La historia de un amor:
Capítulo 1: Durante siete años sufrimos el gobierno(?) nefasto de Rodríguez Zapatero. ¡Que
eficacia destructiva! Todo un prodigio de enconar problemas,
resucitar enfrentamientos y crear gratuitamente dificultades. Un
colosal desastre de gestión económica. Un colosal desastre de
gestión internacional. Un colosal desastre de gestión social.
Durante esos siete años Rajoy encabezó
la oposición. Casi siempre en la soledad. Soportando la acusación
de antipatriota por denunciar los inmensos desmanes y falsedades de los gobiernos
socialistas del período. No existió prácticamente un resquicio de
posible entendimiento entre dos concepciones antagónicas de hacer
política: la virtud frente al vicio.
Capítulo 2: En una situación de
devastación total y bordeando la catástrofe absoluta, el Partido
Popular, con Rajoy al frente, gana las elecciones. Una mayoría
aplastante de votantes presta su apoyo a un discurso de regeneración,
de rigor, de defensa de la verdad, de apuesta porque la iniciativa
privada no sucumba totalmente y pueda abrirse la puerta a una
recuperación ética, social y económica.
Pero, con el tronar del triunfo, Rajoy
cae de su caballo herido por un rayo inexplicable que le obnubila.
Capítulo 3: Cuando el polvo aún no se
ha empezado a posar en la urnas Rajoy manifiesta que “el traspaso
de poderes esta siendo modélico”. Recién elegido gobernante
condecora a Rodriguez Zapatero y a toda su banda de indeseables (en reconocimiento a
los letales males causados). Entre los primeros nombramientos de su
equipo de gestión incorpora a alguna beligerante adversaria.
¡Rajoy se ha prendado de Rodríguez
Zapatero! Ha pasado del desprecio y rechazo más absolutos a la
lisonja, el agradecimiento, el premio.
Cautivado por un mágico elixir o trastornado por la hiperemotividad navideña, sus
primeras medidas de gobierno las toma prestadas de sus antiguos adversarios
negándose a sí mismo: ¡comienza por subir escandalosamente los impuestos so
pretexto de un descuido de 20 mil millones en el traspaso "ejemplar" de poderes!
Apenas unas semanas gobernando da
muestras de compartir con su antiguo oponente un concepto muy
parecido de la verdad y de la mentira. Ha encendido una "Vela" (subsecretaria) al diablo. Ha otorgado dignidades a los indignos (Isabel la Católica y Carlos III se revuelven en sus tumbas). Ha asaltado los bolsillos de los trabajadores que quedan de clase media.
Los otrora adversarios irreconciliables han celebrado una pasmante luna de miel.
¿EPÍLOGO?: Cierto que es corto el tiempo transcurrido (apenas tres semanas). ¿Simples errores tácticos? ¿Concretará Rajoy inminentemente aquél discurso de regeneración ética y política con el que alcanzó el gobierno de España?
¿O es todo una farsa que
enmascara que el verdadero objetivo (de unos y de otros) es alcanzar el
poder para parasitar a una ciudadanía sometida y día a día más desnutrida de moral y dineros?
¿Pertenecen por igual a una aristocracia medieval en el siglo
XXI? ¡Dios mío, es posible!
Enero de 2012