viernes, 25 de agosto de 2023

 ¿MUERE ESPAÑA?

Judas de la Patria

 

 



Nuestra maravillosa y querida España puede estar sufriendo desde 2004 un ataque muy planificado por quienes desean su destrucción. 

 

Históricamente nuestra patria ha sido deseada a la par que odiada por poderosos enemigos. Sólo mencionaré las dos formidables ocasiones más significativas en que nuestros vecinos, del sur y del norte, lo intentaron (y lo consiguieron durante tiempo).


Por el sur, la invasión árabe desde África ocupó la friolera de ocho siglos nuestro país (711 a 1492). 




La Francia de Napoleón, desde el norte, también nos ocupó y nos impuso un rey durante más de cinco años (1808 a 1813). 

 

En ambos casos la herramienta de conquista utilizada fue la violencia de las armas. Y en ambos casos consiguieron nuestros mayores vencerles y rechazarles mediante la violencia de las armas. De forma que históricamente tenemos demostrado que conseguimos defendernos con efectividad rechazando al enemigo exterior usando la violencia física.

 


Pero desde 2004 el plan de destrucción surge desde los propios dirigentes de nuestra patria, no desde el exterior, y utilizando el poder político interno, no las armas. Los Judas de la patria.

 

Rodriguez Zapatero, elegido presidente de España inicia su asalto y destrucción de la misma. El presidente traidor consigue reenfrentar a los españoles en dos bandos, alimentando que se conviertan en encarnizados enemigos. Por muy absurdo que me parezca ese tipo pretendió retrotraernos a los años treinta del pasado siglo. Un verdadero “progresista”. Consiguió llevar a la economía española a la bancarrota. Hoy día, ya sin careta, se presenta como destacado miembro del comunismo internacional.

 




Pedro Sánchez, aventajado alumno de Rodriguez Zapatero, traidor igualmente a su patria, se planteó rematar la obra: invalidando la conocida como “transición” española de un régimen autoritario a otro democrático (ejemplar hazaña que nos permitió vivir desde 1978 hasta 2004 una formidable etapa de consenso, paz, concordia y prosperidad colocándonos entre los países más destacados de las democracias occidentales). Digo que este otro tipo rechazó la armonía de la transición democrática mediante perversas leyes de pseudo-memoria democrática con las que ha pretendido reescribir nuestra historia. Tampoco le han faltado mañas para empobrecer económicamente nuestro país consiguiendo retrasarle notablemente en el ámbito internacional, naturalmente que presumiendo de “progresismo”.


No son indiferentes las circunstancias extraordinarias en las que ambos políticos accedieron al poder:


         1-Estábamos aún enterrando a las víctimas del más grave atentado terrorista cuando se celebraron las elecciones que llevaron a Rodriguez Zapatero a presidir el gobierno. En el atentado (11-3-2004) fueron asesinadas en Madrid 193 personas e hirieron alrededor de 2000. Las elecciones generales se celebraron tres días más tarde en un país absolutamente convulso, transtornado y enormemente influenciado por unos políticos deleznables (de todo signo) que hicieron partidismo de la cruelísima masacre.



         2-En un caso de corrupción política enormemente mediático, bien manejado por la propaganda socialista, un juez consigue incluir un párrafo en la sentencia del que podría deducirse cierta implicación del presidente del gobierno, Mariano Rajoy. Sirve de justificación y excusa para presentar en el parlamento una moción de censura contra el “supuesto presidente corrupto”. Prosperó la censura y Pedro Sánchez accedió a la presidencia del gobierno. Poco importa que después los jueces eliminasen de la sentencia el párrafo utilizado para injuriar al presidente depuesto que jamás fue condenado (ni siquiera imputado) por delito alguno. En lo personal, demostró una indolencia enervante.

 

El partido socialista de Rodriguez Zapatero y de Pedro Sánchez hizo gala en ambos casos de una imperdonable inmoralidad y de una plausible efectividad partidista.

 

El partido popular de Aznar y de Rajoy demostró flaqueza de moralidad y una torpeza estratosférica.

 


Aznar, que había demostrado con hechos que España era capaz de prosperar y situarse entre los países más respetados internacionalmente, incurrió en la inmoralidad de politizar el tremendo atentado cuando aún los cadáveres no se habían enfriado y la sorprendente torpeza de permitir que se mantuviera la convocatoria electoral a una sociedad tan reciente y profundamente traumatizada. 

 


Rajoy pecó de falta de la rigurosidad exigible para cortar cualquier corrupción y manejó con una enorme torpeza el mal llamado “problema catalán”. Posiblemente por carecer de una idea clara y precisa de lo que es España en éste siglo.

 



Yo creo que no existe en España un “problema catalán”. Pero sí creo que existe dentro de la sociedad catalana un severo problema por la confrontación social entre quienes desean la independencia de España y los no independentistas. 

Los secesionistas más radicales llegan a extremos inaceptablemente violentos frente a las fuerzas del orden con asaltos de comercios, ocupación y cierre del aeropuerto y otras lindezas propias de indeseables delincuentes. 

Yo no tengo la menor duda de que Cataluña es parte de España.

 

Pedro Sánchez ha progresado muy eficazmente en la pretendida y planificada desintegración de España. Desconozco sus motivaciones últimas y, en todo caso, me interesan poco o nada. Pero ciertamente es riguroso, constante y aplicado en su trabajo.  No sólo no me sorprende sino que se me antoja lógico que encuentre alianzas entre los enemigos de España. Es por tanto muy posible que estemos a las puertas de la desintegración de España tan trabajada por Rodriguez Zapatero y Pedro Sánchez.

 



Frente a la fuerza destructiva, los partidos constitucionalistas (PP y VOX) discuten mientras sobre el sexo de los ángeles y la reproducción asistida de los escorpiones. A ninguno de los dos les niego mi reconocimiento de que defienden la monarquía parlamentaria que aprobamos en 1978. Otra cosa es, con qué medios humanos y qué estrategia. Hasta lo que he podido conocer, demasiadas ideas caducas, desmembradas, con lagunas en la definición de valores básicos, desvaídas o, incluso, inexistentes.

 


De un joven partido como VOX me admira que ya estén a la greña entre sus mandos, que aparenten carecer de cuadros bien formados y que permitan sus jefes actitudes de algunos gañanes ultramontanos que pastan en su partido. 

 

El PP me transmite hace tiempo una imagen pixelada, bastante desconcertante, que no me permite responder con sencillez y brevedad a qué es lo que pretende y cómo pretende hacerlo y qué entienden que es y qué debe ser España éste siglo. 

 




Doy un breve y muy superficial repaso a los mandos nacionales del PP: Gamarra (creo que fue un error privar a Logroño de una buena alcaldesa), Bendodo (ojalá que lo suyo solo sea falta de elocuencia y que no sólo sea un tributo al presidente de Andalucía), G. Pons (parece un arroz pasado al que ya le falta la chispa de la ilusión y convicción por un proyecto del que esté enamorado), Rollán (es posible que Torrejón haya perdido un gran alcalde), Bravo (parece que se trata de un buen técnico en economía y no sólo una cuota del partido en Andalucía), Calvo (? hombre de confianza dé Feijóo), Monago (como G. Pons huele a arroz pasado pero desconozco si aún puede ser comestible), Mar Sanchez (quizás haya estado y esté en unas enormes y quizás merecidas vacaciones que explique la ausencia de la proyección e imagen que le encomendaron; pero si va a seguir de vacaciones creo muy urgente buscarla sustituto). A título individual nada muy severo que objetar pero absolutamente nada digno de celebrar. 

 



Pero aún lo más grave es que, al menos a mí, no me transmite el PP la imagen de ser un equipo cohesionado, ilusionado, con idea clara de donde hay que meter el gol y cuál es la mejor estrategia para hacerlo. Justo lo contrario de lo que en cada momento me transmitieron las jóvenes futbolistas de la selección española: sabían perfectamente lo que tenían que lograr y cómo lograrlo trabajando en equipo con sacrificio e ilusión desbordante. Aunque no hubiesen conseguido ganar, ya valían como gran ejemplo de profesionalidad, entrega, cohesión y generosidad hacia el equipo. Pero, además, ganaron. Desde luego no fue casualidad.

 








¿Dónde están los sabios que nos ayuden a dar con la pista de lo que es y lo que debe ser España? Desde luego que no me refiero ni a los políticos ni a los comunicadores profesionales.

 


¿Dónde está el líder que, asumiendo todo nuestro pasado, sea capaz de transmitirnos una idea de comunidad con capacidad para ilusionar con un proyecto participativo?

¿Cómo es la España que deseamos y desean nuestros descendientes?

 

Yo no quiero una España materialista ni relativista

El buen comportamiento estimo que es obligado: “no hagas lo que no quieres que te hagan a ti”.

La educación en los centros escolares ha de ser moral, rigurosa, científica, coordinada con la familia y ajena a todo adoctrinamiento partidista.

Quien no se comporte bien debe ser juzgado y, si corresponde, condenado sin paliativos, sea Agamenón o su porquero. 

Creo que el esfuerzo debe ser obligatorio y, cuando sea excelente, la sociedad debe premiarlo. Y cuando sea censurable, debe castigarse.

Creo que es imprescindible sostener a los más débiles y procurarles las condiciones de vida digna que una sociedad avanzada está obligada a tener. 

No  debe temblar el pulso para erradicar de la sociedad a estafadores morales y mercantiles, violentos, ladrones y demás malhechores

Un hombre debe tener idénticos deberes y obligaciones que una mujer. Y a la recíproca. 

No sólo la vida es sagrada, también lo es todo aquello que la persona obtiene como resultado de su ingenio y de su esfuerzo

Somos una sociedad vieja que sigue envejeciendo, por lo que precisamos conciliar la vida laboral y apoyar a quienes tienen por naturaleza la posibilidad de tener hijos, porque no es sólo un problema de los jóvenes, es un problema de todos y cada uno de nosotros. También de los que estamos de despedida.

Creo en la independencia absoluta de las tres fuerzas básicas del estado democrático

 

Estas y otras muchas voces necesitamos escuchar dirigidas a cuantos creemos en que la honradez, la verdad, el trabajo, el respeto, el orgullo y gratitud de haber nacido en un gran país,…, son piezas imprescindibles en el puzle social.

 

 

25-8-23

 

CM

No hay comentarios:

Publicar un comentario