miércoles, 5 de marzo de 2025

 VIOLACION BÉLICA

 





Hace pocos días todas las televisiones del mundo nos ofrecieron una violación en directo. Dos violadores, Donald Trump y James Davis Vance. El violado, Volodímir Zelenski.

Ya en la Grecia Clásica se utilizaba la violacion como instrumento coercitivo bélico. La mujer “deshonrada” perdía valor social de forma que se hacía más “asequible” a los deseos del violador.

Los dos violadores en un soberbio montaje audiovisual realizado en la “plaza pública” mediante una elaborada y brillante pieza de marketing. El mayor (un viejo grande, fuerte y extraordinariamente dinámico) mostró desde niño una conducta rebelde y agresiva. Hoy puede ser la persona más poderosa del mundo. El joven tuvo una infancia dura, en un entorno de pobreza y drogas de la que salió hasta ser hoy la mano derecha del anterior. Se trata de los Presidente y Vicepresidente de los Estados Unidos de Norteamérica, nada menos.

El violado, hombre de teatro y leyes, fue elegido por abrumadora mayoría Presidente de Ucrania, antigua república soviética que, aún siendo todavía independiente, tiene frontera con el país mayor del mundo, Rusia, con quien comparte gran parte de cultura. De la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022 se siguió una guerra (hoy vigente) con implicaciones más o menos directas de terceros países (Norcorea, Iran, EEUU, UE).

La violacion que me ocupa se produce so pretexto de una posible intermediación de paz de EEUU.

Donald invitó a Volodimir a su cuartel general para convenir una base de negociación para la paz. A veces se dice que Donal Trump es un gran empresario (de Vance también), pero no es cierto. Trump es un puro comerciante insensible (también Vance en menor medida). Nunca fue un encuentro para acordar la base preparatoria de una posible paz. Fue estrictamente un atronador y cruel ataque a Zelensky so pretexto de cobrarse los americanos la importante deuda por sus suministros de armamento. El precio fijado por Trump era la ocupación (apropiación) de muy valiosas minas ucranianas.

El americano recibió en la puerta de su cuartel al ucraniano. Ahí inició la humillación y violación que inmediatamente después se concretó en un cruelísimo ataque de los dos violadores al ucraniano deudor. Éste no se “bajó los pantalones” totalmente, como le exigían, lo que desencadenó una violencia inusitada y, finalmente, la expulsión denigrante del ucraniano.

Unas horas después, el violado “pidió perdón”, reiteró su enorme agradecimiento al violador jefe y manifestó su total sometimiento a sus deseos (“estoy listo para trabajar bajo el fuerte liderazgo del Presidente Trump” escribió apenas unas horas después del escalofriante ultraje).

De la dolorosisima escena merece destacar:

      El matonismo del “jefe” es esperpéntico.

      El sometimiento es desgarrador.

      La Unión Europea no existe.

      La fuerza bruta es la que manda.

      Los abrazos al violado, impúdicos.

      La “cultura occidental”, en coma.

      Los muertos, la destrucción, ignorados.

 



EL RAPTO DE HELENA (Luca Giordano)


En la Grecia Clásica la violación era un acto de castigo socialmente asumido. Suponía la humillación del enemigo tras esclavizarle. Las violadas perdían valor por lo que era más asequible apartarlas de sus familias.


Hubo un tiempo en que la cultura de occidente consideraba la violación una crueldad inaceptable.

Ya no.

 

CM

5-3-2025

 


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