LA OCLOCRACIA

ESPEJISMO DE LA DEMOCRACIA

“La persona a la que se está juzgando, es inocente”

(Pedro Sánchez dixit)

 

Del griego Polibio (año 200 a.d.C.) es la teoría de la “anaciclosis”, sucesión cíclica de los sistemas políticos, con seis fases:

1-  Monarquía

2-  Tiranía

3-  Aristocracia

4-  Oligarquía

5-  Democracia

6- Oclocracia (gobierno de la muchedumbre, de la turba)

Tan sólo quedaría esperar al “hombre providencial” que vuelva a conducir hacia la Monarquía.

Podríamos proponernos un juego macabro para determinar en cuál de los estadios señalados por Polibio nos encontramos en España.

El interés de los “oclócratas” consiste en “mantener el poder de forma corrupta”, basándose en una falsa legitimidad en el “sector más ignorante de la sociedad” hacia el que vuelcan sus esfuerzos propagandísticos y manipuladores. Para ello apelan a emociones irracionales mediante discriminaciones, fanatismos y nacionalismos exacerbados y el miedo mediante la oratoria, la retórica, el control de los medios de comunicación y de educación con el objetivo de “desinformar”.

Como expresa Rousseau, la falta de una “voluntad general” de unos ciudadanos “conscientes” de su situación y necesidades y de una voluntad “formada y preparada” para la toma de decisiones, hacen “corrupta la legitimidad” que otorga el pueblo y hace que el poder pase de los políticos a los “demagogos”.

 

En relación a la anterior epístola yo deduzco que hace tiempo venimos conociendo en España una “degeneración democrática”, un ejercicio del poder político autoritario en términos como:

         -falta de voluntad ciudadana consciente,

         -propaganda y manipulación,

         -sociedad ignorante,

         -los que consiguen (no suman) más votos,

         -voluntad irracional,

         -intereses de algunos, no generales,

         -acción demagógica,

         -prescindir del estado de derecho,

         -objetivo y mantenimiento del poder para una persona o un grupo,

         -emociones irracionales, fanatismos,

         -nacionalismos exacerbados,

         -fomento de los miedos,

         -uso de oratoria, retórica y control (un mago),

         -apropiación de medios de comunicación,

         -apropiación de la educación,

         -utilizar la “desinformación”.

… todos ellos me resultan perfectamente reconocibles en las formas de nuestro gobierno y una contaminación que yo creo evidente de toda la política española actual. 

Intrigante referencia de Sánchez a la “Justicia Popular”; ¿qué quiso decir?

Si estuviera en lo cierto, nuestra democracia sería más un espejismo que una realidad, una “oclocracia”.

 

CM

23-11-2025