martes, 11 de junio de 2024

 EL “21” DE LA LISTA ELECTORAL

 






En las elecciones europeas del 9-6-2024 el PSOE, con Pedro Sánchez al frente y Teresa Ribera de cabeza de lista, obtuvo 20 diputados, uno menos que en la anterior legislatura.

Una vez más, el resultado fue netamente inferior al pronosticado por nuestro CIS (raptado por el señor Tezanos). Auguraba un triunfo claro para el PSOE, por delante del PP. Sin embargo, los populares ganaron con el 34% de los votos, a una distancia de 700 mil. Sin lugar a dudas el PSOE de Sánchez había vuelto a perder unas elecciones.



“Resistir también es una forma de vencer” ha sido el eslógan del “aparato” del partido Sanchista (más adecuado que Socialista) para presentar los resultados obtenidos. Con una puesta en escena propia de haber obtenido una gran victoria, la Comisión Ejecutiva Federal del partido recibió a su líder sonriente entre fervorosos aplausos de felicitación y gratitud.

En la misma línea “triunfal” compareció en la noche electoral la señora candidata que llegó a afirmar que el PP había salido “trasquilado”. ¡Con los datos inversos!

Toda la nutrida tropa del oficialismo sanchista manifestó con euforia de triunfo el éxito alcanzado.

No es absurdo, aunque lo pueda parecer. El aplaudido y todos sus aplaudidores mantienen su empleo, su poder.





Sin embargo, a tal ceremonia de celebración, asistió perplejo quien ocupó el número 21 en la lista electoral del partido. Perplejo, confundido y hundido: ¡el “21” había perdido todo: prestigio, poder y mucho dinero! Evidentemente carecía de motivo alguno de alegría, no alcanzaba a explicarse que hubiese quedado fuera de gabelas y provechos que toda la gran jerarquía había dado por seguro.

Confuso y desconcertado ante la euforia desbordada de sus “antiguos” compañeros. ¡Ya no era uno de ellos! Profundamente abatido ante sus nuevas expectativas de subsistencia. Un “empleado” del partido desde su tierna juventud. Jamás había cuestionado a su nomenklatura. Un verdadero profesional absolutamente entregado al partido. Y, ahora, ¿qué? No sabía hacer otra cosa. Incredulidad primero, estupor después y finalmente vencido. ¡Vencido!

¿Cuántos fieles al líder habían desaparecido? ¿Sólo para mantenerse el líder? Tantos “21” que jamás pudieron entender que las “victorias” del partido fueran sus ruinas personales.

¿Cuántos votantes del PSOE suman su personal aplauso a quienes celebran (ya habitualmente) sus fracasos como si de triunfos se tratase?





De nuevo el sánchez-psoe vuelve a celebrar sus mendaces victorias. Mientras, los ciudadanos, simples votantes, pero verdaderos protagonistas en una democracia, algún día tendremos que reaccionar ante tanto dislate. Mejor ya que luego.

 


PS: Hoy se ha publicado en el BOE la nefasta Ley de Amnistía, promovida por Sánchez “en aras de la reconciliación y por el bien de España”.

Los separatistas catalanes ya han manifestado con palabras y actos que NO a la reconciliación y NO al bien de España.



11-6-2024

 

CM


martes, 4 de junio de 2024

 JURADO POPULAR IRREGULAR

 

El Tribunal del Jurado, como institución para la participación de los ciudadanos en la Administración de Justicia, tendrá competencia para el enjuiciamiento de los delitos atribuidos a su conocimiento y fallo.

 





En España rige una Ley del Jurado desde el 22 de mayo de 1995 conforme al artículo 125 de nuestra Constitución de 1978 para que los ciudadanos podamos participar en la Administración de Justicia. Entre los expertos tuvo muchos defensores y también detractores.




Pero no es ese el Jurado al que esta nota pretende referirse. Sino a ese Jurado Popular Irregular que juzga, exonera o condena, al margen de la Ley. Es irregular pero enormemente poderoso porque genera un (o unos) estados de opinión que llegan a sobreponerse a los procedimientos legalmente establecidos para juzgar a personas físicas y jurídicas. A tal punto que resultan tan o más efectivos que los juicios legales.

El Jurado Popular Irregular es alegal. Es especialmente relevante cuando su fallo es condenatorio. La reoca cuando condena a una misma persona a la que (habitualmente mucho más tarde) el Juicio Regular exonera de culpa.

Comparativamente, el Jurado Popular Irregular tiene entre sus características:

-Carece de responsabilidad ante los órganos jurisdicionales.

-No dispone de medios oficiales para tramitar su proceso: ni policía, ni fiscales, ni abogados, ni jueces, ni jurado legal.

-En definitiva, es ajeno a la intervención de cualquier tipo de autoridad oficial.

-El fantástico desarrollo de los medios de comunicación (de las habladurías de aldea a internet) ha permitido potenciar de manera formidable la amplitud del foro (llega a ser mundial) y la velocidad de emisión del veredicto.

-Los medios de comunicación juegan un papel sustancial: identificación del inculpado, investigación e interpretación de los hechos, acusación y creación de una conciencia colectiva de condena.

-Prensa, radio y televisión se rigen (cuanto menos en teoría) por el código deontológico del periodismo. No obstante, el medio bautizado en 1897 como “prensa amarilla”, (sensacionalista, con escasa o ninguna evidencia) se fue extendiendo como mancha de aceite por radio, periódicos, televisión y, exponencialmente por las plataformas digitales nacidas a mediados de los años noventa del pasado siglo, generalmente conocidas como “redes sociales”, horizontales o genéricas, desarrolladas al amparo de la formidable tecnología ofrecida por internet. Entre sus características, ser inmediatas y masivas, permiten (a los efectos que aquí interesa), transmitir y compartir noticias, opiniones y juicios con inmediatez a un inmenso tribunal sin más código deontológico real que el propio criterio ético de los participantes.

-Los “encausados” por estos tribunales populares irregulares son esencialmente personajes públicos: cantantes, deportistas, …y, muy específicamente, políticos. Los partidos políticos encontraron aquí un vehículo ideal para atacar la imagen o la fama del adversario. La ausencia de códigos deontológicos eficaces en los partidos políticos y en las redes sociales los hermanaron a las mil maravillas para señalar, acusar, juzgar y condenar a velocidad de vértigo y con ausencia práctica de algún tipo de garantía.

-Condenada la persona por tan peligroso jurado, contra el que resulta casi imposible disponer de una defensa eficaz, su suerte está echada. Perdidas fama e imagen públicas resulta casi imposible recuperarlas. Incluso cuando, al cabo del tiempo (con frecuencia desorbitado), un juicio reglado, formal y legal le exima de cualquier mancha culpable.

-Se ha llegado a poner etiqueta a ese tipo de condenas: “pena del telediario”.

 


En pura teoría estos juicios populares irregulares serían el juicio social puro ya que no existe mayor participación directa de los ciudadanos en la administración de justicia. Claro que sería imprescindible la existencia de una ética impecable de todos y cada uno de los miembros de la comunidad. Hoy, impensable. Y un grado máximo de preparación emocional e intelectual de todos y cada uno de los miembros de la comunidad. Hoy, impensable.





Como hoy es impensable el nivel ético y de preparación del conjunto social, el Tribunal Popular Irregular es radicalmente rechazable. Mientras, nunca haremos esfuerzo excesivo por intentar alcanzar la utopía de una Ética Social impecable y una Preparación General formidable.

 

31-5-2024

CM

 


domingo, 5 de mayo de 2024

 MAMÁS

 






 

El amor a una madre excede a cualquier otro. Quizás porque seamos parte de ella y hayamos salido a la luz desde ella.

 

Es un amor tan profundo, tan entregado, que rehúsa comparaciones. De su mano salimos a la vida y de su mano comenzamos a aprender a comer y a movernos. Su mano no nos abandonó jamás. Su tutela formaba parte tan sustancial de su ser que, ya adultos, incluso muy adultos, era normal recibir sus consejos.

 

Yo soy uno de tantos afortunados que tuvo dos madres: la madre de la que nací y la madre de mis hijos.


De la primera me queda un tierno, enorme y profundísimo recuerdo que no ha dejado de acompañarme desde que falleció y que continúa totalmente vivo en mi vejez. De ella recibí las esencias de mi formación y su atención constante durante toda su vida. Seguro que hoy sigue velando por mí. Hizo con mi padre una pareja excepcional que llevó adelante un hato numeroso de hijos moldeados a sus principios y saberes. Mamá te quiero con todo mi ser.

 

La mujer que elegí como compañera, es el mayor acierto de todas las decisiones de mi vida. Y es madre, la madre de mis hijos. A ella le deben su primera salida al mundo, el compás de sus primeros andares, su entrega sin límites ni condiciones. Afortunadamente para ellos y para mí, mantiene incólume (“abrígate, no sea que cojas frío”) su amorosa tutela, cuando ellos, adultos con su propia prole, estarían en mejores condiciones de tutelar. Esposa y madre, te quiero con toda mi alma.

 





Y, es más aún: festejo hoy a mi Madre Celestial, a la Virgen María. A ella recurro suplicándole apoyo cuando me sobrepasa la angustia, cuando todo lo humano es poco. También hoy es día especial para que yo la felicite como la Madre que nos trajo a su hijo Redentor y, con él, el Amor y la Esperanza.

 

¡Muchas felicidades, mamás!

 

6-5-2024

CM

 


jueves, 25 de abril de 2024

 Re.: CARTA A LA CIUDADANÍA

 





-      ¡A que me voy! -nos viene a decir usted en su “Carta a la Ciudadanía”, publicada en una red social-.

-      Pues, ¡váyase! -le respondo como ciudadano-, no crea que me asusta o conmueve su sugerencia de tufillo amenazante. Y ya que se dirige a mí como ciudadano, me dirigiré a usted con igual dignidad para hacerle algunas consideraciones.

 

Mire, ciudadano Sánchez, crea que lamento el padecer que sufre por los malos tragos por los que pasa su amada. Pero también le digo que, si la ciudadana Begoña, hubiera sido algo más prudente en su proceder, hasta es posible que este enojoso asunto no se hubiera producido.


Pero es fácil comprender la enorme dificultad de ejercer la prudencia siendo pareja y conviviendo con un campeón de la vanidad y la soberbia, como estimo que es usted. Quizás le sorprenda al decirle que “los ciudadanos” le hemos elegido a usted para que nos sirva y se dedique en cuerpo y alma al elevado menester de facilitar la convivencia entre todos los ciudadanos españoles. Me temo que le sorprenda. Pero no se le eligió para otra cosa.

 

Y usted, muy al contrario, se ha propuesto construir un muro de división entre los ciudadanos: justo el objetivo contrario de lo encomendado.

 

Construir un muro de división entre nosotros es una vileza incalificable. Además de una brutal estafa. No es injuriarle (¡Dios me libre!) sino simplemente llamar a las cosas por su nombre: es usted vil y estafador. Lo que, por desgracia, no resultaría hoy día muy chocante en los informativos de los canales de televisión que nos bombardean a diario con tantos casos de seres viles y estafadores.

 

Pero ¡es que usted preside el Gobierno de España, no es un ciudadano de a pié! Por eso me rechina y desazona tanto su vileza y su fraude. ¿Recuerda lo que prometió solemnemente sobre la Constitución?: por “su conciencia y honor”, “lealtad al Rey”, “guardar y hacer guardar la Constitución”.

 

¿Qué le ha faltado a usted: ¿conciencia, honor? ¿No entiende en qué consiste guardar y hacer guardar la Constitución?

 

Por no extenderme indefinidamente obviaré aquí sus innumerables promesas incumplidas y sus rotundas afirmaciones después negadas. Claro que ya nos dijo que usted no mentía, sino que cambiaba de opinión; ¡un fantástico campeón de variación de juicio o concepto! La veleta de sus conceptos gira bien engrasada. Desconcertante, señor mío, para ciudadanos como yo.

 

Creo que dedica usted gran (quizás la mayor) parte de su carta a transmitirnos que usted y sus apóstoles son “los buenos” y los demás, “los malos”. Cuando pasa a etiquetarlos logra confundirme totalmente; los buenos son, dice, los “progresistas”, o sea: ¿los vascos de las armas asesinas?, ¿los vascos de “Dios y las tradiciones viejas”?, ¿la más rancia “derechona” catalana?, ¿el grupo que ha creado usted vampirizando al Socialista?, ¿los que representan a los “progresistas” comunistas? Ahí no puedo estar en más profundo desacuerdo con su etiquetaje.

 

Deseo de corazón que las acusaciones a su esposa no pasen de ser insidias y no merezca otra reprobación que la falta de prudencia a que arriba me referí. Debería quizás considerar que del poder emanan siempre unos efluvios que atraen irresistiblemente a aventureros, cuando no delincuentes.

 

Confío en que su retiro de reflexión sea fecundo y, si fuera posible, diera cabida a las consideraciones que le aporto, de manera que, si decidiera quedarse (lo tengo por ya decidido), se reincorporase como una persona nueva (aunque personalmente lo estime tan imposible como deseable).

 

25-4-2024

CM (un ciudadano de a pie).