LOS PECES SUFREN
Nunca hemos tenido una conciencia social sobre el sufrimiento de los peces. Por una parte, porque no los oímos. Además, porque viven en un medio distinto a la tierra. Incluso porque científicamente se ha venido manteniendo que sentir dolor residía en la corteza cerebral y, dado que los peces carecen de ella, eran ajenos al sufrimiento.
Quizás esa ausencia de conciencia sobre la capacidad de sufrir de los peces hizo a nuestra sociedad imperturbable ante las formas en que mueren tras ser capturados. Seguramente la asfixia o los golpes estén entre las más habituales. ¡De ninguna forma permitiría nuestra sociedad semejante trato a las especies terrestres que también nos sirven de alimento! Sin embargo, como eran peces, …
Pero descubrimientos científicos recientes aseguran que los peces poseen cerebros complejos, aunque distintos a los nuestros. Y que una situación de estrés les hace subir su temperatura (fiebre psicógena). Se ha demostrado que la conciencia depende de redes funcionales que pueden existir en cerebros muy distintos al nuestro. Por tanto, los peces pueden experimentar sufrimiento, lo que merece nuestra consideración moral. La ciencia ha demostrado que existen especies de peces que sienten y poseen capacidades cognitivas y emocionales. Es la hora de tomar conciencia social de tal realidad y de obrar en consecuencia pues no podemos seguir actuando como si los peces no sufrieran.
Por las mismas, los peces deben ser capaces de disfrutar. Recordando el ballet de los delfines, no me cabe duda.
Nos reitera el presidente del gobierno que cada legislatura dura cuatro años. Así es. Por tanto, aún le quedan dos años para seguir gobernando o, más preciso, para seguir ocupando el palacio de la presidencia del gobierno. Aunque los jueces hayan decidido procesar al entorno más inmediato al presidente del gobierno:
Garcia Ortiz, Fiscal General del Estado,
José Ábalos, exministro y exsecretario de organización del PSOE,
Santos Cerdán, exsecretario de organización del PSOE,
Koldo García, exasesor político de Ábalos,
Begoña Gómez, esposa de Sánchez,
David Sánchez, hermano de Sánchez,
…
Tiene razón el presidente, los ciudadanos sólo podemos expresar nuestra voluntad política un día cada cuatro años. Nuestra motivación no espúria sería según las ofertas-programas de los partidos políticos. ¿Y si el líder elegido por los parlamentarios de los partidos políticos se desajusta tanto de su oferta-programa que hasta llegara a ser opuesto?: hay que esperar cuatro años. ¡No hay más!
Llegará un día en que nuestros sabios científicos descubran una fórmula democrática más pura y eficaz aún a costa de la teatralidad y la apariencia.
Yo, como los peces, sufro en silencio pero durante periodos de cuatro años. Y chillo en silencio (como los peces) cuando el político ganador hace lo contrario de lo que ofreció y prometió y no se siente concernido por el pus de delincuencia de sus elegidos más próximos. Pero hoy, desconocido el remedio contra ese pus, no dejará de extenderse porque esa es su naturaleza.
No tengo méritos para participar en el teatrillo democrático que cada cuatro años se monta sobre unas urnas. No volveré a participar. Prefiero el sonido del silencio, como los peces (y no sufrir fiebre psicógena, porque es más que suficiente la aproximación a los 40° ambientales).
CM
29-7-2025