sábado, 4 de enero de 2025

 HUMOR

Forma de comunicación humana que tiene la intención de que la gente se sienta mejor, incluso feliz, y ría.

En sentido más amplio, se refiere a todo aquello que hace reír.

 





Soy un gran admirador del humor y coincido con las definiciones sencillas de arriba.

También coincido con tantos profesionales cómicos que consideran que lo más difícil en la interpretación es hacer reír a los demás.

Habrá tantos tipos de humor como culturas. Leía que los japoneses no entienden el humor occidental, como los occidentales no comprendemos el suyo. No obstante, puede haber un tipo de humor más universal, como el representado por los cómicos del cine mudo. Quizás el conocido como “humor blanco” sea el más universal.

Por otra parte, el sentido del humor es estrictamente personal. De manera que lo que a mí me hace mucha gracia puede que no le haga ninguna a usted; o al revés.





En lo personal me defino como un entusiasta del “humor fino, casi perceptible”, aquel que más provoca la sonrisa que la carcajada. También me parecen admirables los humoristas irónicos, lo sean con su verbo, su escritura o su grafismo. A modo de ejemplo: el cómico Eugenio, el escritor Ussía y el gráfico Forges.

“¿saben aquel que diu que había un hombre tan feo, pero tan feo, que cuando nació el que lloró fue el médico?” (Eugenio)

“Los cementerios son bosques enciclopédicos de oquedades, memeces y cursilerías” (Alfonso Ussía)

“- ¿Qué haces

- Pensando.

- ¡Eso, ni se te ocurra!” (Forges)


En general, admiro a cuantos me demuestran una gran inteligencia, ingenio, creatividad y buenos modales. Por doble motivo, por solaz y por aprendizaje.

Por razones semejantes aborrezco la grosería, la bordería y la necedad.

Quizás por mis taras confesadas creo que también en el humor profesional hemos perdido terreno.  Y, en muchos casos vivimos un fraude más porque nos ofrecen a menudo como humor, simplezas, vulgaridades, descaro y provocación.

 

No vi la retransmisión de las doce últimas campanadas del año pasado en TVE1, porque han conseguido alejarme de nuestro canal conforme a la profesionalidad la han ido asfixiando los políticos con un resultado insípido o zafio.






Picada mi curiosidad por la algarabía creada entorno a la tal retransmisión, la he reproducido en la tele para formarme opinión. Un horror: una mujer gruesa mostró a nuestra cámara una postal que reproducía el Sagrado Corazón de Jesucristo con la cabeza de una vaca televisiva. No había contexto en que situarlo, no venía a cuento de absolutamente nada ni logro encontrar enganche alguno entre el cuerpo del Sagrado Corazón y la cabeza de la vaca. He leído que la ejecutora es humorista y actriz. No me lo creo. Humorista no es, desde luego. Es más, estoy seguro de que la gorda es una provocadora, una creadora de escándalo por vía de la agresión. Nos ha agredido a quienes la imagen del Sagrado Corazón nos inspira respeto y devoción. La pregunta inevitable es: ¿por qué nos ha atacado la gorda? Como agredido afirmo rotundamente que yo ignoraba hasta hoy su existencia, no hay razón alguna para que me haya injuriado.

Luego su razón no puede ser otra que tratar de ocultar su ausencia de talento creando una tangana aparentemente absurda.

Señora, hay miles de formas dignas para procurarse el condumio. Intente usted salir de la indignidad en que se ha metido, sea persona.

En cuanto a las autoridades (presidente de RTVE, ministro de Presidencia), amparar y alentar zafias acciones que atacan a una parte de la población, les descalifica en lo personal y en lo profesional y les condena moralmente.

 




Miren por donde una “humorada” resulta ser en realidad una estrategia para enfrentar a los ciudadanos. Bien, yo estoy definido; y ahora, ¿qué?

 

CM

4-1-2025


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