ME GUSTA LA FRUTA
(Perdón por mis posibles salidas de tono que responden a mi indignación, aunque no se justifiquen).
Él, un presidente de gobierno de España (en funciones), se presenta en el Parlamento como pretendiente a seguir gobernando. Desde el estrado lanza una insidia muy grave contra un ciudadano español ausente: corrupto.
El ciudadano, sin posibilidad alguna de defenderse (aunque, en su momento, un juzgado estimó que no existía el menor indicio de la tal corrupción).
Ella, hermana del ciudadano aludido (y con certeza objetivo real del agravio), presente en la tribuna de invitados, al escuchar la difamación vertida por el cagueta (pero sujeta su libertad personal por representar institucionalmente a los ciudadanos madrileños), susurra “me gusta la fruta” (según ella misma declara).
Yo sólo me represento a mí mismo (y a ratos) pero aún gozo de libertad bastante para enjuiciar los decires y los comportamientos y manifestar mi parecer: el insidioso (hoy nuevo presidente del gobierno de España) es un “hijo de puta” (dicho sea, con tanto respeto a su señora madre, como desprecio y rechazo a este hijo de puta).
Del individuo calumniador creí tener ya dicho y escrito toda la adjetivación despectiva que su proceder y persona me sugiere. Pero ¡quiá!, me faltó decir que es un “miserable cobarde”, ¡y vaya si lo es! Apoyarse en el poder enorme de su cargo, escenificar su infamia desde la tribuna parlamentaria en que debía exponer y someter su nuevo plan de gobierno (que, por cierto, no expuso, quizás no exista), para injuriar a quien carece de posible réplica, ¿qué lindeza es?, ¿qué distinto a la mayor cobardía y bellaquería?
Señora Perez-Castejón, tiene usted (y desgraciadamente todos los españoles en estos momentos) un “nene” impresentable. Si le nació así, no imagino el dolor que haya debido padecer usted. Si fue sobrevenido, algo ahorró usted de sufrimiento. Un virus, malas compañías, atrofia neurótica, …, ¡vaya usted a saber! Créame que me conmueve su desdicha, pero más me duele y preocupa la de todos los españoles.
Porque ese “nene” hoy es el presidente del gobierno de España y desde tal altura se pee en todos los ciudadanos españoles, con mayor floritura en todos los que le entregaron su voto cuando ofrecía todo lo contrario de lo que ha hecho y pactado furtivamente (en éstos, el pedo le salió acompañado de algo de mierdecilla). Por cierto, no deja de sorprenderme el gusto, el arrebato y la adicción de muchos por lo escatológico (¿cómo se puede jalear apasionadamente a quien te ha timado?).
El honor vive bastante desacreditado actualmente en nuestra sociedad. Pero hay quien ni ha olido qué sea eso del honor. Como el presidente de nuestro gobierno, del que no espero que tenga siquiera conciencia para intentar lavar su ofensa. Pero honradamente deseo que sus descendientes disfruten de la dignidad de no haber heredado las cualidades de su padre.
18-11-23
CM
No hay comentarios:
Publicar un comentario