BUEN VIVIR
Recibí un minivideo en que enfatizaba Yolanda Díaz (vicepresidenta con Sánchez) un argumentario con que apuntalar su propuesta de ‘reducción de la jornada laboral’. Delirante, como suele, su discurso:
- Es para “vivir mejor”.
- Está en la “centralidad de la vida”.
- Reduce las emisiones de CO2.
- Reduce los desplazamientos.
- Actúa contra el “cambio climático”.
Yolanda Diaz, envuelta en la bandera de la hoz y el martillo, ha oído campanas, aunque ignore si tocan a muerto o convocan a fiestas. Pero le impulsa y ampara la irresponsabilidad del ignorante y el atrevimiento del necio.
Contemplado en serio sorprende que su propuesta de reducción del horario laboral carezca de consideración económica alguna. Pero es perfectamente posible que desconozca el concepto “productividad”, aunque se trate de una de nuestras mayores y más graves carencias.
Pero vamos al grano (a “su grano”; en absoluto aludo a sus exuberantes napias):
O sea, Díaz parece querer referirse al ideario histórico marxista del siglo XIX pero utilizando un léxico del XXI. En definitiva, el ideario que ha sumido a millones de personas en la esclavitud y la miseria, cuando no, en la muerte.
Aderezado de guindas románticas sobre el “pernicioso” CO2, (sin embargo, “imprescindible” para la vida vegetal y, por tanto, para la vida).
Y, para remate de bufonadas, la vicepresidenta y filósofa Díaz, liga la reducción de la jornada laboral (¿con menoscabo de la productividad?) con el ahorro en desplazamientos y con la lucha contra el cambio climático (¡casi nada!).
Respecto a aminorar los desplazamientos, la “supresión” de la jornada laboral (prohibir el trabajo) podría hasta evitar los desplazamientos, salvo que el personal decidiese emplear su holganza en viajes y diversión, que tan sólo exigiría encontrar al desprendido financiador de los gastos. Aunque, bien mirado, viajes y diversión se harían inaccesibles ya que en tales ámbitos debería también aplicarse la ausencia de jornada laboral.
Más imaginativo encuentro yo el enganche entre la propuesta de Díaz y el Cambio Climático. Habría que asumir que el tiempo trabajado propicia el cambio del clima y la holganza lo para o lo ralentiza. Me declaro incapaz ni de atisbar tal conexión. Carezco de imaginación suficiente.
Para finalizar, mi opinión. Esta señora aparenta ser una “yatiri” (sabia aimara, mediadora entre el hombre y la naturaleza) y, al tiempo, una vieja comunista que se maquilla con clamorosa torpeza, al punto que me transmite una imagen disparatada. Aunque también pudiera ser una simple oportunista que ha encontrado un nicho de vano pensamiento para montárselo de cine.
Fuera como fuese, creo que es un importante peligro para la sociedad que administre bienes públicos, que tenga poder público y que promueva ocurrencias estultas que nos perjudiquen a todos, disfrazando su personal “buen vivir”.
Ese mal alcanza hoy a muchos otros que, organizados en una gran tropa, disfrutan esquilmando sin freno a la ciudadanía con tributos insaciables y con los más diversos crímenes para incautarse de lo ajeno. Andan ahora en la faena de eliminar toda autoridad que tenga como función administrar justicia (barra libre para el sanchista “buen vivir”, muera la justicia).
CM
16-1-2025