocturnidad e irregularmente a la vicepresidenta de Venezuela que tenia prohibido entrar en Europa. La venezolana fue recibida en territorio español por Ábalos junto con docenas de maletas misteriosamente desaparecidas.

Él fue “maestro” anticorrupcion en el voto de censura contra Rajoy que aupó a Sánchez a la jefatura del gobierno.

 



OPTA EL CAPO AL GOBIERNO MARROQUÍ

El capo ha conseguido para los españoles en su reciente visita a Marruecos:

Las aduanas de Ceuta y Melilla seguirán cerradas.

Sánchez anuncia inversiones en Marruecos por 45.000 millones.

Sánchez ‘empatiza” (??) con los agricultores y camioneros españoles.

Los camioneros marroquíes podrán trabajar en España sin permiso de circulación español.

¿De qué sirvió este viaje del jefe del gobierno de España a los españoles?

¡Absténgase señor Sánchez!

 



PLANAS CONTRA EL CAMPO ESPAÑOL


El Ministerio de Agricultura comunicó el martes que ha iniciado el procedimiento para pagar un total de 712,7 (!!!) millones de euros en ayudas extraordinarias a agricultores y ganaderos afectados por la sequía. Los agricultores lo “agradecieron” con grandes “tractoradas” porque nuestro campo se asfixia (agricultura y ganadería). Hoy nuevas tractoradas de los maltratados del campo y la pesca. ¿Sirve para algo (además de proporcionar empleo a muchos) el ministerio de Agricultura y Pesca?

 



DÓBERMAN PARA UN TRANSPORTE OBSOLETO


Nuestro ministro de transportes Oscar Puente: «A veces se incendia un tren...» que tienen «materiales obsoletos» y que «hay que acostumbrarse a las incidencias porque son lo normal y, a veces, inevitables». Perfecto ejemplo de la progresía enfocada hacia la pobreza popular.

 

 



UN ANTICULTURA ANTIESPAÑOL


¿Quién nombró a “esto” ministro de cultura de España?

Se licenció en económicas en Barcelona y es miembro de Podemos. 

De él depende la promoción, protección y difusión del patrimonio histórico español, de los museos estatales y de las artes, del libro, la lectura y la creación literaria, de las actividades cinematográficas y audiovisuales y de los libros y bibliotecas estatales, así como la promoción y difusión de la cultura en español.

 Aportaciones desde noviembre pasado:

      Recuperación de la memoria del pozo minero Santa Bárbara “que es un auténtico patrimonio industrial de nuestro país”

       Una nueva Dirección General de Derechos Culturales, que tendrá como uno de sus objetivos desarrollar un Plan de Derechos Culturales (??)

        Proteger dos lenguas minorizadas como son el aragonés y el asturiano

        Ha adquirido  88 monedas islámicas por un importe de 214.955,88 euros que irán destinadas al Gabinete Numismático del Museo Arqueológico Nacional 

        Creará una oficina de atención a víctimas de violencia machista en el ámbito cultural.

         Anuncia una “revisión” de los museos estatales “para superar un marco colonial” (???)

Éste “inquieto y difuso creativo” tiene asignado un presupuesto de 1.703 millones de euros en los Presupuestos Generales.

Pero carecemos de recursos para actualizar estructuras ferroviarias que eviten incendios (a lo que nos tendremos que acostumbrar según el ministro del ramo) o para dotar a nuestra Guardia Civil de los medios idóneos para combatir el narcotráfico, o … añadan ustedes cuanto consideren.




MÁXIMO RESPONSABLE DE LA SEGURIDAD


Traficantes de droga del campo de Gibraltar asesinaron a dos guardias civiles a quienes obligaron a defendernos sin medios, empujándoles a a la muerte. El director general de la Guardia Civil manifiesta que la barca inflable que les proporcionaron a los guardias era un medio adecuado para combatir contra embarcaciones delictivas diez veces más potentes y diez veces mas pesadas.




Si no fuese porque la banda dispone del arma letal del Boletín Oficial del Estado que utiliza sistemáticamente para perjudicar a los ciudadanos españoles y dispone de nuestros dineros a su absoluto antojo, yo despediría ahora mismo al capo, a los veintidós cabecillas de la banda y a toda la banda. Y pondría buen cuidado en que otros no montasen su propia banda.



26-2-2024


CM

 

 


 

 

 

 

jueves, 22 de febrero de 2024

MUS

 
MUS LOS LUNES

Muchos lunes, a la caída de la tarde, nos reunimos cuatro amigos que somos vecinos desde hace más de cuarenta años. O sea, somos unos chavales con abundantes canas perdidas. Edad suficiente para saborear con hondura los regalos que la vida nos ofrece. Y éste de los lunes es un deleite. Un importante enriquecimiento que nos sigue ofreciendo vivir. Así, los lunes son una expectativa enormemente alentadora.


Una porción del tiempo lo ocupa una muy estimulante charleta. El parloteo sosegado nos es útil para beneficiarnos de la escucha y satisfacernos contando alegrias y pesares. Temas redundantes son la salud (o su falta), propio de nuestra circunstancia y los desmanes (y raros aciertos) de quienes nos gobiernan, propio de la circunstancia social. Vivimos tiempos de cambios profundos y muy rápidos en nuestra sociedad (no sólo española) que con frecuencia nos llevan a añorar lo que antes vivimos y a un enorme desconcierto actual en muchas ocasiones. Siempre debió de ser así porque la velocidad del tren de la sociedad es muy superior al de la vida personal a partir de cierta edad. Y los cuatro sobrepasamos esa cierta edad. El tren de lo mejor vivido ya pasó y el tren del momento llega cargado de mercancías en gran medida asombrosas, incluso incomprensibles y hasta condenables.




Se trata en las otras dos porciones de tiempo, la de disfrutar de una merienda suculenta y la de una disputada partida de Mus a cuya sombra se acogen comida, bebida y tertulia. La merienda es siempre apetitosa y más abundante de lo que nuestros sanitarios nos recomiendan. Las bebidas frugales, muy cuidadosos nosotros de conducir con garantías un máximo de seiscientos metros que puede haber entre el hogar más lejano y “la cancha”, rotatoria cada semana. ¡Y la partida de Mus! El juego de envite más singular y cautivador. No media dinero en las apuestas, sino garbanzos (lo suyo), o piedras, medallas, que adoptan en el juego el nombre de “piedras” (con valor uno) o “amarracos” (con valor cinco). Los cuatro jugadores organizados en parejas procuran el objetivo de ganar mediante la sabiduría, el disimulo o el engaño. Ocurre así que se juega mucho más que dinero: ¡se juega el honor! La nuestra es una partida que se rige por las normas de Madrid. Son estrictas, pero nosotros nos permitimos a veces no serlo y aportamos creaciones que la bondad y transigencia del grupo suele permitir. Los dos equipos ganamos siempre: chanzas, ocurrencias, despistes, compartir unas horas de vida. Salvo cuando los naipes lo impiden volcándose siempre a favor de un equipo. Entonces desaparece la magia de la competición y, con ello, la diversión. Aquí también importa que la mies esté bien repartida. Luego, el ingenio, la intuición, el fingimiento, el atrevimiento, ¡y la suerte!, determinarán la pareja vencedora.

 

PS: ¡Dios nos permita mucho tiempo nuestras vivificantes tardes de MUS!

Un cariñoso recuerdo para Federico y para Julio.

 

 

22-2-2024

 

CM

jueves, 15 de febrero de 2024

 BARBATE Y LA IGNOMINIA

Juro (o prometo) por mi comciencia y honor cumplir fielmente mis obligaciones, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, obedecer y respetar al Rey y a mis jefes, no abandonarlos nunca y, sí preciso fuere, entregar mi vida en defensa de España. (Juramento del Guardia Civil).





Barbate es una  relevante población de la costa gaditana. Tiene algo más de veintidós mil habitantes y está emplazada en el área de Gibraltar. Con muy importante tradición pesquera aunque hoy dia muy reducida por los sucesivos acuerdos con Marruecos. Aún así, las almadrabas continúan manteniendo importancia. Y es un muy notable enclave turístico que le genera una respetable economía. Pero sufre un gravísimo problema estructural su sociedad y su economía: un paro juvenil espantoso.





Hace mucho tiempo que en el área de Barbate se desarrolla una enorme actividad contrabandista. Durante muchos años traficando con el tabaco que proporcionó pingües ganancias a numerosas familias de la zona. Después (y hasta ahora) es la droga la que se mueve aprovechando la sólida estructura organizativa existente. 

El Estado demostró en su momento el interés por acabar con el tráfico ilegal del tabaco. Hoy, el Estado demuestra carecer de un interés real por acabar con el tráfico ilegal de narcóticos. ¿Por qué?





La indignidad nos hiere por dos vías:
-El gobierno desatiende su obligación, negando a la Guardia Civil los medios idóneos para cumplir con el cometido que le encomienda. Con ello ha ido desnudando de autoridad al benemérito cuerpo. La apoteosis terminó con la burla macabra en sus aguas, coronada con el asesinato de dos guardias y un tercer guardia herido (guardias en una embarcación neumatica de quinientos kilos con la orden de enfrentarse a lanchas del narco velocísimas de cinco mil kilos). Guardias enviados directamente a la muerte sin posibilidad ninguna de defenderse. Por cierto, otras terribles preguntas me asaltan: ¿iban desarmados los guardias o tienen prohibido el uso de las mismas? ¿es incompatible el “poder progre” con el uso de las armas de los miembros de las Fuerzas Armadas en cualquier momento y circunstancia? ¿es aceptable que el Estado sufra el ataque armado del delincuente, pero tiene negado ejercer la fuerza contra el crimen? ¿es correcto que el jefe del gobierno no acuda a honrar a sus agentes fallecidos por ir de cine?


Dos cadáveres de guardias civiles y Sánchez de fiesta


-Un numeroso grupo de individuos asistían al espectáculo de acoso a las fuerzas del orden animando a los asesinos a hundir, a matar a los guardias. Sus gritos desaforados pidiendo sangre en los reiterados ataques de los narcotraficantes hiela el corazón. Idéntica calidad humana que los propios asesinos. Según parece el “narco” paga muy generosamente a todos los colaboradores: desde los simples vigías y alertadores de peligro, hasta los porteadores de los fardos de drogas ilegales. También aquí me surgen algunas preguntas: ¿tendrá algún tipo de conexión con el vergonzoso, inasumible, porcentaje de parados de la comarca? ¿qué parte de la economía, del comercio, de la zona tiene algún tipo de conexión con el narcotrafico? ¿con qué certeza nos aseguraba el alcalde del lugar que los monstruos voceadores no eran vecinos del lugar? ¿es la importante población absolutamente desconocedora de si algún vecino está ligado al narcotráfico.

Le ha tocado al importante pueblo de Barbate ser botón de muestra de una gravísima degradación pública y privada de España. Esa España oficial incapaz de condolerse por la brutal matanza y esa España civil tan indiferente ante su propia destrucción.


Descansen en Paz nuestros guardias civiles. ¡Viva el Rey!, ¡Viva España!

15-2-2024


CM

sábado, 10 de febrero de 2024

 UNA DANZA ENTORNO A MI TUMBA





Félix de Azúa me ha estimulado a escribir estas reflexiones en una estupenda entrevista que le realizó Maria Zabay (y que mi querida hermana Beatriz me ha enviado). Decía Nietzsche que “quien no baila está fuera de la realidad, y cada día sin bailar es un día perdido”. Entonces, ¿por qué no dejarse llevar por la música de la vida? Ya Platón y Aristóteles consideraban la danza como elemento de la naturaleza humana.

 

Azúa plantea que la naturaleza humana se separa y distingue de la del resto de las especies animales porque tenemos conciencia. Conciencia de que vamos a morir. Es la única certeza de nuestra vida desde el mismo momento de nacer.

 




Yo tomé conciencia de nuestra finitud cuando, entrelazadas nuestras manos, terminó la vida de mi padre. Así, durante treinta y nueve años no fui emocionalmente consciente de mi inexorable futura muerte. Fue un cambio esencial para mí. No sólo por la dolorosísima pérdida de mi padre, sino también por el descubrimiento de la verdadera naturaleza de mi propia vida. Desde luego que, superado el tiempo de duelo, continué viviendo como si todo siguiera igual. Pero no, había tomado conciencia de mi propia naturaleza.

 




Creo que vivir es exactamente vivir. Nada parecido a prepararse para morir. Muy al contrario, ¡hay que bailar, como también hacía Sócrates! El espíritu vital empuja a los proyectos, a los esfuerzos y sacrificios, al gozo, a la jovialidad y a las ilusiones. Conforme acumulas años que te apartan paulatinamente del tren social, las luces de las ilusiones se amortiguan, se van desvaneciendo. Vas cambiando el papel de actor por el de espectador. Creo que es muy importante que en el aprendizaje del nuevo papel no se extravíe la curiosidad. Esforzarse por mantener interés por cuanto más mejor, asumiendo que irá creciendo lo incomprensible.

 



Existen herramientas enormemente útiles para mantener el interés por la vida tonificado. Una tremendamente eficaz es la lectura. Los libros nos proporcionan innumerables ventanas abiertas a mundos que nos eran desconocidos. Desde luego no sólo me refiero a geografía y paisajes. Por sus ventanas aparecen también pasiones, sentimientos, personalidades, conflictos, éxitos, fracasos, desengaños ignotos. Hasta podemos participar en parte del sentir de los personajes de los libros. No de los que imaginó el autor, sino de los que nosotros mismos creamos de su mano. ¡Qué obra tan creativa la del lector! Cada libro encierra tantos personajes como lectores tiene. ¡No dejemos de leer, nos oxigenará todas las ascuas de la vida!

 


Otro utensilio formidable para acompañarnos en todas las etapas de la vida, que incluso resulta más eficaz en las más avanzadas, es la música. Sucede algo parecido al milagro de la lectura: cada oyente escuchamos y percibimos nuestras propias emociones de una misma composición. De alguna forma participamos de la autoría del compositor que también se multiplica a través de todos quienes lo escuchan. Nos aviva el fuego de nuestras propias vivencias. Nos llega a aportar vivencias nuevas ¡Qué diversas las emociones que una misma obra proporciona! ¡Sus compases incluso alcanzan a traernos a quienes ya no están entre nosotros! ¡No dejemos de escuchar música!

 



Y hablar, escuchar. De todos podemos nutrir nuestras vidas. Poniendo oídos a cuanto los nuestros (familia, amigos, vecinos) hablan y a cuanto lo hacen aquellos que merecen nuestra consideración y respeto. Escucharemos lo que nos gusta y también lo que nos disgusta. Porque la palabra es un don divino que disfrutamos los humanos. ¡Defendamos y respetemos las palabras de todo quien tenga buena voluntad! ¡Luchemos por evitar la ignominia de que oculten sus bocas al hablar los miembros del “parlamento” (¿qué vergüenzas ocultan los que tienen nuestra encomienda de parlamentar?)!

 

La vida es maravillosa, es cruel, es generosa, nos da y nos quita, nos enseña, nos confunde, nos premia con amaneceres grandiosos y nos castiga con anocheceres asesinos.

 




Hasta, si es posible, digamos como el filósofo: ¡bailar entorno a mi tumba!

 

 

10-2-2024

 

CM

domingo, 4 de febrero de 2024

 DE MÉDICOS, FARMACÉUTICOS Y ENFERMOS

 




Los tropiezos de salud dan oportunidad de entablar conversación con quienes no es fácil o, al menos habitual, que charlemos. 

El último catarro (alguna secuela aún queda) y una necesidad hospitalaria fueron inesperados vehículos de interesantes charlas.



En un centro médico tuve la suerte de que me atendiese una profesional rigurosa pero amable, profesional pero humana. Le pareció que me dolía de una garganta en mal estado y me aconsejó y recetó en consecuencia advirtiéndome que los síntomas finales serían pelmas. 

No sé decir ahora cuál fue el motivo que disparó un corto (estaba en consulta) pero muy sustancioso parloteo. En su opinión la situación general es desastrosa y opinaba que nada podía hacerse para remediarlo. Escuchaba en su consulta el desánimo de las más diversas personas (claro que estaríamos condicionados por nuestras dolencias). Su opinion es que el mal viene de hace años, en un progresivo y constante deterioro de la vida individual y, principalmente social. Su parecer hacia los líderes y dirigentes sociales no podía ser más oscuro y descalificador. 

Me pareció llamativa su desmotivación por tratarse de una persona evidentemente formada (no sólo como médico) y con un nivel de información privilegiado por el balcón que le ofrece su consulta. Su mayor desánimo se centraba en los más jóvenes a quienes estimaba envejecidos al tiempo que escandalosamente inmaduros. Me dijo que, por eso, nuestro futuro no aparecía menos negro que el presente. 

Me sorprendí a mí mismo tratando de llevar ánimo y esperanza a su sentir. No podemos perder a personas en plenitud de vida personal y profesional, inteligentes y con evidente capacidad de elaborar criterios meditados. Es un “lujo” que esta sociedad no se puede permitir, le dije. Y también que todos tenemos capacidad de hacer algo en defensa de lo justo, la verdad, el respeto, la responsabilidad, el trabajo bien hecho, … y tantas joyas que recibimos de nuestros padres y maestros y que fuimos posteriormente atesorando al andar la vida. 

Al trasladarle que no hay esfuerzo pequeño ni, mucho menos, despreciable, apareció en su semblante una reflexión con algún destello. Me lo agradeció. Aunque coincidimos plenamente en la degradación general de la sociedad de occidente y de la española en particular. Me alivió enormemente el catarro. Sus medicinas también.



Pasé por la farmacia a proveerme de lo prescrito por la doctora médica. Aún era muy temprano y encontré a la farmacéutica titular en su local vacío. 

Aquí sí recuerdo bien cómo se disparó la ballesta: la enorme cantidad de medicamentos a falta de suministro por los laboratorios. Está profunda y airadamente indignada por una situación de desabastecimiento que no ha conocido en más de treinta y cinco años de profesión. Como lo había padecido en carne propia, indagué por los motivos: nuestro gobierno (que aprueba los precios de los medicamentos) tiene topados los precios (supone que para sujetar la inflacción). Así se ha conseguido que quedemos “a la cola” de suministros, tras países que pagan más por los mismos productos. Me aseguraba que, además de los lógicos (USA, Alemania, Japón, …), están por delante en la “cola” países como Portugal y Marruecos (¡). Es una concreción tremenda de nuestra deriva venezolana. 

Le referí algo de mi corta cháchara con la médico. Vino a coincidir plenamente y a asegurarme que, desde su atalaya, contempla idéntico panorama. Como somos antiguos conocidos sólo le aporté alguna nueva reflexión sobre el envenenamiento de las tiranías y aún no la tenia registrada. Tuve la suerte de que disponía de los medicamentos de mi receta. 

Regresé a casa con mi catarro, aunque algo reconfortado por considerar que posiblemente coincida con otros muchos en dolerme de las heridas de mi querido país.





La tercera pequeña experiencia se originó por una circunstancia más dolorosa, preocupante y angustiosa en el marco de un hospital al que nos tuvo que trasladar una ambulancia de madrugada. 


Permanecer más de veinte horas en la zona de urgencias es una vivencia que suma al dolor físico y anímico una incomodidad extraordinaria. De manera que cuando, a la vista de pruebas realizadas, un doctor te informa que hay que permanecer ingresado es una liberación porque de los males diversos elimina una zona de la incertidumbre. Aunque frustra inmediatamente la ilusión de salir porque siempre hay que esperar a que quede libre una habitación “en planta”. No hay diagnóstico sino motivo de preocupación para seguir investigando. 

La estancia en urgencias exige un nivel físico apreciable para vivir en un espacio mínimo acotado por cortinas (los sonidos y olores son comunitarios y compartidos) y el acompañante sólo dispone de una silla antipática que apenas permite estirar un poco las piernas. Cuando un joven fornido y encantador celador aparece para conducir al enfermo a la habitación soñada se te saltan las lágrimas de emoción. Así de curioso, ya que significa en realidad que quedas más hospitalizado. La pericia de un conductor que es capaz de hacer pasar una gran cama por huecos imposibles es casi un espectáculo. 

La cumbre es perfecta, amplia, cuidada, alegre y exclusiva (sólo tus ruidos y tus olores). Pero de inmediato proceden a inmovilizar al enfermo con los tubos más diversos. Mientras, el acompañante prueba diversas opciones de asientos. Sólo uno fue diseñado por una persona cabal. De manera que, a las pocas horas, se esfuma buena parte de la magia del anhelo. 

Emprendí paseo por el larguísimo pasillo del hospital. Centro de enfermería distante de la habitación, muy importante para el descanso nocturno. Y grupo de enfermeros que responden educadamente al saludo. La jefa, arisca, muy en su papel de jefa, no pone buen gesto a una muy leve chanza. Peor para ella porque creo que crear un clima distendido y amable a todos beneficia. Pero como siempre recuerdo el dicho taurino de que “cada toro tiene su lidia y yo prefiero los difíciles” (El Viti), dejé pendiente romper el hielo. Lo de El Viti suele funcionar con los humanos. Esta vez funcionó (lo que, además fue útil para que, a los días, se gestionase con verdadero interés la ambulancia que nos devolvería a casa). 

En el paseo pasillero saludé con algún afecto a la limpiadora. Su respuesta, alegre y agradecida, posiblemente significaba que los más ni saludan. Me dijo algo así como “cómo se nota que es usted un señor de verdad, muy amable, como su vecino de habitación”. 

Al poco apareció el mencionado. Nos saludamos, nos presentamos y nos pusimos a conversar quedamente. Serio, afable, ilustrado, huésped del hospital durante diez días, prudente, inicialmente algo reservado. Apostaría que es militar o juez. Finalmente, su ataque durísimo pero respetuoso al gobierno y a su jefe resultó demoledor. Dura crítica al comportamiento de la iglesia católica dirigente (“la Iglesia, hace años que descarriló por caminos absurdos, ha perdido gran parte de su autoridad”). Tremendamente pesimista, cree que ya no hay solución. Que queda muy poco tiempo para la catástrofe definitiva y que ya no se puede hacer nada. Que el poder lo manejan malas personas, mal preparados, apátridas y ladrones. Su hijo se plantea seriamente huir de España; le retiene su mujer y dos hijos, pero cada vez con menor fuerza. A él se le rompe el alma, pero comprende totalmente a su hijo. 

Me animé a decirle que la derrota no es una opción, hasta el final. Cayó, meditó y terminó: “posiblemente tenga usted razón”. Me hice la ilusión de que parecía haber rejuvenecido. Quedamos en repetir jugada. Afortunadamente no hubo ocasión porque volvimos pronto a casa.


No tengo la menor duda de que médico, farmacéutica y hospitalizado forman parte de los ganadores de las elecciones democráticas (ése es mi optimismo). La perversión se lo impide, nos lo impide, no son capaces, no somos capaces, de cohabitar con delincuentes, asesinos, traidores y comunistas. Otros pueden hacerlo sin problemas hasta con el abusador de sus sobrinos, y gobiernan (o algo poco parecido).

 

4-2-2024

 

CM

 

 SE ACABÓ EL CUENTO

 

 


Como dice Pérez Reverte éste es un mundo duro, difícil, incluso cruel. Y se empeñaron en inocularnos que era “pastoril” con lo que nos hemos ido ablandando, jugando a Heidi y Pedro. ¡Y es un cuento!

Los sanitarios, buenos, regulares y malos (como en todas partes, pero con peores consecuencias). Y muy sobrepasados (como en todas partes, pero con peores consecuencias).   

Constato cada día que “la broma” en nuestro primer mundo se acabó. Veremos cómo (o si) lo podemos manejar.

 Aquí no contrata nadie (ademas de los obstáculos, del riesgo y de la zozobra, oficialmente está muy mal visto ser contratante). Pero las necesidades crecen (preguntemos a los canarios por sus constantes y crecientes visitantes africanos (luego repartidos por el resto de España sin ton ni son y sin indicación del sendero para salir dignamente adelante). Vienen con necesidades muy primarias. Y a todos les contaron el cuento de Heidi y Pedro (y se lo creyeron).





Y aquí la verdad es que somos ya una comunidad vieja (en poco muy anciana) a la que se prolonga la “estancia” (más propiamente que la “vida”) con un altísimo coste. Y la factura enorme que generamos viejos improductivos, foráneos improductivos, y golfos improductivos (muy significativo entre éstos el gremio político-organizaciones “sociales”) sólo pueden pagarla los jóvenes productivos con dificultades crecientes de producir (paro descomunal) y no educados para afrontar tiempos inhóspitos (no son como sus bisabuelos). 



¿Quién paga la factura del cuento? En absoluto los “cuentistas profesionales”, tampoco los viejos, ni los inmigrantes engañados y analfabetos: todos estos colectivos sólo producimos gasto, gasto enorme y creciente. Cada día es más reducido el grupo de quienes producen y soportan sobre sus espaldas el gasto disparatado de la fiesta colosal, verdaderos héroes vampirizados por el Estado opresor hasta la extenuación y al tiempo despreciados por mandatarios o primates. Aquellos son los únicos que no viven del cuento y día a día tienen menor reemplazo: ¡es mucho más yupi vivir del cuento, mucho más “inteligente”! ¡Y “mejor visto”!





Estoy seguro de que queda muy poco para el impago definitivo de la factura, ¡se acabó la broma!, ¡se terminó la fiesta! Después, el abismo.

 

 

 

4-2-2024

 

CM