jueves, 13 de julio de 2023

 


TÚNEL TENEBROSO

 





El “Tren de la Bruja” era una de las atracciones infantiles imprescindibles en ferias y verbenas. Posiblemente hoy lo siga siendo. Consiste en un trenecito de vagones descapotados cargados de chiquillería que hace un recorrido circular y realiza más de la mitad del trayecto dentro de un oscuro túnel. Justo a la salida del túnel una “bruja” repartía escobazos sobre las cabezas de los pequeños pasajeros que gritaban nerviosos y asustados. Aunque nunca fue de mi gusto, tenía un enorme éxito por hacer descargar la primera adrenalina entre los críos.

El Tren de la Bruja entraba en un “Túnel Tenebroso”. Creaba la ansiedad excitante de los chavalines que finalmente eran fustigados por la escoba de la Bruja en cuanto salían de la pavorosa gruta, eclosión final de la desazón.

 

Sánchez es experto en eslóganes que hace repetir a sus empleados en consignas salmódicas que recitan como coro de cacatúas. Sánchez (y su gente) acuñó la expresión de “Túnel Tenebroso” refiriéndose a donde conduciríamos los ciudadanos si no entregáramos nuestro voto al Sanchismo el 23 de julio de 2023.

 



El eslogan es actual y Sanchista pero la realidad para España es muy distinta. En 2004 el presidente (supuestamente socialista) Rodriguez Zapatero comenzó a construir en España el “Túnel Tenebroso” para lo que azuzó las escasas pero aún vivas ascuas del “guerracivilismo” con que fue consiguiendo dividir al país en dos bloques enfrentados, su sueño de regresar a la cruel segunda república. De su aciaga gobernanza ya he escrito profusamente y también de su pasar nefasto por el gobierno de España. Por cierto, vuelve a aparecer, ya sin careta, marxista, miembro del Grupo de Puebla (sanedrín del comunismo latinoamericano) e íntimamente vinculado a la dictadura venezolana. Dijo la señora Diaz Ayuso, “donde vaya hará daño” refiriéndose a un tal Pablo Iglesias, ser venenoso a quien consiguió echar de la política. Tomo prestada la frase de doña Isabel para dedicarla a Zapatero. Consiguió en ese Túnel Tenebroso destrozar en España la convivencia pacifica de la Transición y dejarla echa unos zorros económica y moralmente. Fueron siete años de efectiva peste bíblica.

 



La llegada del señor Rajoy pareció la salida luminosa del Túnel Tenebroso. Efectivamente, con su gobierno consiguió enderezar la economía que encontró en estado de quiebra. Y nos tuvo que sacudir algunos “escobazos”. Pero no supo o no quiso trabajar por reparar el desastre moral de la sociedad española. A partir de cierto momento tuve la sensación de que el presidente Rajoy había decidido asumir el papel de Don Tancredo, realizándolo con éxito para desgracia de España. Llegué a dudar de que en el día a día fuera a trabajar debidamente a su despacho. Y, claro, le engañaron como a un pipiolo los nacionalistas vascos. El Parlamento le censuró y le expulsó del gobierno. Apenas habíamos salido del Túnel Tenebroso y pronto volvió a desaparecer la luz.

 









Sánchez ha demostrado que el Túnel Tenebroso podía hacerse más largo (eterno) y fatalmente siniestro. Para ello echó mano de obreros comunistas-populistas, colaboradores independentistas de España, y criminales técnicos dinamiteros de nuestro país. Todos ellos unidos por el sueño de aniquilar la España de la convivencia consensuada. 





También incrementó el pavor dentro del túnel adornándolo con efectos especiales que, al paso del convoy, iluminaban fugazmente la negrura para someter aterrorizados a los pasajeros: acá un “muerto viviente”, allá una “terrible momia”, acullá unos infelices “enfermos embozados” y maniatados, más adelante alguno asfixiándose bajo la “lava volcánica” y más allá, los “horrores de una guerra despiadada”. Han avanzado (¡y de qué manera!) en la construcción del túnel. Ya estamos muchísimo más cerca de la oscuridad venezolana, cubana, nicaragüense, … Como ese trayecto se realiza en absolutas tinieblas, una enorme parte del pasaje ni siquiera imagina la estación de destino.

 




El próximo 23 de julio ofrece la oportunidad de recuperar la luz del día, salir del “Túnel Tenebroso”. En nuestros votos está conseguirlo y en la de los nuevos dirigentes acometer de inmediato la ingente y noble tarea de reconstruir la España de la Democracia, la Libertad y la Justicia en variada convivencia civilizada. Se lo demandaremos.



 

 

13-7-23

 

 

CM

 

 

 

 

martes, 11 de julio de 2023

 EL DEBATE SÁNCHEZ-FEIJÓO

 

 


 

Sánchez, aún presidente del gobierno y aspirante a renovar mandato está muy satisfecho de cómo le fue el debate televisivo del 10-7-23. “Se clarificaron muchas cosas. Quedó meridianamente claro que quien tiene un proyecto de país de presente y de futuro es el PSOE. Soy un político con convicciones, soy un político con determinación, soy un político que escucha, pero también que responde ante las falsedades. El señor Feijóo sólo presentó una montaña de mentiras. El 23J está en juego si España continúa avanzando o nos metemos en un túnel tenebroso”.


Creo que Feijóo tan sólo ha comentado “¿para que le sirvió a Sánchez encerrarse cuatro días para preparar el debate?: para nada”

 

Es conocida mi antipatía personal hacia Sánchez. Por sus maneras de proceder, por sus muecas despectivas hacia los demás, por sus andares balance-chulescos. De él siempre me llegó su prepotencia, su soberbia, su ausencia de fiabilidad. En fin, alguna de las características que más puedo despreciar. Por tanto, cualquier opinión mía sobre cualquier tema que concierna a Sánchez está viciada y tiene el valor del enjuiciamiento adulterado.

 

Durante los tres últimos años laborales, nada más entrar en mi despacho, podía leerse: “La soberbia es el principio de la derrota”. La alta dirección del “grupo empresarial” (nunca fue tal, sino una fórmula puramente técnica, aunque legal, de incrementar irracionalmente el patrimonio personal de sus dueños), en el que encasillaron a trompicones a la empresa en que yo trabajaba; esa alta dirección, se impregnó hasta los tuétanos de una soberbia formidable. Desgraciadamente el principio se fue cumpliendo inexorablemente y hoy afronta la derrota final.

 





Pues bien, en el debate político entre Sánchez y Feijóo tuvo un papel muy definitivo la soberbia del actual presidente. Se trata de un pecado capital enormemente destructivo que hace creer a quien la padece disponer de una situación de superioridad o privilegio sobre los demás. Inevitablemente lleva a perder pie con la realidad e ir creando otra ficticia que se convierte en la que efectivamente termina viviendo el enfermo vanidoso.

 



Sánchez se mostró agresivo (como generalmente suele) con su supuesto interlocutor. 

Ya no está (si alguna vez lo estuvo) capacitado para escuchar.

¡Claro que miente compulsivamente!, siempre que lo estima necesario, pero efectivamente, en su mundo, son simples cambios de opinión.

Es persona sin convicciones (o tiene tantas, tan diversas y opuestas como estime para su mejor interés).

Carece de un proyecto de país (o tendrá tantos como le vayan marcando los aconteceres).

 

Ese tremendo perfil psicológico planeó sobre todo el falso debate. Sánchez está totalmente incapacitado para debatir porque no puede reconocer en el interlocutor a un igual. Y, por tanto, está totalmente alejado del espíritu democrático (Feijóo se lo indicó y él se paralizó desconcertado).

 



Feijóo me dio la imagen de persona seria, capacitada y abierta al pacto. Tuvo que asumir sin inmutarse que las alucinaciones de su oponente le confundieran con Abascal. Fue creo yo algo más que una simple treta de mangoneador.

 

No vi, en absoluto, un debate democrático. Escasísimas fueron las intenciones manifestadas para el próximo futuro de los españoles que no fueran barbaridades increíbles (construcción de cientos de miles de viviendas asequibles, por ejemplo). Disparatadas referencias sin embargo ¡a la guerra de Irak!

 

Me temo que el destrozo realizado en las instituciones, los espacios invadidos por los interminables tentáculos de La Moncloa, no podrán resolverse en un suspiro. El PP debe ganar las elecciones y no desperdiciar un minuto en ponerse a trabajar por todos los españoles.

 

 

 

11-7-23

 

CM

 

 

domingo, 9 de julio de 2023

  

LOS CHURROS DEL DOMINGO









Estamos estos días ejerciendo de abuelos y perriabuelos: dos niños de casi quince y de nueve años y dos perritas (a la caniche negra la conocisteis siendo muy pequeña, regalo extremadamente desacertado que se me ocurrió hacerle a Mily, corregido después porque la acogieron con enorme alegría en casa de mi hijo). A su madre (la de los niños) la operaron hace cuatro días el intestino por su pertinaz problema de “divertículos”. Fue bien (la operación) y parece que también la recuperación.

La de 14-15 tiene una estupenda (Dios la conserve)  pandilla de chicas y chicos de su edad. Siempre fue un encanto (mi nieta me “encandiló” desde recién nacida). Sigue siendo una cría-jovencita especial. Esta pasando la tremenda transformación de muy buena forma, pero la está pasando (como le digo, su definición es “tránsito” con revolución hormonal). A las tardes le acerco a la villa (no más de cinco minutos en coche) y la recojo a las nueve, hasta ahora con precisión exacta. 

Más difícil lo tiene el de 9 porque han emigrado sus cuatro amigos más señeros. Es un cielo pero ni su abuela ni yo estamos capacitados para cubrir sus ausencias. Afortunadamente es un gran lector (y principiante escritor) y, ¡cómo no! es un amante entregado de los juegos digitales (alguna vez tengo que hacer el ridículo acompañándole).




Sabéis que suelo madrugar. Esta mañana pensé en sorprenderles con una suculenta “churrada”. A las nueve de la mañana de un domingo Ribadesella es como un enorme cementerio de coches adueñados de todo el posible espacio para aparcar. Hace años que los regidores progres optaron por promover la ecología impulsando el uso de la bicicleta (es obvio que ni Mily ni yo existimos para esa gente) y obstaculizando el uso del coche. O sea que, para comprar churros un domingo, me la tengo que jugar parando el coche sobre una acera (cierto que innecesaria a esas horas) en tanto mi amiga la churrera fríe la vianda mientras amenaza que “si aparece un policia por aquí, lo destripo,  no se preocupe” (no quisiera ser yo el Policia frente a mujer tan aguerrida).




Bien, llegué a casa con los churros. Parecía todo perfecto. ¡Quiá! El portón del coche abre con mando a distancia. ¡ES IMPRESCINDIBLE QUE AL ABRIR EL PORTON LAS PERRAS NO ESTÉN EN EL JARDÍN! Antes de pulsar el mando me cercioré de que ninguna perra asomara por el jardín. Abrí el portón. A medio pasar el coche veo que se abre la puerta de casa: aparece la cabeza de mi nieto y entre sus piernas las dos perritas. La mayor, emprende carrera ignorando las voces del crio. Sale escopetada la perra perseguida inútilmente por el infante que corre, grita y llora. Al jaleo y griterío se despierta y levanta mi nieta. Es, además, una formidable corredora. Pero la perra no paraba en desaforada carrera. Salí con el coche tras ellos. Al poco ya volvía mi nieta con la perra en brazos y el crío detrás llorando. ¡Habían atravesado la carretera próxima! Afortunadamente a esa hora de un domingo (antes de las nueve y media) la carretera no tiene casi ningún tráfico.

O sea, los churritos pudieron ser motivo último de una tragedia. En fin, los churros estaban excelentes. Y alguna de las manías de los ancianos no son bobadas.

 

 

9-7-1923

 

CM

miércoles, 5 de julio de 2023

 FE Y ESPERANZA

 

 



 

Se reanudó la lluvia. No violenta pero tan persistente que anegaba el corazón de Elena. Comenzó a llorar sin dejar de utilizar la pesada pala conque iba recogiendo y apartando la tierra herida por el pico de David. Trabajosamente la enorme zanja prosperaba. Calada hasta los huesos y el rostro hecho un amasijo de sudor, agua y desesperación. Al ritmo de sus brazos la tierra enlodada se acumulaba a un lado de los jirones trazados por David. Trató de que sus lágrimas limpiaran sus negros pensamientos pero no lo logró.

         - ¡Puta guerra! masculló.

Como relámpagos se iluminaban en su memoria plácidas escenas de su reciente vida pasada. Su hijo queridísimo salpicando de puré el mantel por el aún torpe manejo de la cuchara. Los abrazos nocturnos de lujuria descontrolada con su pareja. Los rayos primeros del sol iluminando el tazón de leche humeante recién preparado por su madre. El beso acariciador de su padre urgiéndola para llevarla a la escuela… Todos muertos. Un criminal y certero misil acabó en menos de un segundo con todos ellos. Y vació brutalmente su propia vida. Cuando a los meses apareció la ocasión de integrarse en el ejército implicado en defender a su país, a su tierra, de la invasión demoníaca, no dudó en ofrecerse. Calculaba entorno a dos años de su no vida. Ni un día claro, ni una noche sosegada, ni un alimento saboreado, ni una sonrisa. Huérfana de fe y de esperanza. Tan sólo aguardando que alguno de los que ella iba a matar la matasen antes a ella.

         - Elena, tomemos un respiro - jadeó echándose al hombro el palo del pico.

         - ¿Para qué?

        -Estoy exhausto. Y me conmueven tus sollozos.

         - Lo lamento David. No supuse que me oías.

       - Te oigo, te escucho, te siento con toda tu historia en lo más hondo de mi corazón. Te respeto como se respeta a una divinidad. Vivo con la ilusión de aportar algo valioso a tu alma.

         -Mira David, tú sabes que no existe para mí persona en este mundo que me conmueva. Sin embargo, tu derroche de ánimos, tu fe ciega en la victoria, tu esperanza de recuperar una vida humana, tu infinita paciencia conmigo, los tengo tan presentes que son el hilo último que me sujeta a este mundo infecto, canalla, miserable, injusto. Pero no creo que haya victoria posible ni que se pueda recuperar una vida estimable. Tan sólo queda sufrimiento hasta el final.






         - Pero Elena, no puede haber sufrimiento tan sólo. Creo, porque necesito creer forzosamente, que tú y yo trabajamos para alcanzar una victoria inevitable, inapelable, definitiva. Nuestros esfuerzos y durísimos padeceres diarios no hacen otra cosa que acercarnos a ella. En cuanto la alcancemos, poseemos recursos suficientes para construir la nueva vida que nos espera. Superaremos sin duda el dolor por la pérdida sufrida. Y valoraremos la vida que reconstruyamos como jamás lo hubiéramos imaginado. Te imploro que permitas que yo pueda asomarme a tu alma, que forme parte de tu existencia, que te acompañe  guardando siempre tu sombra. Porque te amo. Del amor nace la fe y la esperanza que nos ha de servir de cimiento para la vida en común que te propongo. Veo por ti, respiro por ti, siento por ti, padezco y lloro por ti y te aseguro que, si me lo permites, reiré contigo como si fuera nuestra risa primera.





La mirada y las palabras vehementes de David abrieron una aguda brecha en el luto del alma de Elena. ¡Era posible vencer! ¡Era posible una vida venturosa compartida! Por primera vez en varios años atisbó luz en el horizonte.



lunes, 3 de julio de 2023

  ORGULLO DE VERDAD












ALGUNOS DATOS SIGNIFICATIVOS LGTBI:

 

Entre el 5% y el 10% de la población mundial es LGBTI y su PIB se situaría entre los 2,7 y los 5,2 billones de dólares.

 

Si el colectivo LGBTI fuera un país sería la tercera o la cuarta potencia mundial. Por ponerlo en perspectiva, el PIB de Japón (tercera economía mundial) en 2019 fue de 5 billones de dólares, según el Banco Mundial.

 

El poder económico de la comunidad LGBTI va en aumento a través de las nuevas generaciones. Mientras que en 2012, el 6% de los mileniales estadounidenses se identificaba de esta manera, este porcentaje alcanza ahora el 9%.

 

En los 14 países de la OCDE donde se dispone de datos, la comunidad LGTB representa al 2,7 % de la población adulta. En otras palabras, en estos 14 países de la OCDE, al menos 17 millones de adultos se autoidentifican como LGTBI

 

El movimiento se inicia en 1968 en Nueva York.

 

En España, el movimiento LGBT nace entre 1977-78.

 

El gasto que hacen hoy los turistas LGTBI en España se sitúa en torno a los 150 euros diarios, frente a un rango de entre 44 euros en viajes nacionales y 66 euros en internacionales de la media nacional.

España acoge un 20% del negocio turístico de la Unión Europea en el ámbito LGTBI y recibe en torno a 7 millones de turistas de este segmento al año.

 




El “Orgullo” aportó a Madrid el año pasado entre trescientos y cuatrocientos millones. El Orgullo LGTBI dejará más de 400 millones de euros en Madrid este año tras el paso de 2 millones de visitantes.

Madrid se ha convertido en uno de los destinos LGTBIQ+ más importantes a escala mundial.

 



La Marcha del Orgullo ha sido criticada por dejar de ser una manifestación reivindicativa para pasar poco a poco a ser un negocio 

                                                                       

 

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A lo largo de mi vida he tratado con algunos homosexuales declarados. Ninguno “con pluma”. Al contrario, todos con formas y modos absolutamente correctos y “normales”. Jamás tuve ningún problema, fueron personas serias, profesionales, agradables y respetuosas. Nunca tuve la menor sensación de violencia o incomodidad. Y si quisiera encontrar algún signo de distinción en ellos quizás fuese la cortesía y delicadeza en el trato.

 

Con mi gran amigo Jaime tuve una relación estrecha, profunda. Cuando le conocí ya era un personaje muy reconocido socialmente y, sobre todo, profesionalmente. Gozaba de respeto y admiración muy merecidos a lo largo de décadas de actuación en el ámbito literario. Se le consideraba (y lo era) un verdadero gurú de la edición literaria. Su buen oficio nos ha permitido conocer las obras de interesantísimos autores. 

 

Jaime disfrutaba de unas extensas y ricas relaciones sociales principalmente en el ámbito intelectual. Entre sus grandes amigos, Carlos Barral, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Carmen Balcells, Francisco Ayala, Sánchez Ferlosio, Juan Benet, Gunter Grass, Isak Dinesen, Garcia Hortelano, Manuel Vicent, Javier Pradera, Jesús Aguirre… y los demás innumerables que ahora no me vienen a la memoria. Su gran capacidad observadora, su saber escuchar, le hicieron una persona enormemente culta, muy interesante. Era homosexual. Ya entonces tenía pareja, con la que sólo convivía intermitentemente (su compañero no vivía en España) desde décadas. Y era un auténtico dandi.


Desde un primer momento conectamos perfectamente. En el trabajo formamos enseguida un tándem muy eficaz: él desde su valioso conocimiento literario y yo desde mi apoyo en él área económico-financiera. Ambos nos dábamos seguridad. 

Nació una amistad profunda que permitió que acumulásemos muchas horas de charla. Jaime había dejado de conducir. Vivía en el centro del viejo Madrid (en un ático singular, fantástico, desde el que se disfrutaba de unas vistas espectaculares. Naturalmente él había sido el decorador, delicado, original). Tuvo que sucumbir ante la insistencia de una gran revista de decoración que realizó un precioso reportaje sobre su casa. Encontré la manera de volver a la mía (Majadahonda) desde la plaza de Salamanca haciendo un laberíntico recorrido que atravesaba el Madrid antiguo  (Príncipe de Vergara, Alcalá, Peligros, Jardines, Montera, Carretas, Mayor (allí se bajaba Jaime), Cuesta de la Vega, Virgen del Puerto, Casa de Campo, Pozuelo, Majadahonda) sin emplear más tiempo que en otros trayectos  más convencionales. Parece mentira pero tardaba algo menos que la opción del formidable y vano atasco de la carretera de La Coruña. En amenidad, ni color. Y, cuando me acompañaba Jaime, nos daba ocasión de conversar pausadamente. Además me daba oportunidad de circular por lugares inusuales para mí (¡Ay la degradada prostitución en Jardines y Montera! ¡Ay las casi ancianas “esquineras” en aquellas noches de diciembre y enero!). De su homoxesualidad sólo conocí su educación exquisita, su sensibilidad, su elegancia y a su encantador compañero. Atesoré su enorme caudal de experiencias como hijo de un eminente escritor exiliado por la guerra civil. Desde luego Jaime era “de izquierdas”, republicano por tradición y por convicción (lo que no impidió que tuviera cierta relación personal y un espléndido concepto de don Juan Carlos). Pero en su manera de proceder era rotundamente “de derecho”, demócrata hasta el tuétano.

 

Si Jaime viera hoy la estética de el “Orgullo”, volvería a morirse. Sin duda.

 





Yo creo que alrededor de las agrupaciones homosexuales ha crecido un monstruo que genera una gran riqueza a la que acuden todo tipo de buscavidas. De aquella natural y justa reivindicación por ser considerados “uno más” se ha ido pasando a la politización más rastrera y chabacana. Pero genera tal cantidad de dinero que son muchísimas las bocas interesadas en agrandarlo y poner sus estandartes en esos colectivos.

 

Cuando una de mis hermanas vivía en la calle Libertad con Augusto Figueroa, tenían que salir huyendo de su propia casa durante una semana o diez días porque era absolutamente imposible vivir con el “Orgullo” a pie de dormitorio. La degradación oficial se materializó cuando de la plaza pasó de estar dedicada a don Juan Vázquez de Mella  a estarlo a Pedro Zerolo. Un extraño “progreso”.


Para mí, haber merecido la amistad de Jaime, es un orgullo verdadero.

martes, 27 de junio de 2023

 MATAR EL TIEMPO

 

"Mi misión es matar el tiempo, y la del tiempo es matarme a mí. ¡Qué cómodo se encuentra uno entre asesinos!"

Emil Cioran



 

Comenzó hace ya unos años. A partir de que me jubilé. Trabajé durante más de cuarenta y dos años por cuenta ajena con una dedicación intensiva y extensiva. Como nunca tuve especial afán por escalar hasta la cumbre sólo conocí como observador privilegiado las luchas, los navajazos, entre quienes sí tenían una mayor necesidad de respirar poder. Tuve el que necesité para realizar mi trabajo y alimentar mi ego. 




No creo que difiera en esencia la batalla que se libra por el poder en la cúspide de una empresa privada de la que se produzca entre los políticos profesionales en los partidos políticos. Con algún matiz tremendamente importante. 




En la empresa es (casi siempre) imprescindible gozar de suficiente solvencia científica o técnica (aparte de las indispensables condiciones de liderazgo); es claro que en la política no lo es. En la empresa no llega a desaparecer casi nunca un mínimo respeto por la valía del colega competidor; en política me temo que funciona mucho más el temor que el respeto. En suma, cruentas batallas en cualquier ámbito, empresarial o político, pero creo que en éste la formación es prescindible y funciona de forma destacada la astucia (no la sabiduría) y el temor (no el respeto). Así sucede que cuando la política penetra en la dirección de una empresa (sea privada o pública) sucedan los desmanes más tremendos, las decisiones más injustas y estúpidas, naturalmente menos profesionales. Inaceptable.

 



Pero decía que me retiré hace años del mundo laboral y afronté de sopetón un panorama radicalmente distinto. Por fin podía dedicarle a mi familia el tiempo y la atención necesarios. Pero, con los hijos emancipados y batallando ya en el desarrollo de sus propias vidas, mi mujer y yo nos reencontramos en la casilla de salida después de más de cuarenta años dedicados en parte principal a ayudar a que nuestros pollos iniciaran su vuelo. Afortunadamente volaron y volaron muy bien. Lo cierto es que mi mujer sufrió una jubilación prematura en su absorbente profesión de atendernos al resto de la familia y a la llevanza  de “la casa”. Como sabemos es una profesión que exige disponibilidad absoluta las veinticuatro horas del día y los doce meses del año. Por tanto, la jubilación en su parte principal, motivada por haber alcanzado el objetivo primero, la imagino brutal y a edad muy temprana. Pero nos tenemos. Y eso es una bendición de Dios imposible de agradecer suficientemente.



Libres ya de las obligaciones complejas y muy exigentes decidimos regalarnos con viajar. ¡Cómo disfrutamos de esa libertad ya en olvido! Y con volver a esa cierta anarquía en que nos desenvolvimos al inicio de nuestra vida en común. Es muy sabrosa esa anarquía cuando te ha sido vedada durante décadas. Sin horarios estrictos (podíamos prescindir del reloj), sin muchas más obligaciones que las básicas necesarias para sobrevivir. Gozábamos aún de un exquisito grupo de amigos entrañables. Aún disfrutábamos de una edad que nos ponía pocos límites y gozábamos de buena salud. ¡No teníamos que pasar “revisiones médicas”! Y éramos “académicos” en las horas de sueño.



Un par de años más tarde, primer tropiezo grave de salud. De los que, saliendo bien, te encadenan a futuro a controles médicos. Comenzaron a fallecer amigos entrañables, profundos, tan antiguos como nuestra niñez o juventud. Aparecieron los primeros síntomas de vejez… Ya se dormían menos horas. Por vez primera comenzó a “sobrar” tiempo.

 



Hace bastantes años asistí a la jubilación de un viejo guardabosques de sólida reputación ganada en más de sesenta años y enormemente querido y admirado en la comarca. Le pregunté: -“Tereso, ¿y ahora que va a hacer usted?”; -“Me levantaré temprano, como siempre, saldré y me sentaré en una peña a ver pasar el campo”; -“¿Cómo ver pasar el campo?”; -“Claro, el campo jamás es igual, cambia constantemente, es una gloria observarlo. Y así, hasta que llegue la muerte”. Fue su sencilla, inteligente y sensible manera de “matar el tiempo”.

 


Carezco de la sencillez, inteligencia y sensibilidad de Tereso. “Mato el tiempo” de manera más desordenada, más compleja, menos sensible. Aunque gozo observando cómo crece la yerba en Asturias al salir el sol tras unos días de lluvia. Veo crecer la yerba, oigo crecer la yerba entre el alboroto de cientos de pájaros y el ritmo salmódico de los cencerros del ganado. Me extasío frente al mar. Contemplo el romper rítmico de las olas. Como me sumerjo en la melancolía, paso a mirar más lejos donde las olas bailan adornándose de espuma.  Leo bastante. También me deleito escuchando música. Y hasta me atrevo a escribir algunas sensaciones de vez en cuando. Entablo alguna conversación intrascendente, pero que siempre me enriquece, con lugareños. Observo navegar a las nubes, realizar sus propias carreras mientras se hacen y deshacen…”mato el tiempo mientras el tiempo me va matando inexorablemente”. Si, estoy “cómodo entre asesinos” como decía Ciorán.

 

 

 

27 de junio de 2023

 

 

CM

 

sábado, 24 de junio de 2023

 CORTE DE DIGESTIÓN EN SAN JUAN

 

 

 



Anoche era la gran fiesta del fuego. Las hogueras de San Juan. Ancestral celebración con que se sigue recibiendo al verano. El tiempo acompañó correspondiendo a la ocasión. Aquí, (en Ribadesella) está bien organizado. Se destina una amplia y cómoda zona para el festejo. A una hora prefijada, los grupos familiares y de amigos acceden a ella para balizar la parcela que se les acomoda. Aporta organización y orden a una fiesta que lleva implícito cierto desmadre. Aún carezco de información de familia y amigos sobre cómo se desarrolló la fiesta. Pero otros años resultó espléndida, con un acogedor y divertido ambiente. Éste año mi nieta mayor, María de Lugás, ya compareció con su grupo de amigos en “parcela propia”, natural y señero a los quince años. Ni que decir tiene que ingredientes obligados de la fiesta son la comida y la bebida, a más de la música, celebración del fuego purificador, …




Nosotros, acordes con la edad y circunstancias, acudimos a comer al hostal de unos antiguos y buenos amigos. Hace años concursaban con ventaja en la elaboración de la fabada asturiana. Extraordinaria, ingredientes de primerísima y profunda devoción y cuidado a la cocción en leña. El resultado, espectacular. Además del coqueto hostal, madre e hijo fueron embelleciendo el lugar con una formidable floresta y mimo exquisito en la decoración tradicional salpicada de aportaciones importadas por la inquietud y sensibilidad del hijo. Son entrañables y así nos vienen recibiendo desde hace décadas. Inevitablemente cada año, en la tertulia que con ellos hacemos, se emplea más tiempo en relatos de enfermedades, huesos quebrados, ampliándose el abanico cada año. En gastronomía perdieron la brillantez que durante tantos años tuvieron en la confección de la fabada pero fueron ampliando su artística y exquisita carta con más opciones. En fin, todos los ingredientes para disfrutar grandemente de una estupenda comida.




Pero yo “la jodí” (fastidié, quiero decir). Al salir de casa hacia el hostal-restaurante me “calcé” con precipitación y enorme esfuerzo unos antiguos vaqueros que viven aquí desde hace años. Cierto que tenia el recuerdo de que en los años últimos ya se había producido un apreciable desajuste entre la talla del pantalón y mis hechuras. Mi “desparrame” corporal ha sido de traca este año, muy concentrado en lo que fue cintura (ahora, parte central del cuerpo). El caso es que el pantalón primero y su cinturón después quedaron “encinchados” a mi cuerpo con esfuerzo notable. A medio pulmón llegamos al lugar de nuestro festejo.





Razonablemente, yo no llevaba ropa “para comer”, me tenía que haber abstenido. Pero no lo hice: bolitas de exquisitísimas croquetas con variedad de ingredientes (jamón, merluza, pulpo, …). No debí, pero las bolitas eran irresistibles y fueron al saco. Siguen haciendo allí unas cebollas rellenas de atún y con una salsa invencible. Pasaron al saco también. Luego una fabada por todo lo alto que, aunque no goza de los esplendores de antaño, sigue siendo un plato (con su compango) inevitable. A la hora del postre ya me habían saltado todas las alarmas y desestimé su variada y deliciosa oferta. Nos despedimos más rápido de lo que me hubiese agradado y llegué a casa (cuatro minutos) hecho fosfatina.

Descinchar fue un momentáneo alivio. Apareció entre las telas un vientre descomunal, porque lo es y porque sufría una muy evidente inflamación. 



Comenzó el calvario. Se fue extendiendo a toda velocidad un dolor profundo, angustioso y persistente. No hubo con qué calmarlo (almax, reni, sal de frutas, quedos y superficiales masajes sobre el sillón articulado, …, ¡nada!). Evidentemente algo se había emponzoñado y estaba sufriendo los síntomas claros de un importante envenenamiento. Que no fue por la calidad de las comidas (de todas tomó mi mujer sin ningún contratiempo) sino por haberlas ido almacenando durante tiempo fuera de lugar. Supongo que los cuarenta y cinco centímetros de tubo digestivo que hace más de diez años se quedó en el quirófano añadieron alguna traba más al “reventón”. 




Pero lo peor es que no reventaba a pesar de variadas visitas al retrete. Tan mal me sentía que probé lo que algunos me habían comentado e incluso creo que vi en alguna película: ya que por la puerta de salida no había manera de vaciar en condiciones, había que intentar hacerlo por la de entrada. Carecía de experiencia pero sí sabía que se trataba de introducir dos dedos hasta el fondo de la boca y forzar el vómito. Conseguí sacar una ridiculez para lo que esperaba pero fue el primer alivio en muchas horas. Como pasaban las dos y media de la madrugada aproveché raudo para meterme en la cama. Acierto total: dormí sin sobresaltos hasta la seis treinta y cinco.


Rápidamente al retrete. Comenzaron a funcionar los tubos. Comenzó a vaciarse la ponzoña. ¡Qué descanso, qué alivio, qué gusto, qué inicio de regreso a la vida plácida! Prescindo de comentar olores y aspectos por desagradables y no amigables. Me queda una especie de fatiga en las piernas.



Hoy “sopitas y buen vino” que aconsejan de antiguo a los viejetes y, sobre todo, algo de mayor cordura a esta edad eligiendo atuendos adecuados que no pongan trabas al buen yantar (¡qué inteligentes los moros con sus chilabas!).

 


 

24 de junio de 2023

 

 

CM